Good Time: Viviendo al límite

Benny Safdie y Joshua Safdie se unen ya a ese selecto grupo de hermanos cineastas que trabajan y elaboran sus historias complementándose, en equipo. Es así que en Hollywood existen de todo tipo de colaboraciones carnales, ya sean las blockbuster como los hermanos Russo con Capitán América El Soldado de Invierno y pronto Avengers Infinity War, los autores de comedia negra con Joel y Ethan Coen y hasta los gemelos Michael y Peter Spierig quienes han explorado el terror con Jigsaw.

Los hermanos Safdie podrían estar clasificados dentro de un género más de cine urbano, y con Good Time Viviendo al límite demuestran una completa comprensión del lenguaje de guerrilla, ese cine casi documental que nos transporta al nivel de la acción sin perder de vista lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Y todo ello bajo el protagonismo de Robert Pattinson, quien erróneamente se le sigue asociando con la saga de Crepúsculo pero desde que terminó la franquicia de los vampiros de brillantina, ha participado con cineastas vanguardistas en busca de historias únicas.

Pattinson interpreta a Constantine Nikkas quien en tan sólo un día deberá pasar por diversas pruebas que el destino… o en este caso la muy mala suerte le pone con tal de poder regresar con su hermano Nick (Benny Safdie, uno de los Safdie que también dirige). Estamos ante una pesadilla con la que nos podemos identificar, en donde un evento desencadena que nuestras propias decisiones vaya siendo una peor que la otra, siempre buscando el bien común, la esperanza al final del túnel.

Conforme avanza el día, Constantine se encuentra con una serie de personajes construidos con una sólida tridimensionalidad, imperfectos dentro de su mundo también imperfecto. La novia atrapada en un loop donde parece siempre atraer patanes como lo vendría siendo el propio Constantine y hasta narcotraficantes no muy inteligentes que hacen el día más difícil a nuestro protagonista. Cada personaje aporta un cambio radical al devenir de las acciones y reacciones del personaje de Robert Pattinson, mostrando que la espiral hacia el infierno está en cada decisión que toma.

Un elemento que ayuda a la tensión de Good Time Viviendo al límite y explota mucho más estos acercamientos al rostro de Pattinson es la música del compositor experimental Oneohtrix Point Never, quien a través de sintetizadores y notas que parecieran saturadas pero con la intención del artista, nos transporta a un estado de casi hipnosis gracias a las imágenes, edición y actuaciones que estamos presenciando, especialmente en sus primeros 30 trepidantes minutos.

Si bien la película necesita tener descansos dentro de su rápida acción y suspenso, es quizá un “freno” muy abrupto que rompe de más con lo que venía siendo un desarrollo natural de la historia. Esto es quizá ser un tanto quisquilloso, pero lo cierto es que Good Times Viviendo al límite pone muy en alto el desarrollo de una historia muy sencilla que va desembocando en un vertiginoso desenlace que nos deja inmóviles tras empezar los créditos finales.

Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.