La muerte de Brandon Lee: El accidente que marcaría la historia de El cuervo… y de Hollywood
Una carrera en ascenso y un descuido humano hicieron que esta película se convirtiera en leyenda.
Corría el año 1993. A cuatro años de que se publicara la exitosa serie de cómics conocida como El cuervo, Hollywood decidió convertir sus páginas en una película. Las publicaciones, creadas por James O´Barr, habían ganado popularidad por sus personajes, la oscuridad que estos tenían, e incluso por coquetear con algunos temas poco comunes. Un joven Brandon Lee, hijo de la leyenda del cine y las artes marciales Bruce Lee, y con entonces 28 años, había asumido el rol protagónico aún cuando O´Barr no estaba del todo conforme. En su filmografía se encontraban cuatro películas y tres series de televisión, por lo que las expectativas apuntaban a que esta podría ser su gran oportunidad para convertirse en alguien increíblemente famoso. Cuán lejos estaban de imaginar que Brandon Lee sí ganaría fama internacional… pero por su trágica muerte filmando tal protagónico.
El cuervo narra la historia de Eric Draven, un joven guitarrista de rock que es brutalmente asesinado junto a su prometida Shelly. Un año después, Eric vuelve de entre los muertos y acompañado de un cuervo negro. Su objetivo es simple: hacer justicia contra las personas que le arrebataron la vida.
Para darle vida a Eric se mencionaron los nombres de Christian Slater y River Phoenix, pero fue Brandon Lee quien se quedó con el ansiado personaje titular. Como se mencionó, O´Barr no estaba convencido de que él pudiera interpretar al personaje que creó, pero su transformación física y ganas de trabajar en la cinta lo convencieron de la decisión. Lee bajó 20 libras (alrededor de 9 kilos) para su personaje, y se preparó junto a los coreógrafos de la cinta para interpretar sus propias escenas de acción.
¿Cómo murió Brandon Lee?
Todo marchaba viento en popa y, en febrero de 1993, dio inicio la filmación de El cuervo, bajo la dirección de Alex Proyas (Dioses de Egipto). Se tenían planeados 54 días de rodaje, pero desde el principio hubo indicios de que algo misterioso rondaba los sets de filmación. El primer día, un miembro del crew casi fue electrocutado por un desperfecto en algunos equipos; todo quedó como un accidente. Pero la estrella de la cinta no corrió con la misma suerte semanas después.
El 31 de marzo, y cerca de terminar las filmaciones, llegó el turno de rodar una de las escenas más complicadas: un grupo de hombres violaba y golpeaba a Shelly mientras él intentaba detenerlos. Tras fracasar en ello, Eric recibía un disparo que terminaba con su vida. Desafortunadamente, la acción traspasó las cámaras y cualquier escenario, pues la bala que salió del arma en cuestión fue real. Esta atravesó su abdomen y terminó cerca de la espina dorsal. Tras el “corte” que se oyó en el set, Brandon Lee jamás se puso de pie.
Michael Massee, encargado de dispararle en escena, pasó de actor a asesino. O al menos esa fue la primera versión que se reprodujo en los medios de comunicación. Nadie sabía qué había pasado, ni cómo la pistola estaba cargada con balas reales. Sólo había un dato seguro: tras el disparo, Lee fue trasladado al hospital, donde varios médicos intentaron detener el sangrado.
Tras la intervención médica, se supo que la bala había dañado otros órganos internos, y 12 horas después de la tragedia, el mundo recibía una triste e impactante noticia: la muerte de Brandon Lee.
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El error que lo cambió todo
La preparación para filmar la peligrosa escena de Eric contras sus asesinos era clara: se usaría un arma normal, pero esta debía contener una bala de salva. En su lugar, fue un proyectil calibre 44 el que se ocultaba en su interior. Cabe mencionar que, a diferencia de los cartuchos “tradicionales”, los de salva no cuentan con un proyectil o bala en la punta. Si la producción había dado una instrucción clara, ¿entonces cómo llegó la bala real a la pistola?
Dos semanas antes, la misma pistola se utilizó para otra escena de acción. Aquella fue filmada en un close-up debido a la necesidad de realismo. Dentro de la industria cinematográfica, es común que se utilicen cartuchos falsos con balas, pero sin pólvora o un cartucho fulminante. Este último enciende la pólvora y hace que la bala salga hacia una dirección fija. Por problemas de tiempo, el equipo de El cuervo tuvo que trabajar con su propia versión de cartuchos falsos: removieron las cargas de pólvora, pero no el cartucho fulminante, y reinsertaron las balas reales en la punta.
