Hitman: Agente 47
Un reboot que sigue sin aportar novedades al mundo del cine y los videojuegos.
Hitman, el increíble y sangriento videojuego sobre un asesino a sueldo sin el mínimo rasgo de sentimientos llega a la pantalla grande. Pero ustedes saben que los videojuegos no tienen muy buena suerte al ser adaptados en cine y… Hitman no parece ser la excepción.
Todo empieza cuando el Agente 47 (Rupert Friend), quien fue diseñado para tener mejores habilidades que cualquier otra persona, sale en búsqueda de una joven mujer, Katia (Hannah Ware), quien ha pasado todo una vida escondida. La razón: ella es el medio para encontrar a Litvenko (Ciarán Hinds), el científico que empezó con la creación de estos agentes. Ahora, el Agente 47 no es el único intentando localizar a estos dos personajes, pues uno de los miembros del Syndicate Organization (y no, no son los mismos que los de Misión Imposible: Nación Secreta) llamado John Smith (Zachary Quinto) tiene la intención de tener bajo su control a Litvenko y Katia para que así el jefe de su organización pueda construir un ejército de agentes con habilidades aún mejores que las del Agente 47. ¡Uff! Siento que necesito hacer un diagrama para explicar la sinópsis.
Esa es la estructura de la película y la explican en los primeros minutos. De ahí en adelante, siguen una colección de acciones que no tienen un porqué, incluso llegando al punto en el que no sabes si estás viendo un anuncio de Audi o un explosivo comercial turístico para visitar Singapur.
Pasando a otro tema, he de decir que las actuaciones no son malas, aunque aún no entiendo porque Hannah Ware llora casi toda la película. Y tampoco sé si Rupert Friend es lo suficientemente badass para el papel pues la opción orginal era Paul Walker, el cual me parecía mejor. RIP.
Sin embargo, he de aceptar que los experimentos visuales son bastante interesantes y entretenidos. Casi tanto como para que se te olvide por unos minutos que no estás entendiendo nada de lo que sucede en la cinta. También el diseño sonoro está enfocado a los detalles más pequeños de las acciones, lo cual lo hace cautivador. Y todos estos elementos hacen de Aleksander Bach un excelente director… de comerciales.
La película termina con la posibilidad de una secuela. Esperemos que si se hace, esta sea otra oportunidad para demostrarnos que se puede hacer mucho con videojuegos y cine.