10 transformaciones radicales de actores en el cine
Maquillaje, prostéticos y muchas, muchas horas de espera lograron resultados inolvidables.
Desde que el cine existe, hay un elemento que se ha vuelto indispensable para el trabajo de los actores: el maquillaje y los prostéticos. Este no sólo se usa para eliminar imperfecciones o embellecer a los histriones, sino también para convertirlos, literalmente, en los seres que las historias necesitan. A lo largo de los años, varios son los actores que se han sometido a transformaciones radicales, las cuales se han ganado un lugar en las más importantes del cine. Desde ciencia ficción hasta personajes de la vida real, a continuación te presentamos algunas de ellas.
Lon Cheney (El fantasma de la ópera, 1925)
Lon Chaney, a menudo llamado «El hombre de mil caras», era un maestro del maquillaje y de la caracterización en la era del cine mudo. Su habilidad para transformarse físicamente era tan asombrosa, como si se «desvaneciera» en sus papeles. En este largometraje se requirieron horas de trabajo, que incluyeron prótesis nasales para crear una nariz desfigurada y grotesca, sombras y maquillaje para crear la ilusión de ojos hundidos, pintura blanca para la piel y un cabello peinado de forma salvaje. Como cereza en el pastel, el actor acompañó su imagen con una postura encorvada y voz distorsionada.
John Hurt (El hombre elefante, 1980)
Esta interpretación es considerada una de las más icónicas y desafiantes en la historia del cine. Para lograr esta transformación, Hurt y el equipo de maquillaje y efectos especiales realizaron un trabajo titánico. Se utilizaron prótesis faciales y corporales muy detalladas para recrear las deformidades de Joseph Merrick. Estas, hechas de materiales flexibles y ligeros, provocaron que Hurt se sintiera incómodo y limitado en sus movimientos. Su impacto más grande fue la creación del Óscar a Mejor maquillaje y peinado, algo que los fans de este título demandaron tras el poco amor a esta película.
David Naughton (Un hombre lobo americano en Londres, 1981)
El momento en que el protagonista de esta película se enfrenta a su transición es considerado en uno de los más impactantes y realistas del cine. Contó con la colaboración del maestro de los efectos especiales Rick Baker, quien creó prótesis y un maquillaje especial para cada etapa de la transformación. Desde que el público la vio por primera vez, la escena se ha convertido en una de las más icónicas en el género. Fue la primera película que recibió el Óscar en su respectiva categoría.
Jeff Goldblum (La mosca, 1986)
David Cronenberg impactó, e incluso provocó pesadillas a muchos con esta cinta en la que el científico Seth Brudle lleva sus experimentos demasiado lejos. La transformación de Brundle es gradual, por lo que primero cambian sus habilidades y luego su físico. Se aplicaron prótesis en la cara y el cuerpo de Goldblum para crear la apariencia insectoide, todo con una duración de hasta cinco horas por día. El vómito de la criatura, por ejemplo, requirió de leche, huevos y miel. Ante el desafío que representó una película así, también hubo algunas marionetas y uso de animatrónicos.
Danny DeVito (Batman regresa, 1992)
El equipo de efectos especiales realizó un trabajo magistral al crear el aspecto grotesco y fascinante del Pingüino. La nariz prominente, el mentón deformado y las verrugas fueron logrados a través de un meticuloso proceso de maquillaje y prótesis. A cargo estuvieron Ve Neill, Ronnie Specter y Stan Winston, veteranos de esta rama que fueron nominados al Óscar por su labor. DeVito acompañó su caracterización con un gran manejo de su cuerpo y voz, lo que lo convirtió en intérprete memorable. Curiosamente, no es la única versión de este villano que aparece en la lista.
Eddie Murphy (El profesor chiflado, 1996)
Aunque su habilidad para la comedia no estaba en duda, este título demostró el enorme compromiso del actor. Para convertirse en el profesor Sherman Klump (uno de sus siete personajes) se utilizó una combinación de efectos especiales, maquillaje y prótesis. Fue necesario un traje para simular un aumento de peso, así como apliques para agrandar su nariz, ensanchar los labios y crear, en general, un rostro más caricaturizado. La película fue bien recibida, pero la transformación de Murphy recibió elogios de los especialistas.
Jim Carrey (El Grinch, 2000)
La interpretación de Jim Carrey como el Grinch fue una de las más icónicas y demandantes de su carrera. Cada día pasaba horas en la silla de maquillaje para cubrir su rostro con una gruesa capa de pintura verde y prótesis que le daban la forma característica del personaje. Este proceso era tan largo y fastidioso que, en ocasiones, el actor llegaba a sentirse claustrofóbico y frustrado.
Además del maquillaje, Carrey llevaba un disfraz muy pesado y peludo que lo hacía sentir incómodo y limitado en sus movimientos. Para poder soportar las largas horas de maquillaje y las exigencias físicas del personaje, Jim Carrey recibió un entrenamiento especial similar al que reciben los agentes de la CIA. Aprendió técnicas para relajarse y distraerse durante las largas sesiones de maquillaje.
