Viento en contra

La película en que Bárbara Mori lucha por su vida, pero nunca pierde el glamour.
Antes que nada, lee las siguientes oraciones con el tono de la voz que siempre se escucha en los trailers: "De los productores de “Una copia barata de cualquier thriller hollwoodense” y de “Aquella película llena de product placements”…. llega a sus pantallas, Viento en contra, la película en que Bárbara Mori lucha por su vida, pero nunca pierde el glamour"
Antes de que empiece el vaivén de dimes y diretes sobre el apoyo al cine mexicano, la condescendencia al fomento artístico, o peor aún, sobre un malinchismo automático contra las cintas nacionales, hay que dejar algo en claro: el arte (en este caso el fílmico) no conoce de fronteras ni de nacionalidades. Un cadáver en descomposición apesta igual aquí que en China.
Y esto pasa con Viento en contra, Linterna verde o Transformers: cuando no existe un guión sólido, unas actuaciones que rayen en la decencia, ni un respeto al intelecto del público; el resultado siempre será una cinta decepcionante y predecible. No importa cuánto esfuerzo haya implícito en la producción técnica de cualquier obra, si el factor humano fallece ante una trama olvidable… o peor aún, ante una que pretende ser ingeniosa, cuando en realidad sólo es ingenua.
Desde los primeros minutos de la cinta, con escenas que intentan emular (y que en realidad terminan siendo un homenaje penoso) a Punto de quiebra, los personajes de Bárbara Mori (Luisa) y su novio (Patrick) promulgan una analogía infantil y vacua sobre la vida y los riesgos que hay que tomar para madurar. Instantes después, Patrick recita quizás, los peores diálogos (cursis, irreales y forzados) en la historia el cine mexicano; pero eso no es lo peor, si no todo lo que ocurre durante las siguiente hora y media: una trama sobre asesinatos, secuestros, fraudes, y una simple mujer, que de la noche a la mañana se convierte en una especie de Jason Bourne mezclada con la inteligencia frívola de un personaje de James Ellroy.
¿El desarrollo de personajes? Ah, eso no es tan importante como el hecho de que cada tres minutos se nombre o se vea una botella del tequila que financió la película. Lo más deprimente del film, es que nunca te preocupas por los personajes, porque no son creíbles, son clichés que parecen salidos de los libros más básicos de guionismo. Tampoco son creíbles las situaciones que viven, ni tampoco el falso miedo que proyectan sus ojos. Hay mejores actuaciones si prendes la tele, y ves la novela de las 9.
El director Walter Doehner se esfuerza demasiado en mostrar personajes unidimensionales, para que al final, cuando se revelan sus verdaderas intenciones, emitas un pequeño grito de asombro y quedes boquiabierto. Sr Doehner, cuando se procura un “giro de tuerca” en este género, la intención es sorprendernos y decirle a nuestro acompañante: “Wow, cómo fue que no me di cuenta”; pero no… en Viento en contra sólo puedes decir “Wow, qué flojera… eso explica todo”.
Viento en contra lucha por el título de la peor cinta mexicana de 2011, con su pobre guión, su desesperado intento de presentar un thriller policiaco, así como uno de los finales más absurdos que se haya visto en la pantalla. Y si no nos creen, sólo les diremos algo: después de ver la patética escena de Bárbara Mori y su hijo en el paracaídas, van a decirle a su acompañante “Wow, por películas como estas… espero que los mayas tengan razón sobre el 2012”
Ve el trailer de Viento en contra.