Se dice que, días antes de la muerte de Lee, miembros de la producción vieron a un actor (no supervisado) mientras apretaba el gatillo del arma. Esta no tenía pólvora, pero sí el pistón y la bala. Aun cuando no tenga pólvora, el pistón puede detonar suficiente energía para lanzar la bala y conseguir un impacto similar al de un arma en condiciones “normales”.
El actor no supervisado, sin saberlo, dejó la bala real atorada en la punta de la pistola. Por otro lado, la muerte de Brandon Lee aún se pudo haber evitado con la supervisión necesaria. La producción de El cuervo contaba con un especialista en armas de fuego, pero este volvió a casa más temprano de lo normal. Un asistente de utilería sería el encargado de inspeccionar las armas de fuego y entregarlas al reparto, pero cometió un grave error: no revisó que el arma entregada a Michael Massee tenía la bala real atorada, y la cargó con un cartucho que sólo tenía cartucho fulminante y pólvora.
Cuando el actor jaló el gatillo, la bala atrapada en el cañón salió disparada como si todo el tiempo se hubiera tratado de un cartucho real.
La reacción de los involucrados
Cuando se supo que Lee había recibido un disparo real comenzaron las investigaciones. Había quienes creían que el disparo había sido totalmente intencional, pero no contaban con las pruebas necesarias. Al momento del disparo, Bob Rosen, productor ejecutivo de la cinta, se encontraba a pocos metros de distancia, y corrió para ver qué había sucedido. Mientras el protagonista de El cuervo se debatía entre la vida y la muerte, Rosen explicó el funcionamiento de las balas de salva, y reconoció públicamente que un proyectil metálico había impactado en el cuerpo de Brandon: “No sé cómo eso llegó ahí”, dijo para The New York Times.
La preparación de la trágica escena requería que Lee accionara un interruptor dentro de una bolsa que activaría pequeños fuegos artificiales (o petardos). Estos servirían para simular las heridas de bala que recibiría. Inicialmente, la policía aseguró que estos pequeños fuegos artificiales habían causado las heridas de Lee.
“Cuando el otro actor disparó, la carga explosiva estalló dentro de la bolsa”, señaló el oficial Michael Overton. “Después de eso, no sabemos qué pasó”.
Warren W. McMurry, el médico encargado de operar de emergencia a Lee, no dudó en desmentir esa versión. Gracias a su experiencia, aseguró que las heridas coincidían con otros impactos de bala que había visto en el pasado. John Soet, profesional de la industria y amigo de Bruce Lee, padre de Brandon, también declaró (vía) que la versión de los pequeños fuegos artificiales era difícil de creer.
“He trabajado en películas, y he dirigido algunas de bajo presupuesto. A pesar de lo poderosos que son los petardos, no recuerdo un solo incidente en el que alguien haya resultado herido por ellos. Generalmente, son bastante poderosos. Llevan una fuerte carga explosiva. Si no estás bien protegido, puedes sufrir un hematoma, a lo mucho”.
La madre de Brandon, Linda Lee Cadwell, presentó una demanda contra los cineastas, alegando negligencia. Pero hubo un acuerdo entre ambas partes y no se tuvo la necesidad de presentar cargos penales. Pronto se inició una extensa investigación policíaca que dio como resultado la explicación presentada líneas atrás. Según la resolución oficial, no había evidencia de ningún delito, y no se presentaron cargos contra alguna persona o Crowvision, la productora de la película.
Al mismo tiempo, el equipo de El cuervo no sabía qué hacer. No sólo se enfrentaban a problemas legales y un fuerte escrutinio por parte de la industria y la sociedad en general, también tenían una película que no sabían si podían terminar. Paramount Pictures estaba en pláticas para distribuir la cinta en cine. Pero todo se terminó por el incidente y los comentarios del público alrededor del caso. Miramax saltó al ruedo y agregó $8 millones de dólares para terminar la cinta.
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¿Qué pasó con El cuervo tras la muerte de Brandon Lee?
La filmación se detuvo durante meses. Nuevos guionistas reescribieron la historia, pues Lee aún dejo pendientes algunas escenas por filmar. Se eliminaron secuencias y personajes, pero se sacó provecho al material ya grabado. Chad Stahelski, quien actualmente dirige la franquicia John Wick, y fungía como doble de acción de Brandon Lee, filmó algunas escenas en las que se puso, por medio de CGI, el rostro de Lee.
