A 25 años de El Cuervo: entrevista con Alex Proyas

El director de El Cuervo recordó sus fuentes de inspiración, las decisiones creativas que nunca pudieron concretarse y el enorme talento de Brandon Lee.
Alex Proyas se convirtió en uno de los mayores referentes del cine de culto contemporáneo con títulos como El Cuervo (1994) y Ciudad en tinieblas (1998), además por su interés en explorar temas como la muerte, el renacimiento, el alma y la otredad. Cine PREMIERE habló en exclusiva con el cineasta durante el Festival Internacional de Cine Fantástico Nocturna Madrid que conmemoró el 25° aniversario de la cinta protagonizada por Brandon Lee.
¿Por qué El Cuervo ha mantenido su buena conexión con las audiencias a 25 años de su estreno?
Creo que por Brandon [Lee], quien dio tanta pasión al personaje. No quería terminar la película después de la tragedia, estaba devastado, pero su familia se acercó y me pidió que la terminara por él. Así que regresé y quedé realmente sorprendido por lo que Brandon había logrado. ¡Era un personaje realmente hermoso! Cuando estás haciendo una película puedes darte cuenta si los actores están haciendo un buen o mal trabajo, pero no tienes la perspectiva completa sino hasta después. Así que vi esta labor increíblemente hermosa y pensé que debíamos terminarla. Creo que eso ha permitido que la película viva por tanto. La gente realmente se identifica con él. Me satisface mucho que tenga una vida tan longeva, porque es el legado de Brandon. Es importante para mí que la gente lo recuerde y que recuerde el gran actor que fue.
Hoy es imposible imaginar El Cuervo sin él, pero en su momento hubieron otras opciones para interpretar al personaje, ¿habría sido igual de exitosa con otro actor?
Es una pregunta imposible de responder, es demasiado hipotética. Quién sabe, toda película podría funcionar igual de bien o no tan bien con otro actor. No se sabe. En la escuela de cine hacíamos un ejercicio que consistía en que todos teníamos el mismo pietaje y debíamos editarlo. Doce estudiantes editando el mismo material y cada resultado era completamente distinto. El más mínimo cambio es una enorme diferencia, por lo que no se puede responder. Lo que sí sé es que Brandon Lee se habría convertido en una gran estrella tras la película porque tenía algo muy especial. He trabajado con muchas estrellas desde El Cuervo y sé lo que es esa magia, no puedo definirla, pero sé cuándo está ahí. Hay algo especial que tienen las grandes estrellas, no tienen que hacer nada, ni siquiera es su actuación sino algo magnético. Brandon lo tenía y muy pocos en el mundo poseen esa cualidad. Es innegable para mí que habría sido un gran éxito.
James Dean, Heath Ledger, Sharon Tate, Brandon Lee… ¿por qué los actores que mueren jóvenes logran semejante fascinación en el público?
Porque es algo perdido. Un enorme talento que se pierde demasiado joven y la promesa arrebatada de tantas cosas por venir. Por supuesto que es una gran tragedia humana, pero también creativa porque se va la oportunidad de ver más de estas personas. Es gente muy inusual, no puedes elegir a alguien de la calle para que sea una estrella, sólo hay uno en un millón. Cuando ya no tenemos el placer de ver a alguien como Brandon creando más papeles es una tragedia creativa.
El Cuervo fue la primera vez en tu obra que vimos un cruce de personajes físicos y metafísicos, ¿cómo surge este interés?
Me gusta la ciencia ficción, que para mí dice cosas de nuestro mundo, nuestra realidad ubicándola en otro plano, ya sea el futuro, situaciones metafísicas o sobrenaturales. Digamos que eleva las emociones humanas. Es lo que me gusta del género, para mí es la naturaleza del género. Tengo una fascinación con la vida después de la muerte, creo que todos la tenemos. Una fascinación con lo que existe a nuestro alrededor o en paralelo a nosotros. ¿Estamos en la misma realidad? Estos temas me fascinan y busco historias que los exploren. Crecí leyendo ciencia ficción, así que las ideas filosóficas son parte de mi formación, son parte de mi ADN, así que disfruto las películas que abarcan estos temas filosóficos, aunque son muy inusuales. La filosofía y el cine no coexisten muy felizmente en el campo comercial, aunque cintas como las de [Andrei] Tartovsky o [Stanley] Kubrick lidien con temas más ricos y complejos. Crecí queriendo hacerlas, pero siempre han sido muy difíciles y ahora los filmes originales de fantasía o ciencia ficción a cierta escala son imposibles de concretar. Cada película original de sci-fi que fracasa es un nuevo clavo en el ataúd. Por ejemplo, esperaba que Ad Astra (2019) fuera un éxito pero desafortunadamente no lo ha sido. Se tornan cada vez más extrañas.
Se ha hablado mucho sobre si El Cuervo se vio influenciado por títulos como Batman (1989) y Blade Runner (1982).
