Fresh – Crítica y sinopsis de la película

Quizás uno de los géneros más populares entre el público, pero lleno de clichés, es, precisamente, la comedia romántica. Su objetivo suele ser idealizar las relaciones románticas. Pero, ¿qué pasa cuando una cineasta debutante como Mimi Cave busca subvertir los convencionalismos del género y en su lugar nos entrega una película arriesgada y con un trasfondo por demás interesante al mezclar humor, terror, thriller, canibalismo refinado y gore? Eso es la película Fresh, una anti comedia romántica, ácida, grotesca e inquietante que no nos deja indiferentes sobre temáticas impulsadas por los horrores del mundo actual que padecen las mujeres.

Con un guion tan ingenioso como desconcertante de Lauryn Kahn, la película Fresh tiene como protagonista a Noa (Daisy Edgar-Jones, protagonista de Normal People), una joven cansada y decepcionada del mundo de las cintas online. Todo cambia cuando, inesperadamente y lejos de la virtualidad, Steve (Sebastian Stan) se cruza en su camino. Aquel encuentro casual se convierte en lo que parece ser la relación perfecta para Noa. Sin embargo, detrás de aquel ‘príncipe encantador’ se esconde un sujeto con un apetito bastante peculiar.

Aunque no es una regla establecida, les resultará complaciente no tener ningún antecedente previo al visionado de la cinta en su totalidad. La razón es que durante los primeros 30 minutos, la directora juega con las expectativas del público al establecer las convenciones de una comedia romántica. Hasta que, de pronto, se vuelve una narrativa de lo más retorcida e incómoda, pero entretenida a la vez.  

Involucrarse en la trama resultará de los ejercicios más lúdicos porque aunque la cineasta nos ha vendido Fresh como una historia de amor, el cambio de tono no es tan sorpresivo como lo imaginamos. De hecho nos deja sospechar -tanto a nosotros como a ciertos personajes- que ese idílico amor entre Noa y Steve esconde un lado siniestro. Pero sólo es cuando Noa se encuentra en el verdadero abismo que por fin se da cuenta de las “red flags” de aquella relación.

El debut de la directora Mimi Cave es sumamente atinado. La cineasta tienen muy bien estudiados los elementos del lenguaje audiovisual. Se adentra por los terrenos del comentario social. Pero utilizando el género del terror psicológico como el recurso narrativo por excelencia para desnudar el lado más oscuro y malintencionado del ser humano. De hecho, la película bien podría emparentarse con otros títulos como Psicópata americano, de Mary Harron; El silencio de los inocentes, de Jonathan Demme; ¡Huye!, de Jordan Peele; Promising Young Woman, de Emerald Fennell y Amores caníbales, de Ana Lily Amirpour.

Con ello en mente resulta satisfactorio como la directora Mimi Cave y la guionista Lauryn Kahn construyen, con ayuda del terror, una sátira sobre el amor y la idea equivocada de la «media naranja». Del mismo modo, plantean a modo de metáforas temas como la manipulación, el control, la dominación, el maltrato y la explotación femenina en pro del placer masculino a niveles extremos. Un auténtico canibalismo patriarcal.

Fresh también destaca por un elegante diseño de producción, fotografía y ambientación con movimientos de cámara -la mayoría primeros planos y close-ups–  que despertarán nuestra claustrofobia más profunda. Uno de los grandes aciertos de la película es que sugiere más de lo que muestra en pantalla. Elemento que, por supuesto, causa horror, frustración e incomodidad en el espectador incapaz de actuar frente a la perversión masculina.  

Las piezas musicales -sumamente alegres- y los efectos de sonido son imprescindibles para la hechura cinematográfica de Fresh. Gracias a estos elementos, la película se jacta de cierta ironía y humor negro. Esto le permite balancear el malestar psicológico provocado en las víctimas femeninas como en la audiencia, ante el festín malicioso e inmoral de su protagonista masculino.

La química entre Sebastian Stan y Daisy Edgar-Jones es tan magnética como compleja. Pero por separado, Stan logra irradiar y balancear esa chispa de hombre seductor, romántico y torpemente encantador con la de un hombre perverso y psicópata sediento de carne. Mientras que la ingenuidad de Edgar-Jones se transforma en un temple de determinación y valentía para librar una batalla ante un depredador descomunal.   

Fresh se revela ante nosotros como una película oscura, tensa, mordaz y hasta surrealista. Tiene además interesantes giros narrativos. En ellos no sólo hay cabida para la acertada mezcolanza de géneros, sino que aprovecha para plantear una intensa reflexión social sobre el amor romántico, los roles de género y la masculinidad violenta.

Una película fresca como su título lo sugiere. Mientras más se aleja de las comedias románticas, más logra satisfacer el apetito de los espectadores más exigentes. Y lo hace con una generosa porción de frescura y sorpresa que, quizá, para algunos sea difícil de digerir, pero que disfrutarán por igual.

La película Fresh ya está disponible en Star Plus.

Brenda Medel Me encanta ver, hablar, escribir y soñar sobre cine. Mi serie favorita se llama 'La dimensión desconocida'. Siempre estoy cantando. Todo el día pienso en comida. Y no me quito mis gafas de sol ni para dormir.