Me casé con un idiota – Crítica de la película y dónde ver
Aunque no pasará a la historia, se trata de una comedia sólida que sale a flote gracias a la química de sus protagonistas
Tras su paso por El baile de los 41, Alfonso Herrera vuelve al cine mexicano. Lo hace con un personaje completamente diferente y que le permite explorar una faceta en la que no lo vemos muy seguido: la comedia. ¿Será esta nueva cinta un paso adelante en su carrera? Aquí te contamos dónde ver Me casé con un idiota y si vale la pena hacerlo.
Iñaki y Flor son dos actores que forman parte del elenco de una esperada cinta ambientada en tiempos de la Revolución. Su participación requiere de una intensa química romántica que poco a poco va surgiendo… y trasladándose a la vida real. ¿El problema? Flor es novia del director de la película, e Iñaki no sabe cómo amar a alguien que no sea él mismo. La química surgida en el set los lleva a casarse, pero Flor se decepciona al descubrir que Iñaki solo es carismático y encantador en la pantalla, así que busca separarse de él. Desesperado por perder al amor de su vida, Iñaki recurrirá a la guionista de sus películas. Juntos escribirán una historia de amor con la que él pueda cautivar a Flor.
Siendo sincero, el trailer de la película no le hace justicia a la historia. Tampoco es que el producto final sea precisamente una maravilla, pero el avance no deja ver los atractivos que pueda tener Me casé con un idiota. Hablando de la película en sí, podríamos decir que está dividida en dos. La primera parte nos adentra en la realización de la cinta en la que se conocen nuestros protagonistas, mientras que la segunda aterriza en el conflicto amoroso de la pareja.
Lo irónico del asunto es que lo más interesante se da en la primera parte, pues pocas veces el cine mexicano ha hecho referencia a cómo es producir una película. Claro que el guion cae en lugares comunes y situaciones un tanto exageradas, pero al menos logra sacarnos varias risas con las ocurrencias que se dan en el set de filmación y el humor meta en varias secuencias. Desgraciadamente, después pareciera que vemos otra película, una que no está a la altura del inicio y se toma más en serio de lo necesario.
Dicho lo anterior, Alfonso Herrera es lo más sobresaliente de la cinta. Su actuación está a nada de caer en el ridículo, pero con el paso de los minutos vamos entendiendo por qué Iñaki se comporta en ocasiones como un niño chiquito y todo va haciendo sentido. La química con Paulina Gaitán es notable, ella realiza un buen trabajo, y aunque (todavía) no tiene el encanto de otras protagonistas mexicanas, pinta para convertirse en uno de los rostros más reconocidos en los próximos años. Mención especial para la primera actriz Patricia Reyes Spíndola. Su actuación, aunque breve, logra arrancar varias carcajadas a lo largo de la cinta.
Por el lado negativo, Me casé con un idiota no ofrece nada nuevo en su realización. Aunque su diseño sonoro es destacable (pocas películas mexicanas se oyen tan bien), las locaciones, dirección de extras y desarrollo se sienten muy irregulares. No faltan esos clichés dignos de videoclip musical donde los protagonistas observan por la ventana mientras la tristeza los invade. ¿En serio no pudieron utilizar otra canción para esas secuencias? Lejos de sentir empatía por la situación, el espectador termina por aburrirse.
Básicamente, Me casé con un idiota es una comedia romántica efectiva. No pasará a la historia y seguramente no la recordarás al día siguiente, pero funciona como un sano entretenimiento gracias a su interesante primer acto y la buena química de sus protagonistas. Comparada con las comedias mexicanas que se han estrenado en el último mes, esta es una joya.
¿Dónde ver Me casé con un idiota?
La película se encuentra disponible en ViX Plus, la versión premium de la plataforma. El costo de la suscripción es de $119 pesos mexicanos.