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Columnas

35 milímetros

18-04-2013, 7:05:15 AM Por:
35 milímetros

Ya hablamos de las películas de 8 milímetros, de 16 y ahora toca el turno al 35: el formato cinematográfico estándar para el cine profesional.  Aunque nos podríamos pasar unos cuantos días clavados en la amplia (y algo controversial) historia del cine y sus inventores, creo que para los propósitos de esta entrada será suficiente […]

Ya hablamos de las películas de 8 milímetros, de 16 y ahora toca el turno al 35: el formato cinematográfico estándar para el cine profesional. 

Aunque nos podríamos pasar unos cuantos días clavados en la amplia (y algo controversial) historia del cine y sus inventores, creo que para los propósitos de esta entrada será suficiente mencionar que los estándares de la película cinematográfica de 35 mm fueron fijados por Thomas Edison aproximadamente en 1909. Antes de que el inventor norteamericano estableciera este tamaño (con cuatro perforaciones, dos de cada lado, por fotograma y un aspect ratio de 1.33) cada cineasta debía hacer sus propias perforaciones y era difícil que la película de uno se pudiera reproducir en el proyector de alguien más.

(Esta es una explicación extremadamente reductiva de una historia que es, en realidad, bastante interesante. Si quieren investigar más, y si quieren hacer cine no imagino por qué no querrían investigar más, les doy algunos términos y nombres para que empiecen su búsqueda: Kinetoscopio, Cinematógrafo, Muybridge, Lumiére y Eastman).

 

Aspectos técnicos

Aunque el tamaño estándar de cuadro (no de la película, sino de la imagen capturada dentro del fotograma) fue fijado por Edison a principios del siglo XX, no fue sino hasta los 20s, cuando se introdujo el sonido sincronizado, que la industria hollywoodense se vio en la necesidad de establecer reglas específicas para evitar que cada estudio hiciera lo que quisiera.

Verán, el aspect ratio de Edison (1.33 o 4:3) utilizaba casi todo el fotograma – así que cuando se introdujo el track óptico de audio sobre la misma película, el tamaño de la imagen tuvo que ser disminuido. Algunos productores (y otros exhibidores) decidieron compensar esto por cuenta propia y, básicamente, cada quien «hizo lo que quiso». Algunos dejaron que la imagen fuera más alta de lo que era ancha. Otros colocaron una «máscara» sobre la cámara o el proyector para hacer que la imagen tuviera una forma diferente: cuadrada (como antes), o un rectángulo horizontal semejante al que conocemos hoy en día. 

No fue sino hasta 1929, cuando la Society of Motion Picture Engineers fijó el tamaño oficial de la imagen por fotograma en 20.3mm x 15.2mm (eso da in aspect ratio casi cuadrado de 1.33:1) y esto se llamó «el estándar de 1930». 

Eventualmente, este daría pie al estándar oficial de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas – 21mm x 15.2mm con un aspect ratio de 1.37:1 – que se utilizaría por default hasta bien entrada la década de los 50. Este aspect ratio se conoce como «Academy standard» y, como recordarán, hay quienes todavía hoy lo utilizan para evocar alguna época o estilo fílmico.

 

Formato anamórfico

Como vimos, la mayoría de las películas que la industria produjo hasta la década de los 50 eran, para ponerlo en términos siimples, cuadradas. Pero en 1952, cuando la televisión ya le estaba ganando terreno al cine, la 20th Century Fox compró una tecnología de lentes desarrollada durante la Segunda Guerra mundial, que permitía imprimir más información sobre el mismo tamaño de negativo. El nombre que le dieron a esta nueva técnica, fue CinemaScope y la primera cinta en utilizarlo fue The Robe.(Ver la imagen que ilustra este post.)

Seguramente algunos de ustedes ya habrán escuchado este término y supongo que la mayoría se ha dado cuenta que las películas modernas son rectangulares. Incluso seguramente muchos incluso habrán escuchado a alguien quejarse de «las barras negras» que le aparecen a la tele en lugar de que la imagen ocupe todo el cuadro de imagen de su aparato. Si alguien les dice esto, respiren profundo y con calma expliquenle a la persona que en realidad «esas barras» le están permitiendo ver más de la imagen. Eso dicho, ¿sabían que ese resultado rectangular se logra, no con película o cámaras diferentes, sino con un lente diferente? 

Por ponerlo en términos simples, el lente anamórfico permite que la imagen cubra un área mayor del fotograma al estirarla verticalmente. (Ver la imagen, fuente: Wikipedia) Esto, naturalmente, crea mayor calidad visual pero distorsiona la imagen. Para solucionar ese estiramiento, los proyectores también deben estar equipados con un lente similar (pero inverso) que reduce la altura de la imagen y la deja en el aspect ratio de 2.40:1 que todos conocemos.

Quizá sería pertinente mencionar que no todas las películas que vemos con ese aspect ratio necesariamente han sido filmadas con lentes anamórficos. Hay quienes filman con lentes esféricos y simplemente cortan la parte superior e inferior de la imagen, por ejemplo. De hecho, en los monitores de referencia que tienen en el set, usualmente se pueden observar unas lineas que marcan los diferentes cuadros (1.37, 2.40…) para que el director pueda ver qué estará a cuadro dependiendo del destino final de la película. Por esta razón, a veces es posible ver «errores» (como un micrófono que se asoma o la mano de un asistente) en películas que han sido llevadas a DVD con poco cuidado. Verán, el director estaba planeando que la parte superior e inferior de la imagen fuera cortada para buscar el aspect ratio de 2.40:1 y no contaba con que el productor del DVD usara el negativo original e ignorara por completo sus intenciones visuales. Y esto nos lleva al último tema que trataremos aquí, pues a veces sufre del mismo problema… el Super 35.

 

Super 35

A diferencia del formato anamórfico (donde la imagen entra a la película modificada por el lente para hacerla más alta), el formato conocido como Super 35 también utiliza película de 35 mm, pero sin track de audio y, utilizando lentes esféricos tradicionales (que son considerablemente más baratos y pequeños que los anamórficos), ocupa un área mayor del negativo. Naturalmente, la conversión para lograr un tamaño de imagen con el aspect ratio de 2.40 (o cualquiera que requiera el destino final del audiovisual) no se da en el negativo original, sino en el laboratorio. Cabe mencionar que hoy en día la gran mayoría de las producciones son filmadas así. Especialmente con los avances en procesos de intermedia digital, los efectos «en cámara» cada vez son menos necesarios. Pero de esto y otros procesos de post-producción hablaremos en otro post. 

 De nuevo, hago hincapié en lo reductivo de esta explicación sobre los 35 milímetros. Pero vamos, nadie quiere un post de porporciones tolkienescas. Vamos con lo que sigue… IMAX. 

 

Lo que escucho en este momento: “You Don’t Own the Road” de The Kills.

Manden sus preguntas a: [email protected]

twitter / IvanMorales

autor Colaborador en web y revista Cine PREMIERE desde 2006. Me especializo en anime/manga, comics, doblaje, tecnología y videojuegos. Mis sagas favoritas: Doctor Who, Star Trek, Dragon Ball y Star Wars. Batimaníaco, geek ochentero y hardcore gamer.
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