Rebel Moon: La niña del fuego – Crítica de la película

El polémico director Zack Snyder está de regreso, en esta ocasión con la primera parte de Rebel Moon: “La niña del fuego”. En esta nueva obra original del cineasta, conoceremos la historia de Kora (Sofia Boutella), una joven y audaz guerrera, quien, después de que su pueblo es atacado por un ejército tirano, en busca de conquistar sus tierras, se enfocará en reunir a una plantilla de guerreros forajidos para hacerle frente al inesperado altercado.

No es ningún secreto el empeño y dedicación que Snyder pone a cada una de sus producciones. Es evidente el amor que el realizador siente por su trabajo y el respeto que tiene por cada integrante de su equipo. No por nada, sus actores siempre se muestran felices y agradecidos con él, y constantemente es algo que expresan en entrevistas y conferencias de prensa. Por desgracia, nada de esto resulta suficiente para que Rebel Moon se convierta en una extraordinaria cinta de ciencia ficción. Esto, pese a que sí cuenta con algunos momentos memorables. Podríamos decir que Rebel Moon es todo lo que se esperaría de un filme de Zack Snyder… tanto para bien, como para mal.

Una proeza audiovisual

Empecemos abordando el lado amable de la cinta. Y es que, lo que es más digno de aplaudir aquí, es la tremenda calidad visual que maneja el largometraje. Es muy probable que “La niña del fuego” obtendrá múltiples nominaciones, en diversas ceremonias de premios, por sus grandiosos efectos generados por computadora. Su fantástico CGI nos permite ser parte de un hermoso espectáculo inmersivo, que deleita a la pupila y nos transporta directo al campo de batalla. Por instantes, se siente como si nos adentráramos a un videojuego de acción, en primera persona.

A su vez, el diseño sonoro también destaca de sobremanera, ya que da apertura a una experiencia sensorial. Logra envolver en su totalidad al espectador, y lo vuelve partícipe del conflicto bélico. Asimismo, el score, a cargo de Tom Holkenborg (quien ya ha trabajado con anterioridad al lado de Snyder) da pie a la creación de un ambiente épico, cuyos matices heroicos despiertan una constante sensación de valentía e intrepidez. Es una tristeza que la película no vaya a tener exhibición en cines, para poder apreciar al máximo su grandeza audiovisual.

Desarrollo pobre y poco interesante

Ahora bien, es globalmente sabido que el corazón de una película es su historia, y por desdicha, ese es el aspecto más flojo de Rebel Moon. Con una evidente inspiración en Star Wars, e incluso en Los siete samuráis, del legendario Akira Kurosawa, la trama de La niña del fuego carece de todo tipo de profundidad y complejidad, a pesar de que Snyder ha descrito a su cinta como una «Star Wars para gente adulta». El guion de esta primera entrega, cuya secuela llegará a Netflix en abril de 2024, estuvo a cargo de Shay Hatten, Kurt Johnstad y el mismo Zack Snyder. Resulta increíble el hecho de que tres personas en conjunto no hayan podido crear un argumento mucho más elaborado.

El desarrollo de los personajes es plano y escaso (por no decir nulo). Mientras que conocemos información sobre el pasado de nuestra protagonista, Kora, todo se aborda de forma superficial, a modo de flashbacks, en pocos minutos. Debido a ello, no nos terminan por quedar claras sus motivaciones, más allá de su deseo por salvar y vengar a su gente.

De esta manera, resulta predecible el trato que sufren el resto de los personajes. Todos lucen atuendos vistosos, tienen personalidades muy contrastantes y poseen habilidades diferentes, cualidades que dan como resultado a un equipo de guerreros bastante llamativo. Sin embargo, poco nos interesa lo que suceda con ellos, ya que el largometraje no se preocupa, en lo absoluto, en darnos un trasfondo sobre cada uno de los personajes. Sólo se nos dan migajas de información, por lo cual, es imposible conectar y empatizar con ellos.

¿La película logra ser entretenida?

Por otro lado, el tan característico uso excesivo de la cámara lenta, por parte de Snyder, por supuesto que está de regreso. Si bien las diversas tomas en slow motion nos brindan la oportunidad de apreciar a detalle el bello diseño de vestuario y producción, la repetición tan continua de este recurso termina por generar cierto hartazgo. Escenas que buscan ser épicas, caen en un melodramatismo que raya incluso en lo ridículo y risible. La cinta se toma demasiado en serio a sí misma, y esto puede resultar en algo pretencioso, que saca de sintonía al espectador.

Rebel Moon: La niña del fuego cumple su propósito principal como filme de acción. Nos proporciona una buena dosis de secuencias explosivas, para disfrutar con una cubeta de palomitas, y logra entretener al público por más de dos horas. No obstante, el desarrollo y el desenvolvimiento que tiene la historia deja mucho que desear. Es difícil que la situación pueda mejorar para la secuela, pues las bases ya han sido planteadas. Esta película, sin duda, será una que los fans de Zack Snyder amarán y defenderán, mientras que al resto de los espectadores muy probablemente los dejará con un sabor de boca agridulce.

Aldo Javier Martínez He sido amante del cine desde que tengo memoria, por lo que convertí esa pasión en mi profesión. Deseo dejar mi huella en el guionismo de terror. Baterista por hobbie. Fan de los 49ers de nacimiento.