El Conjuro se concentra en los héroes, no en los monstruos: Vera Farmiga y Patrick Wilson

Normalmente, los protagonistas del género de terror siempre son quienes deben escapar de una maldición, enfrentarse al asesino o correr por sus vidas. Sin embargo, en el universo de El Conjuro sucede todo lo contrario: Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) se pasan la mayor parte de su vida adulta persiguiendo y cazando entidades demoniacas, muñecas malditas y monjas diabólicas, entre muchas otras cosas.

A propósito del estreno de El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo, platicamos con ambos actores sobre la fisicalidad de sus papeles y su compromiso con interpretar la fortaleza y el coraje frente a situaciones de las que cualquiera de nosotros saldría corriendo.

¿Cuán profundo han ido con estos personajes?, ¿han descubierto nuevas cosas sobre ellos que antes no?

Vera: Sí, yo armo una exploración más profunda en El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo, en las habilidades psíquicas de Lorraine. Exploramos nuevas formas para que ella pueda descubrir los orígenes del mal, ahora tiene una característica muy detectivesca. Ella tiene que unificar diferentes conceptos del mal y eso tiene que ver con psicometría y precognición. Son diferentes fases de su peculiar habilidad y eso fue muy emocionante para mí.

Patrick: Sí, la fisicalidad para esta película estuvo mucho más presente. Siempre estaré interesado, fascinado y comprometido con los directores que me exijan explorar mis límites físicos y emocionales. Ese fue un viaje completo en esta película, 100% seguro. Ha sido la película de El Conjuro más física que he hecho, ¡uh, bueno, también la 2 fue muy dura de hacer! 

Vera: ¡Claro! Bueno, aunque en diferentes formas.

Patrick: Sí, eso sí. Ésta presentó diferentes retos. Y eso lo supimos desde el día uno de filmación, se lo dijimos a Michael Chaves nuestro director, no solo le quisimos dar la libertad sino hasta el consejo: “Dirígenos, empújanos, por eso estamos aquí, no queremos que sea Ed y Lorraine baile de graduación», queremos que se nos exija y creo que eso lo emocionó.

En estos tiempos de franquicias y superproducciones, es muy común que sean los superhéroes o Star Wars los títulos dominantes, pero El Conjuro se destaca sobre otras como Halloween o Saw, porque además construye un universo cinematográfico. Después de tantos años y películas, ¿a qué creen que se deba?

Patrick: Honestamente, es justo eso que dices. Mira a esas franquicias que mencionas. Sin faltarle el respeto a esos exitosos títulos de terror; usualmente puedes escoger cualquier secuela de una buena cinta de terror y algunas serán mejor que otras pero típicamente la mayoría de las franquicias de miedo están centradas en el villano, en la entidad del mal: es Jason, Michael Myers, Jigsaw, Freddy. Incluso en Actividad paranormal… no quiero decir ‘gimmick’ [truco], porque es resumirlo mucho, pero cuando salió fue el género found footage, la cámara de seguridad, que todos recordamos de la primera, pero eso tiende a erosionarse rápido. ¿Cómo mantienes a las audiencias interesadas?

Nosotros vamos en dirección contraria, la ruta en este barco es que seguimos a los héroes, no es un mismo villano. Tenemos diferentes en cada película, pero sí a los mismos héroes.

Entonces cuando los fans del terror, de la franquicia, quieren ver mucho a un villano en específico, “bueno ahí está La monja» o «Annabelle nos aterrorizó, bueno entonces más historias sobre ella”. Los spin off buscan satisfacer o saciar los deseos de ver a un villano en específico otra vez, pero la serie principal es para concentrarnos en nuestros héroes. 

Vera, ahora que llega la tercera parte, ¿sigues sintiendo la misma cantidad de presión a la hora de interpretar a un personaje de la vida real?

Vera: No diría presión. Mi único compromiso era hacerle justicia a Lorraine. La conocí personalmente y era una gran amiga. Creo que para mí era honorar esa memoria y esas hermosas cualidades de ella como ser humano. Esa era la única presión que tenía. Y también podría decir que cumplirle cabalmente al rol. Porque de eso me di cuenta en la primera pregunta, siempre me sorprende la preparación para estos papeles, porque siempre parece que es como muy relajado… amo a Patrick, pasar tiempo con todos en el set, nos divertimos, pero también es un trabajo muy demandante el manejar estas emociones en pantalla. Y también en el apartado físico, eso siempre me sorprende, la demanda de estos personajes físicamente, no es fácil. Recuerdo El Conjuro 2…

Patrick: ¡Oh, Dios mío, sí!

Vera: Estaba sujetada a este arnés por horas y horas, desafiando la gravedad. Ser arrastrada una y otra vez… es físicamente demandante. 

Patrick: Y gritaste como nunca también.

Vera: ¡Mi cerebro ha explotado, no solo mis gritos, con esta franquicia! (ríe) Pero siempre he estado comprometida a entregarme y hacerlo de una forma honesta y sin limitaciones de mi parte. Creo que esa es la presión, el entregarlo por completo. 

También te puede interesar: El Conjuro 3, ¿cómo fue que la maldad se volvió universo?

¿Cuál fue el reto físico para cada uno de ustedes en esta ocasión?

Vera: El lograr este nivel de emoción y drama, toma mucho esfuerzo físico, para mí. No es fácil, me pasa factura cada vez, como actriz, hacer esto a un nivel físico y psicológico por tanto tiempo, a lo largo del día, con muchas tomas de por medio, diferentes ángulos de la cámara y ofrecer una actuación honesta cada vez. Es mucho estrés para el cuerpo, buscar dentro de tu psicología lo que funciona o no para tu personaje. Y te dices: «No, no está funcionando», entonces pruebas otra forma y muchas veces terminas agotada. Incluso solamente cuando son momentos emocionales los que tenemos que completar, me pasan factura en mi cuerpo. Creo que en la forma en que Lorraine es puesta a altos niveles de estrés, Vera también lleva eso a niveles físicos y emocionales por igual. 

Patrick: Sí, creo que es la continuidad en el trabajo físico, sin decir mucho sobre la trama, creo que cuando Ed está más comprometido en ayudar a Lorraine es cuando resulta un reto físico. Hubo algunas escenas que sí demandaron un mayor compromiso corporal pero creo no a un nivel como lo han demandado otros títulos de El Conjuro. Sí, es físicamente cansado, pero esa parte, el trabajo con los stunts es divertido también para mí, realmente lo disfruto. No podría quejarme de que fue muy rudo o cansado… pero cansado es también algo gratificante para mí porque soy como un adicto al cardio. 

Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.