WandaVision: Marvel da inicio al multiverso – Crítica del episodio 5
Marvel finalmente da el primer paso firme hacia el multiverso de locura.
Advertencia de ligeros spoilers en esta crítica del episodio 5 de WandaVision.
Previo a su episodio 5, WandaVision se había servido de un desfile de formatos, homenajes y estéticas -y hasta una que otra crítica al formato televisivo- para ocultar su verdadero propósito. Sin embargo, acercándonos a la mitad de la temporada, Marvel por fin comienza a mostrar sus verdaderas cartas y las intenciones que tiene con esta serie dentro de un engranaje mucho más complejo.
En la entrega de esta semana, tocó el turno de visitar la década de los 80, con una intro increíble hecha al estilo de la sitcom Family Ties. Su repaso de instantáneas, imágenes luminosas, letras garigoleadas superpuestas y bosquejos de retratos a lápiz, nos transportaron directamente a la comedia familiar de aquella época. A dicho concepto se adhiere el diseño de producción, los colores cálidos de su fotografía y la música de Christopher Beck compuesta a las usanzas de la época. Incluso tuvimos unos créditos de salida similares que, sin embargo, fueron interrumpidos.
Ahora la pareja protagónica tiene una familia completada por dos gemelos que crecen con mayor rapidez de lo normal. Una cuestión notada por un Vision cada vez más despierto y consciente de lo que sucede a su alrededor. Más que nunca el mundo de la comedia de situación se desmorona alrededor de los involucrados en WestView y poco a poco los guiones de Jac Schaeffer revelan más cantidades de información, que de igual forma generan más preguntas que respuestas.
Cuando estamos dentro de la fantasía artificial de los suburbios, es el personaje del Vision aquel que funciona como catalizador para romper con la estética audiovisual de la serie. Los encuadres, los movimientos de cámara y la música resultan como pequeñas alarmas que advierten de una segunda capa en la narrativa. Por primera vez vemos confrontamientos y repasamos ideas complejas sobre la muerte que bien podrían significar el adelanto de una recomposición diferente dentro del Universo Cinematográfico -y televisivo- de Marvel.
A pesar de que existe una intencionalidad por repasar una etapa específica en el género de las sitcoms, por primera vez este recurso se percibe como un añadido gracias a los saltos constantes que existen entre el mundo real y el mundo televisivo fabricado. Lo que demuestra que la casa de las ideas está lista para dar rienda suelta a la cuarta fase de su universo. Ciertamente el impactante cierre del episodio es prueba de ello y finalmente pone al espectador de frente al tan anunciado multiverso.
Como en cada nueva aportación de WandaVision, en este episodio 5 Elizabeth Olsen demuestra un rango actoral extenso. Sus gesticulaciones cambiantes e inesperadas ya no generan miedo ante la desconocido, como ocurría en anteriores episodios, sino miedo por la determinación de sus acciones y por la forma en que su personaje ha evolucionado de la tragedia y el dolor, a lo impredecible y terrorífico.
WandaVision ha sabido llevar a la audiencia hacia diversos caminos que puedan explicar la resolución argumental de la serie y en ese sentido es de aplaudir su labor como una entrada más que digna del estudio al formato de la televisión. Sin embargo, cuesta trabajo suponer que todo esta dicho, por lo que lo sensato sería sentarse pacientemente a esperar por mayores sorpresas y giros que cambien la configuración del tablero.
Si eres ese tipo de espectador que gusta de formar teorías descabelladas, tras leer las investigaciones detalladas publicadas en internet, probablemente ya adivines hacia dónde se dirige la serie comandada por Matt Shakman. Si por el contrario sólo acostumbras sentarte en el sillón al igual que Wanda y Vision para dejarte sorprender, entonces puedes estar seguro de que el desconcierto será mayúsculo.
Resulta imperativo señalar que Disney Plus está en camino de repetir la hazaña que ha logrado con The Mandalorian, en el aspecto mediático. WandaVision cada vez se perfila con mayor seguridad a ser recordada como una pieza televisiva que se atrevió a apostar por inusuales recursos estéticos y narrativos en tiempos complicados para ello, pero sobre todo porque será la piedra angular de todo lo que Marvel está a punto de desatar: un multiverso de locura.