El incidente

Al parecer, la industria del cine mexicano está teniendo un alza bastante fuerte. Cada día hay más producciones y por ende más estrenos, de los cuales Isaac Ezban y su equipo de producción forman parte con la ópera prima El incidente. 

La película maneja un tema sumamente interesante y explotable: dos casos paralelos en donde se quedan atrapados en un espacio infinito. El primer caso es de dos hermanos y un detective que terminan enganchados en unas escaleras. El segundo es de una familia que decide irse de viaje y pasan por la misma carretera una y otra vez. 

Suena interesante, pero lo hubiera sido aún más si el manejo de ambas situaciones se desarrollara de una manera más… interesante. Entonces, empezaremos a hablar de la propuesta fotográfica que sí resulta interesante y novedosa. Aún así había descuidos en cuanto a los encuadres (uno, por ejemplo, presentado en diagonal y resulta muy poco efectivo). No obstante, hay un plano secuencia bastante bien logrado en las primeras escenas.

Por otro lado, el sonido tuvo varias fallas que debieron haber cuidado en post-producción. Por momentos, lo que se escucha no va con la imagen que nos están presentando, por ejemplo. Además de que tiene efectos gratuitos, sin una explicación lógica que encajara en el universo cinematográfico creado. 

Aún así, yo siempre he pensado que la suciedad en la fotografía y en el sonido son perdonables si la historia rebasa esos detalles, y El incidente no logra esto a pesar de que tiene referencias bastante cautivadoras (como el vínculo que hay hacia el registro akáshico que es una memoria universal sobre las vidas pasadas, presentes y futuras). Mucho de este problema radica en que las actuaciones se perciben tan artificiales que no consiguen que el espectador sea parte de la cinta y se crea lo que está pasando. 

Y por último, la cereza del pastel: la moraleja. Cuando alguien te narra algo con cierta enseñanza, la enseñanza debe de ser implícita. Sin embargo, esta ópera prima nos explica con lujo de detalle con un monólogo bastante largo el aprendizaje de la película. Es como si te contaran un chiste y después desglosaran por qué te debería de dar risa.

En fin, la crítica acaba aquí debido al temor de que se queden atrapados en una narración infinita.

Regina García de Alba Cineasta que cree que el cine no se debería de clasificar en "cine de arte o comercial" sino "cine bueno o cine malo"