Perdida – Crítica

David Fincher no es un extraño ante la perversidad de la naturaleza humana. Es más, ha cimentado una carrera a través de personajes complejos con almas obscuras que crean morbo en una audiencia obsesionada por descubrir en esos personajes patologías que no pueden ser del todo resueltas. Y el caso de la película Perdida (Gone Girl) no es la excepción, pues Nick Dunne (Ben Affleck) y Amy Elliott Dunne (Rosamund Pike) le hacen buena competencia a personajes como Tyler Durden, John Doe y Lisbeth Salander. 

Nick y Amy llevan 5 años casados y la fase de Luna de Miel ha terminado. Sin embargo, las cosas se complican aún más cuando ella desaparece y todo indica que su esposo es el culpable. O al menos así lo pintan los medios de comunicación… 

Un elemento que Perdida tiene tiene a su favor, y que es muy raro lograr hoy en día, es el factor sorpresa. La historia te lleva de la mano y te manipula a sentir exactamente lo que quiere que sientas. Maneja las emociones humanas a la par que se moldea a los personajes dentro de la pantalla. Es emocionante, te perturba y hace que cuestiones qué tan independiente es tu mente del pensamiento en masa. Es un tanto meta ver cómo sucede esto en pantalla, y no darte cuenta que están haciendo lo mismo contigo mientras ves la película. Aquí, más que ser impactados por escenas fuertes y violentas, crea más shock la reacción y la lógica de los personajes –aún así, querrás bañarte saliendo de la función. 

Hablar de la calidad en una producción de Fincher, ya casi sobra. La fotografía es impecable, la edición es dinámica y las actuaciones son poderosas –destacando el trabajo de Rosamund Pike, Neil Patrick Harris y un Ben Affleck sorprendente. El único factor que resulta decepcionante es el score, compuesto de nuevo por Trent Reznor & Atticus Ross, pues resulta repetitivo y poco novedoso. Quizá ésta era la intención de David Fincher, pero no funcionó. Sin embargo, esto no es tan importante cuando se tiene una composición tan perfecta en todos los demás aspectos –se acordarán de mí en esa brutal escena, durante el clímax de la película. Pero Fincher es garantía de calidad, así que lo sorpresivo hubiera sido que como película Perdida tuviera errores. 

A pesar de esto, el único problema que muchos encontrarán es el ritmo, pues es una narrativa paciente y con poca acción. Es una película de personajes, pero aún así se puede llegar a sentir tediosa, especialmente en los 15 minutos antes del clímax. Además, hay ocasiones donde el maquillaje en algunas caracterizaciones se ve falso y termina por distraer. Pero una vez más, éstas son fallas menores que no restan la efectividad de Perdida.

David Fincher, de nuevo, ha apelado a la parte maliciosa de la condición humana con una historia perturbadora en muchos aspectos. Odies o ames el final, saldrás con una opinión fuerte al respecto, y es justo esto lo que la hace una película trascendente. 

Cristina Vales Cristina Vales fue editora de Cine PREMIERE por casi tres años, sin embargo, su lado geek la ha mantenido cerca. Búsquenla si quieren hablar de Buffy la Caza Vampiros, libros y todo lo que tenga que ver con entretenimiento.