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Ciencia ficción en el cine: Historia, subgéneros y características

22-03-2024, 8:00:13 AM Por:
Ciencia ficción en el cine: Historia, subgéneros y características

Aquí te explicamos qué es la ciencia ficción, cómo se manifestó primeramente en el cine y de qué manera podemos clasificarla.

Al escuchar “cine de ciencia ficción”, ¿en qué pensarían primero? Quizás en un DeLorean rodeado de destellos; en una épica batalla de sables láser; en un alienígena que viaja sobre una bicicleta voladora, o incluso en un conjunto de naves espaciales que parecen bailar al ritmo del vals… En fin, la variedad de opciones resulta evidencia suficiente de cómo este género cinematográfico es tan vasto y difícil de definir, pero a la vez tan fascinante y enriquecedor para el séptimo arte. A continuación, te explicamos a grandes rasgos qué es la ciencia ficción, cómo se manifestó primeramente en el cine y de qué manera podemos clasificarla.

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¿Qué es la ciencia ficción?

Se cree que el término “science-fiction” fue utilizado primeramente por el británico William Wilson en 1851. En su libro A Little Earnest Book Upon A Great Old Subject, el autor lo emplea para referirse a toda obra de ficción que, mediante “historias agradables”, ayuda a que el lector se familiarice con asuntos que atañen a la ciencia y se interese en ellos.

Décadas después, en 1926, el editor luxemburgués Hugo Gernsback —radicado en  EE.UU.— lanzó el primerísimo número de su revista Amazing Stories, donde inicialmente sólo se publicaban historias de lo que él llamaba “sciencefiction”. Gernsback definía este tipo de narrativas como “encantadoras novelas entremezcladas con hechos científicos y visión profética”. Ponía como padres y máximos exponentes de este género literario al estadounidense Edgar Allan Poe, seguido por el francés Julio Verne, y en tercer lugar, el británico H.G. Wells.

“Estos increíbles relatos no sólo son una lectura tremendamente interesante, sino que también siempre resultan instructivos. Aportan conocimientos que de otro modo no podríamos obtener, y lo hacen de una forma muy apetecible”, escribió Gernsback en la carta editorial del primer Amazing Stories. “Los mejores escritores modernos de ciencia ficción tienen el don de transmitir conocimientos, e incluso inspirarnos, sin que nos demos cuenta de que nos están enseñando”.

Por otro lado, este mítico editor —cuyo nombre de pila inspiró la denominación de los premios Hugo, que reconocen lo mejor de la ciencia ficción en el ámbito literario— consideraba que la “sciencefiction” aborda situaciones que no son 100% factibles o comprobables en el plano de lo real. A eso habría que añadir que quizás nunca lo sean, por mucho que se apoyen en principios o teorías científicas. De ahí que, más que poseer una “visión profética”, este tipo de historias sea, por excelencia, especulativo. ¿Qué pasaría si realmente hubiera vida en otros planetas o si se pudiera construir una máquina del tiempo?

Ciencia ficción es básicamente toda obra narrativa donde el ser humano —o su equivalente ficcional— se desenvuelve en un contexto hipotético (futuro o alternativo) en el que existe una tecnología muy avanzada para la época o donde ocurren hallazgos insólitos o sucesos extraordinarios con cierto sustento en el entendimiento científico de nuestra realidad.

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Origen del cine de ciencia ficción

Viaje a la Luna (1902), estrenada siete años después de la invención del cinematógrafo y varias décadas antes del alunizaje del Apolo 11, se considera la primera película de ciencia ficción de la historia. El director francés Georges Méliès tomó de inspiración las novelas De la Tierra a la Luna y su secuela Alrededor de la Luna, ambas de Julio Verne, como también Los primeros hombres en la Luna, de H.G Wells. A partir de estos referentes, el cortometraje narra la aventura lunar de unos astrónomos que viajan al satélite natural mediante una cápsula espacial con forma de bala —disparada al espacio cual proyectil— y cuyos tripulantes se enfrentan a una antagónica sociedad de selenitas, antes de volver a la Tierra sanos y salvos.

Gracias a esta aventura espacial dirigida por Méliès, es que la ciencia ficción emprendió el camino para convertirse en una pieza fundamental de la historia del cine y que actualmente continúa conquistando espacios en la cartelera y el streaming. La película Viaje a la Luna —un rotundo éxito dentro y fuera de Francia— demostró el gran atractivo de llevar a la pantalla historias de especulación científica. Además “marcó el triunfo de la puesta en escena sobre las escenas exteriores de los hermanos Lumière”, en palabras del historiador Georges Sadoul.

En una época en que las situaciones cotidianas impresas en celuloide ya no eran ninguna novedad, la inventiva e ingenio de Méliès —en cuanto a asombrosas narrativas, elaboradas escenografías y despampanantes efectos visuales— eran la bocanada de aire fresco que el emergente séptimo arte necesitaba. Viaje a la Luna, ergo la ciencia ficción, permitieron al cine dar un paso hacia delante, y a la par, le regalaron uno de sus fotogramas más icónicos: el del Hombre Lunar, siendo golpeado en el ojo por una nave espacial.

