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Cine

Cannes 2024- Emilia Pérez – Crítica de la película protagonizada por Zoe Saldana

26-05-2024, 2:11:19 PM Por:
Cannes 2024- Emilia Pérez – Crítica de la película protagonizada por Zoe Saldana

La película ganadora del Premio del Jurado en Cannes, un musical producido entre Francia, EUA y México, reabre el debate del tipo de visión que los festivales extranjeros buscan de la "realidad" latinoamericana.

Cine PREMIERE: 1.5
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¿Es posible hacer un musical sobre temas tan sensibles en la agenda nacional como lo son los feminicidios, la corrupción, los desaparecidos y la violencia del narcotráfico? La respuesta que da Emilia Pérez –la más reciente película del francés Jacques Audiard, coproducida por los Hermanos Dardenne y por la compañía mexicana Pimienta Films– es un resonante “no”. El que la película haya sido tan aplaudida  por la prensa internacional (se llevó el Premio del Jurado en el recién terminado festival de Cannes) expone abiertamente un punto ciego presente en ojos extranjeros. Ésta comienza con un trío de mariachis cuyos sombreros están cubiertos de luces neón, mientras una versión musical del “se compran colchones, refrigeradores, estufas…” suena en el fondo para “ambientarnos” en la Ciudad de México.

Aunque partes de la película fueron filmadas en nuestro país, Emilia Pérez presenta una visión artificial de México, que aunque no se podría decir que es caricaturizada, sí toma libertades creativas cuestionables para darle cohesión a su relato. La película está estructurada como una opereta, que de alguna forma busca emular la artificialidad de los universos musicales del cineasta francés Jacques Demy, el director de Los paraguas de Cherburgo (1964), pero obviando el hecho de que hay un contexto social profundamente doloroso del que, como el mismo cineasta reconoció en la conferencia de prensa de la película en Cannes, no existe una documentación profunda; solo hay una impresión superficial de los mismos. Sobra decir que, al ver la película, es evidente que hay una irresponsabilidad rampante, acompañada de un ejercicio fílmico competente, pero con evidentes carencias, como el deficiente español de Selena Gomez, quien se vuelve ininteligible al cantar.

Emilia Perez película
Selena Gómez en la película Emilia Pérez, de Jacques Audiard.

La energía y vigor que tienen usualmente las películas de Audiard, como Un prophete (2009) y De Rouille et d’Os (2012), están revolucionadas en Emilia Pérez por su naturaleza musical. Desde el principio se busca una tónica intensa que parece tener la intención de distraernos con su aparatosidad de lo que estamos escuchando. Zoe Saldaña interpreta una joven abogada originaria de Veracruz, aunque con un muy marcado acento colombiano, que es reclutada por un poderoso narcotraficante apodado “Manitas” (Karla Sofía Gascón), quien ansía cambiar de sexo. La abogada es contratada para ayudarle al capo con los trámites legales y financieros para que la esposa de “Manitas” (Selena Gomez) y sus hijos no queden desprotegidos. 

Cuatro años después, el “Manitas” se reencuentra con la abogada, pero el narcotraficante se ha convertido ya en Emilia Pérez, una elegante dama de sociedad que extraña a su familia y que en un momento de profundo arrepentimiento decide tomar el rol de luchadora social y crear una asociación llamada “Lucecita” para identificar familias de desaparecidos. La transición de sexo del personaje de Emilia Pérez busca también replicarse en una transición moral que es tan repentina y brusca como los giros narrativos que se tomarían en cualquier telenovela latina, que parece ser la principal fuente de inspiración de Audiard para exponer la vida emocional de los personajes. Particularmente, llaman la atención las volubles decisiones de Emilia, quien actúa con seguridad, pero es un personaje lleno de miedo e inseguridad.

Emilia Pérez película

La actriz española radicada en México, Karla Sofía Gascón, logra atajar ese peligroso y delicado balance haciendo que el melodrama de la película toque un punto más humano que a veces resulta hasta tierno. Sin embargo, se diluye en la estridencia de los números musicales más elaborados, como el que se lleva a cabo en una gala de recaudación de fondos para la fundación de Emilia, o en la deficiencia en las letras de las canciones de números más “íntimos”, como el que tiene Emilia con uno de sus hijos en su habitación. Gascón trae una sutileza que la película busca evadir constantemente, particularmente en una visión de México y sus problemas tan sesgada y parcial como la que pudimos ver en Sicario (2016) de Dennis Villeneuve, también en su momento presentada en competencia oficial en Cannes. Emilia Pérez nuevamente reabre el debate del tipo de visión que los festivales internacionales más grandes buscan de la “realidad” latinoamericana. Es la confirmación de una visión estereotípica de problemas profundos, que más que representación y visibilidad en un certamen como Cannes, disfrazados de un vivaz  y espectacular entretenimiento, urgen de atención y solución en casa.

Pobre Emilia Perez, tan cerca de Francia y tan lejos de México.

autor Cofundador y crítico en la página web Butaca Ancha. Escribe de cine en medios como Tierra Adentro, Animal Político, Forbes y Algarabía. Considera que cada película, independientemente de donde venga y quien la haga, tiene algo importante que decir.
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