WandaVision: ¿Por qué los cómics House of M son referencia obligada?
Una colapso mental, una realidad alterna, ¿un final feliz?
Desde que Elizabeth Olsen expresara interés en llevarlo a la pantalla, pasando por declaraciones de Kevin Feige donde hablaba sobre su importancia para el primer show live-action de Marvel Studios (vía), no hay duda en que House of M llevaba años dando vueltas entre los creativos de la Casa de las Ideas. Tal serie de cómics —escrita por Brian Michael Bendis y publicada en 2005— no habrá conseguido todavía una adaptación literal dentro del MCU, pero ciertamente habita en el espíritu de WandaVision, que esta semana tuvo el privilegio de inaugurar la Fase 4 del MCU.
A continuación, un repaso general del argumento de dichas historietas, seguido de algunas líneas pertinentes sobre sus similitudes con aquel contenido original de Disney Plus, protagonizado por Olsen (Wanda Maximoff / Bruja Escarlata) y Paul Bettany (Visión).
¿De qué trata House of M?
La historia comienza con una inestable Wanda Maximoff siendo custodiada por su padre Magneto y Charles Xavier en el país (ficticio) de Genosha. Las capacidades de la mutante —consistentes en alterar la realidad a gran escala— empiezan a ser imposibles de neutralizar, por lo que el Profesor X decide reunirse en Nueva York con los Vengadores, los X-Men y otros superhéroes para discutir sobre cómo lidiar con la Bruja Escarlata y el eventual descontrol de sus poderes. Para varios de ellos, incluido Wolverine, sólo existe una única opción: asesinarla.
Tras descubrir que su hermana está en peligro de muerte, un conmocionado Quicksilver decide advertirle a Magneto, quien inicialmente expresa desconocimiento sobre cómo manejar la situación… Más adelante, dos grupos liderados por Xavier arriban a Genosha, sólo para descubrir que Wanda ha escapado. Pero eso no es lo peor: uno a uno, los recién llegados empiezan a desaparecer hasta que únicamente queda Spider-Man, quien consigue atestiguar una cegadora luz blanca antes de que el mundo cambie completamente.
Una realidad alterna ha emergido a nivel global, donde los seres humanos son una especie subordinada a los mutantes, quienes a su vez son dominados por Magneto y la Casa Magnus (House of M), complementada por sus hijos Quicksilver y la Bruja Escarlata. Mientras tanto, algunos de los superhéroes «sobrevivientes» gozan de una vida de ensueño, como Peter Parker, quien es una celebridad felizmente casada con Gwen Stacy. Al parecer, sólo Wolverine es consciente de que el planeta está sumido en una falsedad, que él adjudica a un plan ideado por Magneto con el propósito de —a través de las habilidades de Wanda— crear un mundo donde los deseos más profundos de todos se cumplen. El de aquel supervillano, obviamente, habría sido la supremacía mutante y el poder absoluto.
Con ayuda de un movimiento de resistencia, liderado por Luke Cage, Wolverine entonces se da a la tarea de buscar a los Vengadores y X-Men, en aras de devolverles sus memorias, vencer a la «Casa de M» y así retornar a la normalidad.
El puente hacia WandaVision
Es muy obvio que existen grandes divergencias entre la serie de Disney Plus y House of M, desde que WandaVision rinde tributo a sitcoms de antaño mientras que las viñetas de Marvel Comics albergan un evento crossover colosal, mayormente liderado por los X-Men (todavía ausentes del MCU). Sin embargo, también es evidente que ambos productos parecen coincidir en el detonante de sus respectivos conflictos: una trastornada Wanda Maximoff, usando sus poderes para manipular la realidad.
Por un lado, impresos como Planet X y Avengers Disassembled abrieron camino para el colapso mental de Bruja Escarlata en House of M. Por otro lado, el Universo Cinematográfico Marvel no ha escatimado en sucesos que también propiciarían una faceta demencial en el personaje interpretado por Elizabeth Olsen. Wanda arrastra un pasado trágico sobremanera, marcado por la muerte de sus padres, de su hermano Pietro y de su enamorado Visión. Entonces no sería extraño que el trauma latente finalmente haya estallado al punto de desestabilizar el dominio sobre sus mágicos poderes. O quizá sí los controle, pero en su desesperación decidió recluirse en un mundo de ensueño que ella misma erigió, inspirada en el encantador formato de algunas comedias televisivas.
Así como la realidad alterna (en los cómics) otorga a Spider-Man la maravillosa vida que siempre quiso, la Bruja Escarlata protagoniza su propia fantasía en WandaVision, con un «resucitado» Visión como esposo y padre de sus futuros hijos. Dicho lo anterior, no debe perderse de vista que tales vástagos serían también un punto de convergencia entre las historietas y el show de Marvel Studios, cuyos meros avances han revelado a una Wanda embarazada. Ocurre que en House of M, el mundo artificial igualmente proveyó de descendientes a la superheroína: los mellizos William y Thomas, pertenecientes a la Casa Magnus y con un rol clave en la batalla final. ¿Cómo influirá, por su parte, la presencia de los niños en WandaVision? Eso aún está por verse.
Entren aquí para leer la crítica de Cine PREMIERE sobre los primeros dos episodios de WandaVision, ya disponibles en el catálogo de Disney Plus. Habrá un nuevo capítulo cada semana a partir del próximo viernes y hasta el 5 de marzo del año en curso.
Si ya están al día con la miniserie creada por Jac Schaeffer, exploren aquí algunas teorías que empiezan a gestarse alrededor de ambos episodios de lanzamiento. Y si quieren ahondar más en lo secretos detrás de WandaVision, vean aquí lo que Eizabeth Olsen y el resto del elenco comentó a Cine PREMIERE sobre tales enigmas.