Presagio

Aunque Nicolas Cage ganó el Oscar por el papel de un alcohólico deprimido en Adiós a Las Vegas (1995), prefirió convertirse en un héroe de acción más que salva el mundo (Ghost Rider: El vengador fantasma, 2007, El vidente, 2007) o que descifra acertijos (La leyenda del tesoro perdido, 2004). Presagio es la cinta ideal para desarrollar ambas habilidades, pues Cage personifica a un científico que encuentra una extraña profecía hecha a base de números, que al descifrarla, da las fechas de los desastres que han ocurrido en los últimos 50 años, incluyendo el temblor del 85 en nuestro país. El caso es que el héroe está dispuesto a todo por parar las masacres que aún no han sucedido (qué raro, en Nueva York), y entre ellas el fin del mundo.

En un principio, la cinta nos atrapa por completo, con un formato de suspenso muy bien llevado: una niñita (en cliché de piel pálida y pelo negro largo) oye voces que le susurran el rompecabezas matemático, que el protagonista encontrará 50 años después. La trama nos mantiene al borde del asiento, valiéndose de fotografía oscura, música siniestra y uno que otro sustito. Decae un poco cuando aparecen ciertos alienígenas que –como de costumbre– vienen a prevenirnos del catastrófico final, eligiendo un par de niños para dar un mensaje (qué raro, los dos son gringos).

Presagio puede ser criticada porque abunda en clichés, incluido Cage en su papel de siempre. Sin embargo, Alex Proyas –director dark de El Cuervo (1994), Dark City(1998) y Yo, Robot (2004)– hace uso de sus aptitudes artesanales para lograr un producto evidentemente comercial, pero no por ello minimizado. La obra completa funciona muy bien en su objetivo de entretener, al punto de no querer ni siquiera salir al baño. Aunque el final es un poco lento y se alarga en redundancia, bien valen la pena las palomitas.

– Doly Mallet
 

Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.