Unidos (Onward) – Crítica
Pixar vuelve a convertir lo fantástico en jovial artilugio para reflexionar sobre asuntos sumamente sensibles y enternecedores.
Para Unidos, Dan Scanlon (Monsters University, 2013) imagina un mundo contemporáneo habitado por seres mitológicos. En lugar de humanos, en el entorno suburbano que nos presenta se desenvuelven en la cotidianidad seres fantásticos como elfos, centauros, trolls, dragones, sirenas, hadas, cíclopes y unicornios, entre muchos otros.
En un interesante y divertido prólogo, se explica cómo en el pasado los residentes de este universo optaron por la comodidad de la tecnología, en lugar de la supuesta complejidad de la magia. Aparentemente, resultaba más sencillo apretar un botón para encender un foco, que conjurar un encantamiento. De esta forma, la hechicería quedó relegada como mito o como simple pretexto para el entretenimiento en juegos al estilo de Calabozos y Dragones. Juego que, por cierto, es el favorito de Barley (Chris Pratt, en inglés), hermano mayor del personaje central del filme, Ian (Tom Holland), un tímido adolescente.
El extraordinario contexto es tan sólo el telón de fondo para la verdadera historia que Scanlon quería contar. Basada en su propia experiencia de vida, el guionista y director expone la posibilidad de que su protagónico pueda conocer a su padre, que falleció antes de que él naciera.
La ausencia de la figura paterna, por distintas razones, no es una novedad en el imaginario de Pixar. Si bien nunca es mencionada, es una realidad de la familia de Toy Story (1995). En Up: Una aventura de altura (2009), el tema es referido con mayor énfasis, al igual que otro que comparte con Unidos: el duelo.
La aflicción por la pérdida de un ser querido y la añoranza se convierten en motor de la historia con fines catárticos. Un hechizo podría permitir a los jóvenes convivir con su padre por 24 horas. A partir de esa probabilidad, los hermanos emprenderán un trepidante y emotivo recorrido que podría o no convertir ese sueño en realidad.
Amén de muchos otros temas que la película aborda, como el desarrollo de potenciales subestimados o el comentario sobre la dependencia a las conveniencias tecnológicas, el corazón de la historia es una interesante y amena reflexión de autodescubrimiento. De reconocer que es posible que lo que tanto buscamos, pueda estar frente a nosotros, sin que nos percatemos.
Después de un par de secuelas, Los Increíbles 2 (2018) y Toy Story 4 (2019), es grato que Pixar regrese a lo que mejor hace: las historias originales. Ciertamente Unidos alude a una serie de referentes de literatura y mitología fantástica, a la vez que hace interesantes guiños a filmes como Volver al futuro (1985), Weekend at Bernie’s (1989) o Resident Evil (2002).
Pero también logra construir su propia identidad. Y, sobre todo, presentarnos un desenlace original y sorpresivo que, además de creativo, es sumamente conmovedor.