Episodio final de Sense8 – Crítica

El episodio final de Sense8 fue pensado para complacer a todos las fanáticos de la serie que le exigieron a Netflix el estreno de la tercera temporada. Sin duda cumple su función: son dos horas sumamente emotivas que atan cabos sueltos durante las dos temporadas.

Sense8 no sólo cambió la vida de millones de jóvenes que aún sentían miedo por expresar su orientación sexual públicamente, sino que la mayoría de los protagonistas ganaron un reconocimiento internacional con su participación en este círculo. Además, generaron un fenómeno de aceptación impresionante. Esa alegría y festejo tienen un fiel reflejo en este capítulo.

Cada escena parece diseñada para cumplir con las expectativas de los fans y es algo que se agradece, pues esto no siempre sucedió en temporadas pasadas. La relación más tierna y dulce ha sido desde un inicio el noviazgo entre Amanita y Nomi Marks, así que no parece extraño que esta pareja tenga mucho más protagonismo que cualquier otra en este final. Además, uno de los momentos más emocionantes del último capítulo de la segunda temporada, fue el momento en que ambas se pidieron matrimonio.

Por otro lado, los fanáticos esperaban ver mucha más participación conjunta del detective Mun y Sun y, sin duda, han sido ellos los que han dado a este capítulo las escenas de acción más extraordinarias.

Estéticamente, este nuevo capítulo encaja a la perfección con los pasados. Incluso retoma, como lo hizo en el capítulo especial que dio inicio a la segunda temporada, las secuencias de escenas largas, sin diálogos y con un fondo musical en el que no se cuenta ni revela nada. Simplemente son momentos característicos de la serie, como aquellos en los que tienen sexo o muestran el nacimiento de los sensates. En esta ocasión, también hay una secuencia larga similar, pero esta vez los detalles sí revelan aspectos importantes de la historia.

Para evitar arruinar tanta felicidad, las hermanas Wachowski decidieron que todo lo que en capítulos pasados hubiera sido tópico de drama, ahora es motivo de risa. Este capítulo tiene mucho más humor que cualquier otro, aunque podría parecer incoherente que un personaje se ría de algo que en otro momento fuera una escena dramática.

Siendo este el último episodio, quizá sería demasiado tarde para crear una nueva línea argumental, por lo cual no parece haber nada nuevo en la historia. Ésta sólo esclarece cosas que habían sido insinuadas en capítulos pasados. No obstante, lo que sí llega a ser una sorpresa es la revelación de los misterios de la relación entre Jonas y Angélica que siempre se caracterizó por ser sumamente misteriosa.

El episodio cumple a la perfección como un regalo para los fans: con mucha alegría y llena de momentos emotivos que deleitarán a más de uno.

Susana Guzmán De la O Escribir y el cine son mis más grandes amores. Admiro a Tarkovski, pero lloro cada que veo Up.