Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Partir un jour – Crítica de la película de apertura en Cannes 2025

15-05-2025, 12:32:48 PM Por:
Partir un jour – Crítica de la película de apertura en Cannes 2025

Partir un jour apuesta por una sencillez que resulta más significativa como gesto proveniente de un festival como Cannes, que en sí misma.

Cine PREMIERE: 2
Usuarios: 0
Votar ahora:

Es apenas la segunda ocasión en la que una película dirigida por una mujer ha sido la responsable de abrir las actividades del Festival de Cannes en sus casi 80 años de historia. El gesto resulta representativo no tanto por el hecho de que sea una cineasta la responsable, sino por la elección de la película en sí. La película Partir un jour es una ópera prima, de escala bastante modesta, con números musicales espontáneos y sencillos y sin ninguna celebridad en su reparto. Es decir, una completa anomalía en términos de lo que suele representar ser la película de inauguración en un festival de semejante tamaño.

Partir un jour, película de apertura Cannes 2025.

La cineasta Amelie Bonnin parte de su propio cortometraje homónimo y lo convierte en un largometraje. En la película Partir un jour, Cécile (Juliette Armanette) está a punto de abrir su propio restaurante gourmet y cumplir su anhelado sueño cuando se ve obligada a regresar a su pueblo natal después de que su padre, un ávido espectador de Masterchef y demás programas de cocina. Lejos del ajetreo y el bullicio de la vida urbana, tropieza con su amor de la infancia (Bastien Bouillon), con quien sus recuerdos resurgen y le hace cuestionar la certeza de aquello que tanto deseaba.

En su cortometraje anterior, un novelista abandona su ciudad natal para hacer una gran vida en París. Aquí Bonnin cambia la profesión a una prometedora chef que se cuestiona si los grandes proyectos deben hacerse necesariamente lejos de casa y bajo estándares que son ciegamente seguidos más que puestos en duda.

Partir un jour, película de apertura Cannes 2025.

Usando canciones populares, los interludios musicales de la película remiten a una larga tradición en el cine francés que se remonta hasta Jacques Demy. Particularmente Une chambre en ville (1985) y hasta cineastas contemporáneos como Christophe Honore (Les Bien-Aimés, 2011) que optan por realizar una versión de musical mucho más austera, sin ningún elaborado diseño de producción ni coreografía o voces espectaculares. La cantautora Juliette Armanette hace gala de un carisma muy terrenal y la interacción que sostiene con los otros miembros del ensamble actoral resulta de una espontaneidad y ligereza que ciertamente son agradables pero en absoluto notables.

En la película Partir un jour, Bonnet apuesta desde el inicio por una sencillez que resulta más significativa como gesto proveniente de un festival como Cannes que en sí misma. El mensaje que la directiva del festival pretende dar, bajo el nuevo liderazgo de Iris Knobloch, es que el cine necesita cambiar de escala. Su visión busca alejarse del modelo de las superproducciones, del esquema de las superestrellas y el glamour, y de los grandes temas importantes. Su apuesta es por tener mayor cercanía con las historias personales a una escala, no menor, sino de mayor resonancia humana. Esto en teoría resulta loable, solamente sería mejor que el festival eligiese una mejor película para dar ese mensaje y que muchas de las prácticas establecidas por la tradición del mismo festival fuesen cuestionadas con la misma dureza con la que algunos críticos juzgan las películas presentadas a concurso.

 

autor Cofundador y crítico en la página web Butaca Ancha. Escribe de cine en medios como Tierra Adentro, Animal Político, Forbes y Algarabía. Considera que cada película, independientemente de donde venga y quien la haga, tiene algo importante que decir.
Comentarios