El oso Yogi

Cuando vi al oso Yogi en TV allá en mi niñez (en una de las múltiples veces que lo han transmitido, pues hay que reconocer que no soy tan viejo y que la serie existe desde finales de los cincuenta), debo decir que no era mi máximo. Entre Los Picapiedra, Don Gato y su pandilla y otras joyas de Hanna-Barbera de la época, Yogi era un punto medio: ni nefasto como Pixie y Dixie, pero tampoco glorioso como el Manotas.

En fin, con esta tendencia hollywoodense a revivir clásicos animados en formato live action/CGI, pensé que Yogi correría la misma suerte de Marmaduke en esta resurreción. Para mi sorpresa, no fue así, y aunque dudo que alcance la gloria taquillera de Alvin y las ardillas o Los Pitufos el próximo verano, resulta una historia entretenida y familiar, sin recurrir al pastelazo absurdo de Los viajes de Gulliver.

No hay nueva fórmula en esta aventura a lo que ya conocemos de este personaje, catalogado por sí mismo como “más inteligente que los osos promedio”, pero ahí yace precisamente su éxito: Yogi y el pequeño Bubu deberán ayudar al guardabosque Smith a salvar al parque Jellystone de un gobernante corrupto que pretende cerrarlo para talar todos sus árboles. La naturaleza traviesa del par de osos traerán algunos problemas, pero huelga decir que todo se resuelve como en cualquier película familiar dominguera. Niños felices con papás recordando su niñez saliendo del cine. ¿Hay fórmula más perfecta para ganar dinero? La película lleva dos semanas con grandes recaudos taquilleros en México, ustedes dirán…

Hay que mencionar que ver esta película en 3D es un gasto innecesario. No hay nada relevante, y en su formato normal el disfrute es el mismo. Un punto extra al doblaje de Octavio Rojas y Victor Ugarte en los roles protagónicos, pues dan escuela una vez más de lo bueno que es el doblaje nacional, sin necesidad de los irrelevantes star talents que arruinan el producto con frecuencia (¿alguien pensó en Chayanne y Danna Paola destruyendo a Rapunzel y Flynn en Enredados?). Si quieren escuchar a Dan Aykroyd y Justin Timberlake con las voces originales, habrá que esperar al lanzamiento para formatos caseros, pues las salas que cuentan con la versión subtitulada son escasas.

Aún no es tarde para ver El oso Yogi, y aunque nadie le dará un Oscar a Eric Beving, lo más probable es que las ganancias den pretexto a Warner para regalarnos por lo menos una secuela.

–Julio Vélez

Mary Carmen Albarrán Mary Carmen siempre ha sido una ñoña... incluso antes de que se considerara cool. Fue editora de Cine Premiere 5 años y posteriormente saltó a las compañías de tecnología pasando por Comunicación en Google, siendo el Tío Netflix en Netflix y ahora ayudando a los famosos a usar Instagram, Facebook y Threads en Meta.