¿Cómo diablos le hace? – Crítica

Es como un capítulo de Sex and the City, pero de los que no son entrañables.
Si vemos un poster con solamente Sarah Jessica Parker (aunque su co-estelar sea Pierce Brosnan) presumiendo sonrisa, zapatos y bolsa; no nos queda más que pensar en Sex and the City. Da igual cuál sea el título del filme.
Con esa idea vamos a ver ¿Cómo diablos le hace? Y el problema es que las comparaciones no se hacen esperar, porque similitudes hay muchas:
Para empezar, el formato de la cinta es a base de entrevistas de los personajes (como las primeras temporadas de la serie que volviera icónica a la actriz con el papel de Carrie Bradshaw), y también hay momentos donde Kate –O Carrie, para el caso lo mismo– se detienen y le hablan a la cámara y al espectador.
¿Cómo diablos le hace? Podría ser un final alternativo a Sex and the City, si Carrie hubiera tenido hijos. Entonces entraría en la disputa moral de si prefiere ser buena madre y esposa, o buena profesionista. ¡Ah! Pero eso ya lo vimos también en la serie, con el personaje de Miranda (Cynthia Nixon).

Aquí, el “Mr. Big” es un desaprovechado Pierce Brosnan, alto ejecutivo, soltero (viudo) disponible, encantador, elegante y perfecto. Y aunque Kate tiene un crush con él, está su esposo (Greg Kinnear) una especie del “Aidan” de la serie (John Corbett); tierno, enamorado y que acepta todos los errores de su mujer.
La idea básica es buena, dado que muchas mujeres actuales se identificarán con el rol de “todóloga” y las dificultades de ser ejecutiva y mamá al mismo tiempo. Sin embargo, la película carece de impacto; el conflicto pudo haber sido mucho más explotado, y se queda a la mitad, haciéndonos sentir que estamos viendo la vida común y corriente de alguien que conocemos.
¿El mensaje?: ¡Sí mujer! ¡Tú puedes ser exitosa y ama de casa al mismo tiempo! Pero siempre estarán tus hijos primero, así que cancela cualquier cosa del trabajo para ir a jugar con ellos, así no sentirás culpa y serás feliz. Tus jefes son tan amables, y tú eres tan buena en lo que haces, que te lo perdonarán…
Sarah Jessica Parker sigue teniendo el carisma de siempre, es muy agradable de ver, pero no puede deshacerse de Carrie Bradshaw, para bien o para mal. Y francamente, ¿Cómo diablos le hace? Es como si viéramos un capítulo de la serie… pero de los que no son tan entrañables.