Charlize Theron (Monster: Asesina en serie, 2003)
Inspirada en la historia de la asesina Aileen Wuornos, esta película nos presentó a Charlize Theron como nunca, esto a nivel actoral y físico. La intérprete ganó alrededor de 13 kilos para lograr un aspecto más robusto y realista. En su caracterización se utilizó una prótesis dental para modificar su sonrisa y darle un aspecto más desaliñado, mientras que el maquillaje la envejeció y le dio un aspecto más duro y demacrado. El cabello, por su parte, se mostró descuidado y sucio. Charlize Theron no tuvo miedo de sacrificar su imagen pública por el bien del papel, lo cual, combinado con su gran actuación, la hizo merecedora del Óscar a Mejor actriz.
Tom Cruise (Una guerra de película, 2008)
Cuando vieron esta película, muchos cinéfilos ni siquiera sabían que el protagonista de Misión: Imposible tenía un papel en esta producción. Interpretó a Lee Grossman, un productor de cine extravagante, egocéntrico y bastante desagradable. Este hombre fue desarrollado por el mismo Cruise, quien después de leer el guion sintió que necesitaba un ajuste. El actor lució una barba y un bigote descuidados que complementaban su aspecto desaliñado, además aumentó ligeramente de peso para dar la impresión de un hombre que no se cuida físicamente. También usó lentes y se mostró con una calvicie. Cuando en los créditos finales se reveló que era él, la sorpresa fue masiva.
Brad Pitt (El curioso caso de Benjamin Button, 2008)
A diferencia de la mayoría de las historias, Benjamin Button nace como un anciano y comienza a rejuvenecer con el paso de los años. Para lograr este efecto se utilizaron una combinación de técnicas de maquillaje, prótesis y efectos visuales. La creación de cada Benjamin Button requirió horas de trabajo por parte de un equipo de expertos en maquillaje y efectos especiales. Se diseñaron prótesis faciales personalizadas para cada etapa de su vida, desde arrugas profundas hasta la piel de un niño. En este proceso trabajaron ganadores del Óscar, y por eso se le considera uno de los mayores logros en este tipo de casos.
Gary Oldman (Las horas más oscuras, 2017)
La interpretación de Gary Oldman como Winston Churchill le valió un Óscar como Mejor actor. No sólo hizo un gran trabajo en términos interpretativo, sino que verdaderamente lució como el ministro británico. Un equipo de expertos en maquillaje y efectos especiales, liderado por Kazuhiro Tsuji (quien también ganó un Óscar por este trabajo), creó prótesis faciales de silicona que alteraron completamente la apariencia de Oldman. Se utilizaron al menos 60 prótesis diferentes para darle a Oldman la característica papada, la nariz prominente y las arrugas de Churchill. Esto, sumado al estudio que realizó Oldman de su personaje, permitió hacer un gran retrato de tan importante personaje.
Christian Bale (El vicepresidente: Más allá del poder, 2018)
Nadie mejor que este camaleónico actor para desaparecer entre el maquillaje y convertirse en Dick Cheney, ex vicepresidente de los Estados Unidos. Bale subió alrededor de 18 kilos para asemejarse físicamente a Cheney en sus diferentes etapas de vida. Además, modificó sus cejas, las depiló y las decoloró para lograr una expresión más dura. Durante cuatro horas cada día de rodaje, el actor también aprovechó para raparse. Al final, su esfuerzo fue premiado comn un Globo de Oro y múltiples nominaciones.
Tilda Swinton (Suspiria: El maligno, 2018)
En esta reinvención del clásico de terror dirigido por Dario Argento, Swinton no sólo interpretó a Madame Blanc, la directora de la compañía de baile. Haciendo gala de su talento, encarnó a a otros personajes con edades y apariencias muy distintas, lo que requirió un gran trabajo de maquillaje y prótesis. Para dar vida al Dr. Klemperer se utilizaron en ella técnicas de maquillaje especiales que la hicieron parecer mucho mayor. Como unn divertido guiño, en los créditos finales se le atribuye la interpretación a Lutz Ebersdorf, alguien que no existe.
El elenco de El escándalo (2019)
En esta película nos encontramos nuevamente con el trabajo de Kazuhiro Tsuji, pero en vez de sólo maquillar a Gary Oldman como Winston Churchill, se enfocó en tres personajes. Charlize Theron se convirtió en Megyn Kelly, Nicole Kidman en Gretchen Carlson, y John Litgow en Roger Ailes, todos trabajadores de Fox News. La película abordó la serie de acosos que durante años se vivieron dentro del canal televisivo, y requirió que los miembros del elenco lucieran lo más realistas posible. Se utilizaron escaneos digitales para crear detalles sutiles, como líneas de expresión y prostéticos que los hicieran lucir irreconocibles. El caso de Litgow fue particular, pues su rostro cambió por completo. Dicho trabajo fue reconocido con un Óscar.
