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Cine

Terminal – Crítica

11-07-2018, 9:14:09 AM Por:
Terminal – Crítica

Los atractivos escenarios de Terminal se ven eclipsados por un guion vacío que desperdicia por completo a Margot Robbie.

Cine PREMIERE: 2
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Terminal es seductora a primera vista. Incluso cuando uno no logra sumergirse por completo en el mundo que presenta la película –porque los distintos escenarios que presenta la historia nunca dejan de parecer sets construidos específicamente para la cinta–, las luces neón y la atmósfera oscura de la cinta sirven de fondo para otro proyecto donde Margot Robbie hace despliegue de sus habilidades con personajes perturbados, tal y como lo hizo con Harley Quinn y Tonya Harding en Escuadrón Suicida (2016) y Yo, Tonya (2017), respectivamente. No obstante, detrás de todo el estilo que el director Vaughn Stein conjura en su primer largometraje, sólo hay una historia vacía con resoluciones que el público podrá adivinar mucho antes del clímax de la cinta.

La cinta inicia con Annie (Robbie), una femme fatale en todo su esplendor, hablando con un misterioso hombre en un confesionario. Ella le ofrece un trato a su interlocutor: si logra deshacerse de todos sus mercenarios, ella se queda con su trabajo. De lo contrario, Annie será el trabajo. Por lo ocurre en las siguientes escenas, podemos deducir que Annie convenció al misterioso hombre de aceptar su juego del gato y el ratón y es así como ella se transforma en Bonnie, una ingenua pero peligrosa mesera que trabaja en una cafetería de una estación de tren. Ahí, Bonnie conoce a tres hombres: Bill (Simon Pegg), un profesor de inglés con los días contados y dos mercenarios que responden a los nombres de Vince (Dexter Fletcher) y Alfred (Max Irons). Por razones que se explican al final de la historia, Bonnie se divierte con ellos de distintas formas hasta que la terminal se convierte en el escenario de varios asesinatos.

Con escenarios que parecen salidos de una cinta de Nicolas Winding Refn (quien también tiene una fascinación por los colores neón y el estilo sobre la sustancia) y una historia de que quizás a Guy Ritchie le hubiera llamado la atención (por la exploración que hace de un mundo clandestino y los criminales que lo habitan), Terminal se esfuerza por tratar de ser cool y diferente desde el inicio. Sin embargo, en la cinta no ocurre nada interesante hasta los últimos 20 minutos, en los que a través de diálogo expositivo, la audiencia conoce la motivación de la protagonista para llevar a cabo su juego. Una de las reglas más importantes al contar una historia en cualquier medio  –»muéstralo y no sólo lo digas»– sólo aplicó en Terminal para los sets de la cinta, los cuales son fascinantes de ver al igual que todo el vestuario y el maquillaje de los personajes.

Nadie puede negar que el director Vaughn Stein tiene una sólida idea de lo que puede verse bien en pantalla. No obstante, su esfuerzo en la parte visual siempre se ve eclipsado por un guion que constantemente le está recordando al público otras películas similares con una narrativa más interesante y entretenida como Se busca (2008) o Atómica (2017) . Cada escena lleva al espectador a pensar en el material original al que el filme está haciendo referencia: desde la peluca del personaje de Margot Robbie en la primera escena inspirada en Mia Wallace hasta la dinámica que tienen los mercenarios y que trata de imitar aquella que John Travolta y Samuel L. Jackson tuvieron en Tiempos violentos (1994), el director parece haber realizado una cinta que sirve más como un pastiche que como un esfuerzo original e innovador.

A pesar de los puntos señalados anteriormente, la mayor incógnita que Terminal encierra en sus 95 minutos de duración es el porqué de la partición de actores de la talla de Simon Pegg, Mike Myers (quien regresa a la pantalla grande después de casi nueve años de ausencia) y por supuesto, Margot Robbie. Quizá la participación de Robbie puede explicarse a la oportunidad que tuvo la actriz de también ser productora del proyecto, pero el resto de los involucrados tiene apariciones tan poco trascendentales (en comparación a lo que han hecho el resto de sus carreras) que inevitablemente se sienten desperdiciados en todos los sentidos.

Tras ver Terminal, uno no puede evitar preguntarse qué hubiera ocurrido si el director Vaughn Stein no hubiera antepuesto el estilo sobre la sustancia. O al menos hubiera escrito un guion menos obvio. El realizador tenía a su disposición todas las herramientas para hacer funcionar al proyecto, pero sobre todo, a una actriz con una reciente nominación al Oscar que sigue esperando y buscando proyectos que le permitan explotar todo su rango actoral así como su carisma. Al final del día, Terminal es un proyecto que nunca despega y que desperdicia a todo el talento involucrado.

autor Soy fan de los slasher y me gustaría vivir en una película de terror. De grande quiero ser como Sidney Prescott. Algún día escribiré un best seller. Me gustan los libros, las series y obviamente, el cine.
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