El cuervo por fin llegó a los cines en mayo de 1994 y se convirtió en un éxito de taquilla. Durante su paso por los cines se enfrentó a la polémica, pues algunos espectadores decían que aparecía la escena donde moría Brandon Lee. El equipo detrás de la cinta aclaró que no era el caso, pues el momento se reconstruyó con ayuda de efectos visuales. Como detalle adicional, los créditos incluyeron una dedicatoria a Brandon Lee y Eliza Hutton, su prometida. La pareja tenía todo listo para casarse el 17 de abril en México, sólo dos semanas después de que él muriera.
La película fue un éxito moderado en taquilla, recaudando poco más de $90 millones de dólares en todo el mundo. Donde encontró un gran apoyo fue en su lanzamiento en formatos físicos. Las ventas superaron las expectativas, y hoy es considerada como un un clásico de culto. Chad Stahelski aseguró, en 2019, que El cuervo representó un antes y un después en la industria cinematográfica. Le enseñó a Hollywood el cuidado con el que se debían filmar las escenas con armas. Además, asegura sentirse orgulloso de cómo se completó la cinta, una decisión que también acaparó titulares en su momento:
“El accidente de Brandon fue un montón de pequeñas cosas tontas que salieron adelante, pero es pensamiento de grupo. Todas las personas involucradas fueron muy, muy inteligentes. Inspiró una norma de seguridad que definitivamente cambió la industria, de las armas de fuego. John Wick es 90% armas de fuego. Gran parte de la metodología que usamos surgió debido a ese accidente. Hasta la fecha, sigo creyendo que Brandon hubiera querido ver la película terminada, y que se hiciera bien. Y sigue siendo un clásico de culto, una de mis películas favoritas. Esa situación, obviamente, no se podía cambiar, así que al menos salió adelante. Fue un buen testimonio de quién era él”, dijo para Bleeding Cool.
Un legado que vale la pena recordar
A más de tres décadas, la muerte de Brandon Lee aún se menciona como uno de los momentos más oscuros e impactantes en la historia de Hollywood. Como todo suceso de tal magnitud, está rodeado de teorías e interpretaciones de todo tipo. Por un lado, hay quienes siguen creyendo que lo ocurrido en el foro no fue un accidente. La muerte de Bruce, el padre de Brandon, también se vio rodeada de circunstancias extrañas y polémica (en la que se incluía a la mafia China), por lo que se pensó que existía alguna relación. Sin embargo, nada se comprobó en los años posteriores.
La vida de Michael Massee, quien mató a Brandon, también cambió para siempre. Durante años no habló sobre el tema, pero en 2005 ofreció una entrevista para Extra, donde por primera vez expresó su sentir:
“De ninguna manera se suponía que eso debía pasar. Se suponía que ni siquiera debía manejar el arma hasta que empezamos a filmar la escena y el director la cambió. Simplemente, me tomé un año libre, regresé a Nueva York y no hice nada. No trabajé. Lo que le pasó a Brandon fue un trágico accidente… No creo que alguna vez se supere algo así”, dijo el actor, que murió en 2016 sin ver la película una sola vez.
A pesar de las medidas que se tomaron en la producción cinematográfica, en octubre de 2021 se vivió un incidente similar. En el set de Rust, película que sigue sin tener fecha de estreno, Alec Baldwin asesinó, de forma accidental, a la directora de fotografía Halyna Hutchins. Tras darse a conocer la trágica noticia, Eliza Hutton habló sobre el tema, y recordó lo que significó perder al amor de su vida:
“Hace veintiocho años, me sentí destrozada por la conmoción y el dolor de perder al amor de mi vida, Brandon Lee, de manera tan sin sentido. Ahora me duele el corazón de nuevo por el marido y el hijo de Halyna Hutchins, y por todos aquellos abandonados tras esta tragedia evitable”, dijo para People.
En sus redes sociales, Hutton afirma que “no existen las armas de utilería”. Más de una vez ha mostrado su repudio y rencor contra la utilización de armas de fuego en el séptimo arte. Y aunque resulta imposible pensar en su eliminación, sí revela una postura interesante. Los decesos de Brandon Lee y Halyna Hutchins han servido para demostrar que aún falta una gran seguridad en la industria, pues ni siquiera las grandes producciones se han librado de accidentes similares. Si algo sobresale en el caso de El cuervo no es la forma en que la producción se reactivó, ni siquiera que se convirtiera en todo un éxito. Lo importante es que la muerte de Brandon Lee se pudo evitar, y hoy se podrían contar otras muy diferentes historias alrededor de la cinta.