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¿Cómo clasificar la ciencia ficción?

Dura vs. Suave

Una manera de clasificar este tipo de historias es distinguir entre ciencia ficción “dura” y ciencia ficción “suave”. La primera se caracteriza por idear mundos posibles con enorme rigor científico, al punto de que se sientan sumamente realistas. Suele pensarse que la hard science fiction está más vinculada a las ciencias naturales y que pone más atención a la factibilidad de una nueva tecnología o fenómeno, al contrario de la soft science fiction, que guarda una relación más estrecha con las ciencias sociales, y por ende, está más interesada en cómo tales inventos, sucesos o descubrimientos fuera de lo común repercuten en el ser humano, a nivel individual o colectivo.

En cine, un caso de ciencia ficción “dura” es Misión rescate (2015), donde muchas escenas y diálogos de la película se destinan a explicar la ciencia detrás de, por ejemplo, un campo de cultivo en Marte. Por otro lado, en lo que concierne a la ciencia ficción “suave”, tenemos Terminator (1984), donde poco importa cómo se fabricó la inteligencia artificial Skynet y es más interesante el planteamiento de qué pasaría con la humanidad si esta IA se rebelara.

Tres tipos, según Isaac Asimov

Isaac Asimov, prominente autor del género, propuso en 1953 una clasificación diferente (vía TV Tropes). A su parecer, la ciencia ficción se divide en tres categorías: una donde la historia se enfoca en la creación, el funcionamiento y el propósito de un determinado invento; otra que narra las aventuras asociadas a determinado invento —ya sea que ayude a resolver un problema o lo haya causado en un inicio— y finalmente una tercera donde se exponga cómo un determinado invento afecta a la sociedad y la vida diaria de las personas, para bien o para mal.

Si bien Asimov formuló esta categorización con base en las manifestaciones literarias de la ciencia ficción, es igualmente válido aplicarla en el ámbito cinematográfico. El primer tipo (gadget o “invento”) es perceptible, por ejemplo, en Ex Machina (2014), donde un androide altamente inteligente es sometido a la prueba de Turing. La segunda clase (adventure o “aventura”) está ligada a Volver al futuro (1985), donde una máquina del tiempo es tanto la causante de los problemas del protagonista como también el medio para solucionarlos. Y finalmente, el tercer tipo (“social) puede apreciarse en Her (2013), donde vemos una sociedad en la que poco a poco se ha normalizado el sostener relaciones afectivas con avanzadas inteligencias artificiales.

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Subgéneros de la ciencia ficción

El cine de ciencia ficción engloba historias diversas con características muy específicas que permiten hablar de hibridaciones o subcategorías. Por un lado, puede haber una fusión con otros géneros, en un tono dramático o cómico. Algunas de estas mezclas y largometrajes que las ejemplifican son:

  • Acción y ciencia ficción – RoboCop (1987) y El origen (2010).
  • Terror y ciencia ficción – Alien (1979) y La cosa del otro mundo (1982).
  • Romance y ciencia ficción – Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004) y El hombre perfecto (2021).
  • Fantasía y ciencia ficción – Duna (2021) y Avatar (2009).
  • Western y ciencia ficción – Cowboys & Aliens (2011) y Volver al futuro III (1990).

En materia de subgéneros de la ciencia ficción, abundan listas con decenas de ellos. Pero curiosamente son pocos los que reciben una denominación distintiva. Cuatro de ellos son el space opera, la ficción apocalíptica/postapocalíptica, el cyberpunk y el steampunk, los cuales se explican a continuación.

Space Opera

Aquí figuran historias que evidentemente acontecen en el espacio exterior, pero no sólo eso. La “ópera espacia” pone otros requisitos, como que estas narrativas posean una cualidad épica y aventurera. Hay tramas y subtramas muy humanas, que quizás rayen en el melodrama, sin que los personajes sean necesariamente humanos o terrícolas. La acción sucede en distintos lugares de la galaxia o del cosmos —ideados a partir de la imaginación y la especulación— donde además suele existir tecnología sofisticada y armamento del futuro. Asimismo es común que haya imperios galácticos o guerras interestelares.    

Los primeros ejercicios fílmicos encaminados a lo que hoy llamamos space opera surgieron en los años treinta. Destacan los seriales cinematográficos Flash Gordon (1936) y Buck Rogers (1939), donde los personajes titulares son intrépidos héroes del espacio exterior que originalmente pertenecían al mundo de las historietas. Más tarde, dentro de este subgénero de la ciencia ficción, surgieron las dos franquicias multimillonarias —aún vigentes— que terminarían de darle forma: Star Trek y Star Wars.

Ficción apocalíptica y postapocalíptica

Los desastres que ponen a la humanidad al borde de la destrucción —si no a la Tierra en su totalidad— atañen también a la ciencia ficción, siempre y cuando caigan en lo que hemos referido como especulación científica (una película bíblica como Noé, aunque verse sobre un cataclismo, ciertamente no es ciencia ficción). Por un lado, las ficciones apocalípticas abordan el momento en que un suceso extraordinario amenaza con devastar el mundo, mientras que las postapocalípticas, lidian con las repercusiones de la catástrofe; usualmente, cuando la civilización ha colapsado y los sobrevivientes intentan rehuir a la extinción, como sucede en Mad Max: Furia en el camino (2015).

