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Cine

Quémese después de leerse – Crítica

22-10-2008, 11:52:59 AM Por:
Quémese después de leerse – Crítica

Otra comedia negra a la altura de las mejores de los Coen; Brad Pitt, memorable. Cuatro merecidas estrellas.  

Cine PREMIERE: 4
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Pulsaciones graves percuten sobre el diafragma del espectador, lento zoom in satelital hacia lo que reconoce como el Atlántico Norte, Estados Unidos, Virginia, un edificio, dos decididos zapatos recorriendo un largo corredor… todavía no ha transcurrido un minuto, no ha aparecido un personaje, pero el espectador ya sabe que está en las oficinas centrales de la CIA, a punto de entrar en una de esas complejas intrigas donde, a ritmo trepidante y en medio de secretos, conspiraciones, traiciones y revelaciones que un mortal común y corriente sólo puede entender a medias, se teje la honda trama del mundo.   

El ritmo, implacable hasta el final, cumple a la perfección con la premisa de la película de Quémese después de leerse: un exasperado John Malcovich será despojado de su cargo en la CIA mientras su esposa, una odiosa Tilda Swinton, lo engañará con una caricatura de Don Juan a cargo de George Clooney.

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Entretanto, una obtusa Frances McDormand, secundada por un atlético cabeza de chorlito, magistralmente actuado por Brad Pitt, tratará de pagarse un extreme makeover vendiendo unos documentos confidenciales que ha conseguido por casualidad.   

Formalmente no falta nada: redoble de tambores, armas, muerte, documentos clasificados, sexo secreto, inocentes involucrados en asuntos que los rebasan… hasta la visita a una staliniana embajada rusa.  Sólo que la trama del mundo no es honda y la única revelación que el extraño humor de los hermanos Coen nos ofrece se parece más a una mezcla de Flaubert y Vonnegut que a John Le Carré: a saber, que detrás del poder no se oculta ni la maldad maquiavélica ni los hermanos Wachowski, ni siquiera Pinky y Cerebro, sólo la infinitamente generosa imbecilidad del género humano. A evitar absolutamente por todo aquel que crea en teorías de la conspiración  o en la existencia de límites que ni siquiera el humor debe cruzar.

autor Este texto fue ideado, creado y desarrollado al mismo tiempo por un equipo de expertos trabajando en armonía. Todos juntos. Una letra cada uno.
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