El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim – Crítica de la película
Una apuesta arriesgada en el universo de Tolkien que no logra estar a la altura.
El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim llega para enfrentar un gran reto. El universo que creó J.R.R. Tolkien ha tenido un colosal impacto en nuestra cultura e imaginación. Su obra ha inspirado innumerables historias, juegos y nuestros conceptos de fantasía. Cuando Peter Jackson realizó exitosamente el sueño de adaptar esta novela al cine, logró llevar ese mundo a muchas más personas y dejó la barra muy alta para épicos de fantasía. ¿Logrará la película de anime estar al nivel de la aclamada trilogía El Señor de los Anillos?
No están equivocados los estudios cuando tratan de repetir el éxito del director con otros títulos, o en explorar más aventuras dentro del mismo universo. Habemos muchos fans sedientos de buenas historias de fantasía y queremos disfrutar de su magia en la pantalla grande. El sonido del cuerno de los Rohirrim retumbó por toda la Tierra Media, anunciando la llegada de una nueva aventura épica. Con Peter Jackson respaldando la producción de Warner Bros. Animation y New Line Cinema como productor ejecutivo, los aficionados esperábamos una digna expansión del universo de Tolkien. Cuando se decidió que la precuela tomaría forma en el formato de animación con el estudio Sola Digital Arts y la dirección de Kenji Kamiyama (Ghost in the Shell: Stand Alone Complex) parecía que los jinetes de Rohan estaban en buenas manos.
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¿De qué trata El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim?
Miranda Otto, la actriz que interpretó a Éowyn, nos narra la historia no contada sobre Hèra, hija del Rey Helm de Rohan. Esta es una historia nacida de los apéndices de El señor de los anillos, la historia de Helm Hammerhand. Se trata del rey y héroe de la tierra media cuyas hazañas le dan nombre a la fortaleza El Abismo de Helm. Para quienes no recuerden, es la fortaleza donde se libró una batalla contra el ejército de Saruman en la película Las dos torres.
La historia se desarrolla 183 años antes de que La comunidad del anillo emprendiera su viaje para derrotar a Sauron. Es un momento crítico en la historia de Rohan, cuando el reino está bajo amenaza de los invasores y la realación con Gondor se encuentra quebrantada. Éowyn nos relata la historia no contada de Hèra y cómo se desquebrajó una conexión profunda con su amigo de la infancia, Wulf. El conflicto comienza cuando el Rey Helm recibe una propuesta de matrimonio para su hija aquel amigo de la infancia e hijo de Freca y la rechaza. La tensión entre ambos líderes se intensifica, y su disputa termina en un violento enfrentamiento. Con un solo golpe, Helm derriba a su contrincante, demostrando su fuerza y autoridad. Sin embargo, esta victoria tiene un precio: Wulf es desterrado. Despechado y sediento de venganza jura cobrar las ofensas de Rohan y su Rey Helm.
¿Vale la pena El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim?
Con esta trama, la adaptación logra crear un mundo emocionante y lleno de acción. La narración de Miranda Otto, la entrega de los diálogos y la música, hacen un gran trabajo para situarnos dentro del mundo cinematográfico de El Señor de los Anillos. La estética visual de la obra crea un ambiente inmersivo y emocionante a través de su paleta de colores y diseño de los personajes y locaciones. Sin embargo, aún los amantes del medio pueden estar de acuerdo que le resta la epicidad que le provee el live-action de Peter Jackson.
En general las escenas de acción son emocionantes, pero en algunos momentos la animación se siente mal lograda. Siendo este un medio que te permite explotar la imaginación sin la necesidad de un mayor presupuesto. Kenji Kamiyama y el estudio Mappa nos toman por sorpresa en estos aspectos debido a su larga trayectoria y la calidad de sus proyectos anteriores. Aún en la poco apreciada saga de El Hobbit, es tangible la gran escala de la aventura.
El guión de Jeffrey Addiss, Will Matthews, Phoebe Gittins y Arty Papageorgiou, deja que desear. No logra enteramente hacer que el espectador conecte con sus protagonistas. La animación puede verse impresionante y sentirse real, pero los personajes no se sienten tridimensionales. Es una oportunidad perdida, ya que los escritores habían establecido un fundamento prometedor para desarrollar a Wulf como un antagonista más complejo y fascinante. Aunque se menciona que Hèra y Wulf tienen una conexión profunda, este detalle sobre su relación podría haber otorgado al villano mucho más dimensión. Así mismo el Rey Helm, aunque imponente, no logra comunicar la emoción necesaria para hacer más impactante sus proezas.
Es interesante y muy loable hacer el intento de colocar a Hèra como la protagonista. Esta idea probablemente está inspirada por el personaje de Éowyn. Es inolvidable su gran hazaña en El Retorno del Rey, valientemente cabalgando hacia la batalla y enfrentando al Rey Brujo de Angmar. Ella no habrá conquistado el amor del Rey de Gondor, pero sí el de los Tolkiendil. Hèra como Éowyn es admirablemente, una joven guerrera que se niega a aceptar su destino y lucha por forjar su propio camino en un mundo dominado por hombres. Su determinación y valentía la convierten en una verdadera heroína de la Tierra Media. Tiene momentos emocionantes e inspiradores como uno que hace eco de cuando Aragorn y el Rey Theoden cabalgan a enfrentar a los orcos que los asedian.
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A pesar de sus flaquezas, la adaptación ofrece una nueva perspectiva en el universo de la Tierra Media. Es un faro de esperanza para los aficionados a la fantasía y las historias de Tolkien. Quizá si no es en un live-action lograremos ver adaptadas para la pantalla grande las sagas de El Silmarillion como animación. ¿El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim logrará abrir las puerta para que estas historias encuentren su camino al cine?
Peter Jackson estableció un estándar inigualable para las películas de fantasía, creando un legado que sigue inspirando a los cineastas y a los fans del género. El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim logra defenderse pero no alcanza el mismo nivel. No obstante, la aventura que protagoniza Hèra es digna de ese universo. Tiene momentos tan brillantes como la Estrella de Eärendil.