No fuimos influenciados por Batman, como mucho iba contra Batman. Era la única adaptación de superhéroes de la época y una muy exitosa por cierto, pero siempre quise mantenerme alejado y procuré ir en la dirección contraria. Tampoco traté de emular Blade Runner de manera consciente, aunque me encanta y la considero una de las mejores películas hechas. Mi referencia era el cómic, quería filmar en blanco y negro pero no me lo permitieron. Quería hacer una película parecida al expresionismo alemán que era mi verdadera influencia: Metrópolis (1927) y El gabinete del Dr. Caligari (1920). Pero quería hacerla en blanco y negro, y que sólo la sangre y el fuego fueran a color. Pensaron que era demasiado artístico.
Y ahora el uso del blanco y negro parece ir en aumento.
El blanco y negro siempre ha sido una herramienta narrativa muy poderosa. Mi punto sobre el color es que sólo debe usarse cuando tiene un propósito. Cuando filmo lo trato como todo lo demás, debe tener un fin, el blanco y negro es un modo más honesto de filmar y debe verse como el punto de partida, para luego agregar el color por alguna razón en concreto. Soy un creador de mundos, fantasías y ciencia ficción, me gusta crear mundos, por lo que todo debe estar controlado y estar ahí por una razón. El color es una de esas cosas, de otro modo no debería usarse. Cuando piensas en imágenes de películas, a veces el color es lo que más sobresale, cuando es lo más poderoso, es porque se usó con un fin emocional en concreto.
El Cuervo estrenó en un 1994 donde la violencia parecía ser un tema recurrente con películas como Tiempos violentos, Asesinos por naturaleza y El perfecto asesino, ¿a qué atribuyes esta tendencia?
En nuestro caso fue una respuesta. La relación de El cuervo con Batman de Tim Burton sirve como especie de explicación. Fue violenta porque fue una respuesta, un distanciamiento de Batman, que era considerada oscura, pero no lo era tanto desde mi perspectiva o mis estándares. Era buena, pero no sangrienta o violenta.
¿Crees que El Cuervo sería bien recibida si estrenara el día de hoy o sufriría una respuesta similar a la de Guasón (2019)?
Es una película, siempre han habido y siempre habrán películas violentas. Las películas no inspiran violencia. Es una tendencia del mundo en que vivimos en la actualidad, todos están aterrados, la gente está asustada. La sociedad no era así en 1994 cuando estrenó El Cuervo. Había algo de miedo, pero es la emoción mas recurrente de la actualidad, quizá empezó con el 9/11, quizá fue el inicio de esta tendencia. Se siente en todo el mundo. Hay miedo de que la violencia surja de manera abrupta, es un mundo muy distinto. También creo que la gente se ofende y se molesta de manera muy sencilla y con las redes sociales todos parecen sacar su paranoia. Esto ha provocado que algunos piensen que una película como Guasón puede provocar que la gente empiece a matarse, pero no.
Tomando esto en cuenta, ¿crees que el mundo necesita un nuevo Cuervo?
No. No estoy de acuerdo con el remake porque es la película de Brandon Lee. Si la gente conoce El Cuervo no es tanto por el cómic, sino por Brandon. El personaje, Eric Draven, que creamos para la película, es el personaje de Brandon. No es sólo una película, es el legado de un hombre de lo que estamos hablando y deberían dejarlo en paz. Parece que cada vez que tratan de hacer algo se viene abajo, quizá está embrujado, no lo sé, pero está mal. Hollywood trata todo de este modo, olvida que un hombre perdió su vida mientras hacía esta cinta y es más que solo otra película de la que hacer un remake.
¿Es tu misma opinión sobre todos los remakes?
¿Cuál es el sentido de volver a hacer una película que ya era grandiosa? Es como querer probar que se puede hacer algo tan bueno como el original. No lo entiendo. Para mí es raro y el problema con los remakes es que sólo van orientados a las ganancias, porque los estudios buscan la comodidad de que la gente ya está familiarizada con algo, un título o una historia. Generalmente les va desastrosamente mal. No lo entiendo y no les encuentro el punto. Para mí es parte de un ciclo en el que se encuentra Hollywood, tratando de encontrar lo que sea para continuar el sueño de las grandes ganancias. Sin embargo, hay casos donde creo que algunas películas que tuvieron un gran concepto pero carecieron del presupuesto necesario, sí ameritan un remake.
¿Y qué hay del streaming?
Por el lado bueno, está dando la oportunidad de crear películas interesantes. El hecho que películas como Roma (2018) o El irlandés (2019) puedan hacerse es fantástico, porque es una alternativa creativa viable. Scorsese no hubiera podido hacer El irlandés para la pantalla grande porque habría sido un desastre, todos lo saben, él lo sabe y es genial. Pero el problema es que se corre el riesgo de perder la pantalla grande, la experiencia, porque como dije tiene un sentido económico y, si actualmente no hay nada más allá de los superhéroes, entonces la existencia de las salas podría evaporarse y ser reemplazada por el streaming. Incluso Disney está haciendo su streaming, no son estúpidos y saben lo que se avecina.
¿Qué sensaciones te produce El Cuervo a 25 años de distancia?
No la he visto desde que la terminamos. Es demasiado dolorosa. Generalmente, no suelo regresar a mis películas porque soy muy crítico con mi trabajo y veo todas las cosas que pudieron ser mejores, que no tuvimos suficiente dinero para hacer mejor, detalles, lo que sea. Pero con El Cuervo simplemente no puedo.
