Éste es el fin
This is the End, ópera prima de Evan Goldberg y Seth Rogen, es una comedia inteligente para un público muy específico.
Inspirada en un corto de Jay Baruchel y Seth Rogen, Éste es el fin (This is the End) es una de esas comedias que, al igual que Súper cool, Piña express y Comando especial, toman un concepto que nos es familiar y lo presentan desde el particular punto de vista de esta tropa de comediantes. En este caso, la anécdota es la cada vez más popular “historia que sucede al mismo tiempo que un desastre global, pero que realmente no trata de eso” (como en Melancolía, pero con más bromas sobre la carrera de James Franco).
De ahí, los comediantes tuvieron rienda suelta para improvisar y jugar a intentar superar los chistes del anterior. Y esto, cuando sucede bajo el cuidadoso ojo de un director (directores, en este caso) que sabe diferenciar entre lo gracioso en el set y lo gracioso en la sala, puede resultar un gran rato. ¿Están escuchando, Son como niños? Es claro que Evan Goldberg y Seth Rogen, quienes dirigen por primera vez, le aprendieron bien al señor Judd Apatow, su casi mentor.
Todo esto no significa que sea una película perfecta o que funcionará para cualquiera. Algunos chistes son inteligentes, sí, pero la mayoría son babosos y funcionan sobre todo si conocen las películas del personaje de quien se están burlando y están absolutamente inmersos en la cultura popular moderna.
Sería fútil ponernos a describir las mejores puntadas (el trailer ya hizo suficiente de eso, evítenlo si no lo han visto todavía), pero suficiente será decir que la química de los protagonistas, amigos en la vida real, es palpable y la diversión es contagiosa. Añadan a esto el hecho de que cada uno se interpreta “a sí mismo” y pueden esperar el tipo de chistes ojetes que normalmente uno reserva sólo para sus cuates más cercanos al final de noche. O al final del mundo, cualquiera que sea el caso.