No eres tú, soy yo
Una cinta cumplidora que a veces cae en lo inverosímil, pero que arranca la actuación más dramática en la carrera de su protagonista.
Con los pies firmes dentro del género donde se siente más cómodo, Alejandro Springall se aventuró a explorar terreno virgen dentro del mismo para ofrecer, en su tercer largometraje, una comedia romántica protagonizada por el célebre histrión televisivo, Eugenio Derbez. No eres tú, soy yo toma prestado el argumento principal del filme, No sos vos, soy yo (Juan Taratuto, 2004), para transformar por completo una desaventura argentina a las pantallas mexicanas. Javier (Derbez) es un cirujano cardiovascular a quien, irónicamente, le rompe el corazón su esposa al dejarlo por otro hombre.
El filme, inmerso en la paradoja personal de su protagonista, nos ubica en distintas situaciones cómicas donde Derbez presenta, tal vez, las escenas más dramáticas de su carrera; no obstante, el tratamiento de algunas de éstas, aunque intencionalmente inverosímiles (Javier al no encontrar su lugar en el mundo acude a sus padres para penar durante días, cual niño a quien le acaban de robar un dulce, su desgracia), roza tintes absurdos por un personaje protagónico que deambula entre lo maduro e infantil. La experiencia de Springall en este género es vasta, y no tendrá problema en afinar la incursión del romance como ingrediente principal en futuros largometrajes.
–Gabriel Guajardo