Jessica Chastain (Los ojos de Tammy Faye, 2021)
Para adentrarse en este icónico personaje, el equipo de maquillaje y efectos especiales trabajaba durante horas en un maquillaje recargado, pestañas postizas, y prótesis que alteraban las facciones de Chastain. Esta pasba hasta 7 horas en el área de maquillaje todos los días. Hubo un aumento de peso que ayudó al equipo en su labor, así como un gran trabajo en la voz de la protagonista. La interpretación de Jessica Chastain fue elogiada por la crítica, y la hizo merecedora del Óscar como Mejor actriz.
Stellan Skarsgård (Franquicia Duna, 2021 – )
Para interpretar al siniestro Barón Vladimir Harkonnen en las películas de Denis Villeneuve, Stellan Skarsgård se sometió a una de las transformaciones más comentadas en los últimos años. La silla en el área de maquillaje se convirtió en amiga del actor, pues pasó horas en ella para que le colocaran las protesis con las que lucía tremendamente grotesco. Se añadió un traje para hacerlo lucir con un peso mucho mayor, apliques en rostro y cabeza para simular calvicie y papada. El equipo de maquillaje trabajó siete meses para diseñar el “cuerpo” del Barón Harkonnen, y su aplicación tardaba hasta ocho horas. Skarsgård, sorprendentemente, siempre se mostró dispuesto, y en más de una ocasión señaló que disfrutó ver a los artistas transformarlo por completo. Fue tan fan del proceso que incluso pidió más escenas desnudo.
Colin Farrell (Batman, 2022)
El equipo de maquillaje, liderado por Mike Marino, realizó un trabajo excepcional creando un aspecto brutal para Farrell. Utilizaron prótesis faciales y un elaborado maquillaje para transformar su rostro y cuerpo, dándole un aspecto más robusto, deformado y con cicatrices. Aunque en Batman sólo se le ve el rostro, en la serie dedicada al Pingüino se le ve completamente desnudo. Al igual que ocurrió con Skarsgård, se le diseñó un nuevo cuerpo que incluía un pie totalmente destruido. Farrell admitió tener miedo cuando le dijeron que “desaparecería” entre el maquillaje, pero luego reconoció que fue una gran forma para que el personaje fluyera.
Brendan Fraser (La ballena, 2022)
Para interpretar a Charlie, un hombre de 270 kilos, Brendan Fraser tuvo que someterse a un aumento de peso. Si bien, este fue notorio, no se acercó en lo más mínimo a lo que necesitaba el personaje. Para convertirlo en el atormentado Charlie, el equipo recurrió a elaboradas prótesis y maquillaje para completar la transformación. Estas prótesis eran modificadas con efectos visuales para que el aspecto físico fuera más dramático y dejara al público impactado. Aunque el resultado fue sobresaliente, también enfrentó críticas; muchos acusaron a la producción por supuesta gordofobia y abuso en el morbo a la hora de crear a Charlie. Fraser terminó ganando el Óscar a Mejor actor.
Demi Moore (La sustancia, 2024)
Esta película de Coralie Fargeat causó un gran impacto por su historia, que explora temas como la obsesión por la juventud, los estándares de belleza y el terror psicológico. El equipo de maquillaje y efectos especiales realizó un trabajo increíble para envejecer y desfigurar el rostro de Demi Moore. Utilizaron prótesis y maquillaje para crear un aspecto demacrado, con arrugas profundas y todo lo necesario para hacerla lucir como una anciana. Sin embargo, el momento más trascendental llega en los últimos minutos, cuando la protagonista se convierte en el monstruo Elisasue.
Los encargados del maquillaje revelaron (vía) que tomó meses diseñar esta criatura, y que se hicieron maquetas para entender el reto al que se enfrentaban. En tomas abiertas se usó un doble de cuerpo, pero las protagonistas también usaron prostéticos, látex y diversos tipos de materiales en su cuerpo. El inquietante resultado fue parte esencial del éxito que consiguió este título.
Sebastian Stan (Un hombre diferente, 2024)
El actor, conocido por interpretar a Bucky Barnes en el Universo Cinematográfico de Marvel, sorprendió a todos con su interpretación de Edward en esta oscura comedia. El personaje sufre de neurofibromatosis, por lo cual su cara está llena de tumores y luce un aspecto que, a ojos de muchos, podría resultar desagradable. Los encargados del maquillaje se encargaron de llenar el rostro y la cabeza de Stan con pegamento para colocar los prostéticos, y sólo dejaron al descubierto un ojo y una oreja. Se hizo un escaneo en 3D de su cabeza y se imprimió una réplica, sobre la cual se hicieron moldes de solicón. El proceso fue minucioso, pues no se quería hacer una parodia, sino un trabajo respetuoso. Los moldes se pintaron, y al final el actor pasaba entre dos y tres horas diarias bajo las manos de los artistas. Adam Person, quien también aparece en el largometraje, sirvió como otra inspiración para los moldes.