En celuloide, una de las primeras veces que se imaginó el fin del mundo fue en una película danesa de 1916 que (tal cual) se titula El fin del mundo. El argumento gira en torno a una serie de disturbios y desastres naturales que son causados por un cometa que pasa muy cerca de la Tierra. De acuerdo a EW, este largometraje silente se inspiró en el pánico que generó el paso del cometa Halley en 1910.

Curiosamente, las aterradoras y veraces circunstancias que enfrenta la humanidad en un momento dado se han visto reflejadas en más de una ficción de este tipo. Tres años antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, se lanzó la película británica Lo que vendrá (1936), donde se especula sobre las consecuencias de otro conflicto bélico global. Luego, en plena Guerra Fría, el miedo al holocausto nuclear se vio representado en largometrajes como Cuando los mundos chocan (1951) de Hollywood, que habla de la inminente destrucción de la Tierra y la necesidad de construir un arca espacial que logre salvar a un grupo selecto de hombres y mujeres.

Cyberpunk

El cyberpunk emergió como parte de la Nueva Ola de la ciencia ficción, que en el ámbito literario, tuvo lugar entre los años sesenta y setenta. Con una visión del futuro predominantemente pesimista, este subgénero alberga historias distópicas en las que la alta tecnología y los avanzados sistemas computacionales permean en la cultura y rigen una sociedad en decadencia. Suele haber cyborgs, hackers e inteligencias artificiales sumamente desarrolladas, en un mundo lacerado por la desigualdad social y la crisis ecológica, donde el conflicto regularmente es entre las grandes compañías tecnológicas y los individuos del bajo mundo que luchan por sobrevivir.

Blade Runner (1982) suele ser considerada la primerísima película cyberpunk o al menos la que lo definió narrativa y visualmente dentro de la pantalla grande. Consiste en una adaptación de la novela sesentera ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? del autor Philip K. Dick y se ambienta en una versión distópica de Los Ángeles, donde el agente Rick Deckard tiene la misión de perseguir a un grupo de humanos sintéticos (“replicantes”) que desconocen autoridad. Otros ejemplos de películas cyberpunk son Matrix (1999) y el anime Ghost in the Shell (1995).

Steampunk

El steampunk es un subgénero de la ciencia ficción que, a diferencia de todos los anteriores, suele amoldarse a una misma estética, que en este caso, remite al estilo de vida de la segunda mitad del siglo XIX y de principios del XX, a través de historias ambientadas en la Era Victoriana, el Viejo Oeste o en mundos ficticios con un encanto similar. Se trata de imaginar cómo la tecnología del futuro podría haberse desarrollado a partir de instrumental analógico, máquinas de vapor y demás innovaciones asociadas a la Revolución Industrial.

En cine, un primer acercamiento al steampunk fue a través de la película 20,000 leguas de viaje submarino (1954), producida por Walt Disney, con base en la homónima novela de Julio Verne, y donde se cuidó a detalle que el mítico submarino del capitán Nemo gozara de un llamativo diseño anacrónico. Más adelante, hubo largometrajes como Las aventuras de Jim West (1999), Atlantis: El imperio perdido (2001) y La liga extraordinaria (2003), que son algunos de los exponentes más destacados de esta subcategoría “retrofuturista” de la ciencia ficción.

Lugares comunes de la ciencia ficción

Al margen de los subgéneros arriba explicados, las películas de ciencia ficción suelen recurrir a cierto tipo de personajes y situaciones muy particulares que hoy en día resulta difícil desasociar del género. Algunos de los elementos íntimamente vinculados a este tipo de cine especulativo —acompañados de un par de ejemplos— son los siguientes:

  • Realidad virtualTron (1982) y Ready Player One (2018).
  • Alta tecnología con fines militaresInvasión (1997) y Al filo del mañana (2014).
  • Desastres Armageddon (1998) y 2012 (2009).
  • Científicos “locos”Metrópolis (1927) y Frankenstein de Mary Shelley (1994). 
  • Distopías Los niños del hombre (2006) y Los juegos del hambre (2012).
  • Exploración espacialContacto (1997) e Interestelar (2014).
  • Inteligencia artificial2001: Odisea del espacio (1968) y Wall-E (2008).
  • Invasión alienígena La guerra de los mundos (1953) y El día de la independencia (1996).
  • Monstruos / Dinosaurios Godzilla (1954) y Parque jurásico (1993).
  • Mundos paralelosDonnie Darko (2001) y Todo en todas partes al mismo tiempo (2022).
  • Primer contactoE.T., El extraterrestre (1982) y La llegada (2016).   
  • Robots El día que la Tierra se detuvo (1951) y El gigante de hierro (1999).
  • SuperhéroesSuperman (1978) y Iron Man (2008).
  • Viajes en el tiempo La máquina del tiempo (1960) y Lucy (2014).

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autor Tengo muy mala memoria. Por solidaridad con mis recuerdos, opto por perderme también. De preferencia, en una sala de cine.
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