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Cine

El árbol de la vida

19-10-2011, 3:24:07 PM Por:
El árbol de la vida

El preciosismo visual se ve ensombrecido por lo críptico de la “trama”. 

Cine PREMIERE: 3
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Ganadora de la Palma de Oro de este año, el quinto largometraje del cineasta de culto, Terrence Malick, es una ambiciosa producción que transcurre desde el inicio de los tiempos hasta la época actual –¡sí, como lo leen!–. Para esto, Malick despliega estilos tan disímiles como el realismo rural (eco al John Ford de Las uvas de la ira) y la abstracción psicodélica (eco al viaje interestelar de Kubrick en 2011) en una cinta que resulta demandante hasta para el cinéfilo más curtido, y confusa para los seguidores del enigmático realizador –entre quienes me encuentro–. Este largometraje puede leerse como el equivalente a un poema modernista (de Ezra Pound, digamos), con imágenes y universos entrecruzados: el problema radica, sin embargo, a que en la caverna primigenia que resulta una sala de cine, la atención se disipa.

En apariencia, este filme de ethos esotérico narra la historia familiar de Jack (Sean Penn), arquitecto que creció en Texas junto con sus dos hermanos, su padre severo (Brad Pitt) y su madre (Jessica Chastain), encarnación de la virtud. La dinámica familiar se antoja arquetípica, pero las situaciones en que Malick presenta a sus personajes se sienten relamidas, ya vistas (el niño que no quiere comer y el padre que azota el puño enfurecido). Asimismo, la voz en off que es tan efectiva en las cintas previas del cineasta aquí funciona como mero acompañamiento auditivo (poético) y no como el hilo que podría sostener precariamente una narrativa desarticulada (el diseño de audio resulta curioso: los personajes susurran en acentos ininteligibles).

Jack, atormentado, recuerda su pasado mientras camina entre rascacielos, catedrales de le era moderna. Como en toda cinta de Malick, las construcciones audiovisuales son de una hermosura apabullante, sobre todo la idílica suburbia de la infancia de Jack. Si algo sabe hacer Malick es encontrar la belleza en ambientes naturales y en las montañas y valles de la anatomía humana: y aquí lo hace, ofreciendo imágenes que dialogan con nuestros instintos primigenios. Pero si de por sí los flashbacks de cuatro décadas resultaban confusos, Malick emprende una digresión descabellada que nos lleva al inicio de las eras, con todo y dinosaurios atormentados. 

Malick, grandilocuente, no pretende contar una historia, sino retratar el estado espiritual de la humanidad. Desde un punto de vista filosófico el problema radica, entonces, en que acomete esta empresa supuestamente universal desde una perspectiva meramente judeocristiana –el perpetuo ciclo nacimiento/muerte/resurrección– que no da cabida a otras cosmovisiones. Malick: el conservador. Esto resulta sorprendente si consideramos las exploraciones que hizo del Otro tanto en La delgada línea roja (1998) como en El nuevo mundo (2005), donde el espectador urbano se enfrentaba al equilibrio que alcanzan culturas tildadas de “primitivas” y Malick desencadenaba una crítica mordaz al ánimo colonialista.

En resumen, el preciosismo visual se ve ensombrecido por lo críptico de la “trama”, por lo tedioso de la voz en off –una de las insignias del director, tan bien empleada en Badlands (1973) y Days of Heaven (1978)– y por lo arquetípico de los personajes, quienes rozan la obviedad (el padre frustrado, la madre resignada, el hijo con calenturas edípicas). Las comparaciones con 2001: Odisea del espacio (1968) me parecen de una exageración flagrante y apresurada. El filme de Malick no tiene ni la cohesión ni la profundidad filosófica del de Kubrick. Eso sí, el mexicano Emmanuel Lubezki realiza una fotografía cuasi-milagrosa: las escenas con luz natural son una labor de artesanía fílmica equiparable a los célebres fotogramas de Barry Lyndon (1975), otra obra maestra de Kubrick. 

César Albarrán Torres

 

Ve el trailer de El árbol de la vida.

 

autor Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
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