El menú – Crítica de la película y dónde ver
Impredecible y visceral, así es El menú; una salvaje sátira oscura, en la que la extravagancia y el suspenso son el plato fuerte a degustar.
Dirigida por Mark Mylod, y escrita por Seth Reiss y Will Tracy, El menú nos cuenta la historia de Margot (Anya Taylor-Joy) y Tyler (Nicholas Hoult), una joven pareja adinerada que viaja a una isla remota, con el fin de asistir a Hawthorne, un lujoso y exótico restaurante, perteneciente al prestigioso Chef Julian Slowik (Ralph Fiennes).
No obstante, lo que aparentaba ser una simple cena elegante y una velada memorable, termina convirtiéndose en algo mucho más siniestro, pues el Chef Slowik, quien trata a sus platillos como piezas de arte conceptual, opta por darle un giro oscuro a su menú, justamente esa noche, que dejará con la boca abierta a todos sus comensales.
Partamos por el hecho de que la construcción narrativa de El menú es a fuego lento, y esto no solo se debe al guion, sino también al brillante trabajo actoral que ofrece Ralph Fiennes. El histrión británico no se conforma con interpretar al Chef Slowik, sino que se convierte en él. Su mirada es una ventana hacia sus traumas; su sonrisa refleja su maldad. Julian Slowik es un personaje atormentado, que claramente tiene un enorme vacío en su interior. Esto se explora de una manera espléndida en la cinta, brindándonos información de poco en poco, sin ninguna prisa.
La tensión incrementa, de manera lenta, con cada secuencia que se muestra y con cada nuevo platillo que aparece a cuadro. Esto hace que el suspenso se convierta en una bola de nieve, que crece por segundo, y no sabemos en qué momento reventará. El Chef Slowik nos acompaña de la mano en este cardíaco viaje, que solo nos deja con incertidumbre sobre sus verdaderas intenciones, mientras seguimos descubriendo su pasado y sus motivaciones.
El largometraje, por medio de elementos de sátira y de terror psicológico, hace una sutil crítica social al sector privilegiado. Conforme la trama avanza, la película exterioriza los múltiples duelos internos que atraviesan cada uno de los comensales en el restaurante. A pesar de que gozan de un estatus económico envidiable, y pueden darse el lujo de asistir a un restaurante exclusivo, aún tienen conflictos que los carcomen desde las entrañas. El dinero termina convirtiéndose en un refugio, y un escape, para ellos.
Y este tema no solo aplica para los clientes, sino también para el personaje de Ralph Fiennes. El Chef Slowik es un hombre que ha sido consumido por una sociedad capitalista. Es un genio en lo que hace, pues queda claro que como él, no hay dos, sin embargo, se exige cada vez más a sí mismo, en busca de una perfección inalcanzable. Los clientes y el Chef no son tan diferentes como parece, pues a final de cuentas, por algo convergen en el mismo sitio. El menú nos deja ver que el éxito y el privilegio nunca serán suficientes para aquellos que lo tienen todo.
Por su parte, así como el filme nos invita a sumergirnos en la psicología de nuestros protagonistas, y nos da la oportunidad de navegar en la mente de los demás personajes, hay un elemento en el que no se indaga en lo absoluto: los cocineros. Vemos la devoción que tienen por su profesión y somos testigos del aprecio que le tienen al Chef. Más allá de eso, no sabemos otra cosa de ellos.
¿Quiénes son? ¿Cómo llegaron a ese restaurante? ¿Por qué los eligió el Chef Slowik? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Qué es lo que desean lograr? Ninguna de esas respuestas obtenemos, porque son preguntas que la película no se preocupa por abordar en ningún momento. Una verdadera lástima, pues la historia pudo haber sido todavía más interesante, dándole una identidad propia a los cocineros. Tal vez no a todos, pero por lo menos a un puñado de ellos. En cambio, quedan relegados a un segundo plano, convirtiéndose en individuos intrascendentes.
A nivel visual, la cinta es sumamente bella. No podría esperarse menos de una película cuyo objetivo es hacer notar porqué los platillos y el restaurante del Chef Slowik, son tan codiciados. Mientras el entorno está inmerso en tonalidades frías, en donde los grises y marrones predominan de forma notoria, la mayoría de los platillos están llenos de vida; desbordan tonos más cálidos, que no solo deleitan a la pupila, sino que también generan un hermoso contraste en la paleta de colores.
Los primerísimos primeros planos utilizados en las tomas de preparación y emplatado, nos hacen desear estar en la cocina. Asimismo, nos permiten imaginar los olores, sabores y texturas de cada alimento. El libanés, Peter Deming, quien ha colaborado en diversas ocasiones con grandes directores como David Lynch, Sam Raimi y Wes Craven, es el director de fotografía encargado de abrirnos el apetito, a través de su lente.
El menú funciona en varios de los aspectos que propone, no obstante, también falla en otros. Se entiende que la cinta maneja un humor negro. Se comprende que algunas de las situaciones que se presentan pueden rayar en lo absurdo, por la naturaleza misma de la película. Pero aun así, diversas escenas fuertes (sin decir más, para no caer en spoilers), se abordan de una manera pobre, sin que se profundice mucho en ellas. Incluso algunos de los personajes reaccionan de una forma poco creíble, sin reflejar tantas emociones en sus rostros, restándole emoción a esos momentos, e incluso, volviéndolos inverosímiles.
Aunado a esto, el final del largometraje resulta ser anticlimático. Esto no necesariamente debe interpretarse como algo negativo, pues cierra el arco de los personajes principales y resuelve las incógnitas planteadas. Sin embargo, si tomamos en cuenta la manera en la que el misterio se va edificando a lo largo de todo el argumento, lo mínimo que esperamos es una conclusión que haga detonar en grande todos los elementos de intriga que se nos fueron presentados. Y sí, hay una detonación, pero a una escala pequeña, si la comparamos con lo que los avances, y la trama misma, nos pudieron hacer pensar. Su tercer acto, si bien no es malo, tenía el potencial para entregarnos algo mucho más grande.
Impredecible y visceral, así es El menú; una salvaje sátira oscura, en la que la extravagancia y el suspenso son el plato fuerte a degustar.
¿Dónde ver la película El menú?
El Menú llega a Star Plus el 18 de enero de 2023.