X-Men – Crítica
Un sólido trabajo de casting logra una cinta entretenida para amantes y no de los cómics.
***Revisamos la franquicia de X-Men antes de X-Men Días del futuro pasado***
Algunos fanáticos de los superhéroes mutantes se emocionaron
al enterarse que se haría una película de los X-Men, estos personajes de Marvel Comics. Sin embargo, muchos pensaron que probablemente se trataría de una mala adaptación del comic como ha ocurrido en varias ocasiones. Pero se equivocaron.
La cinta dirigida por Bryan Singer (Sospechosos comunes, 1995) ofrece todo lo que podría esperarse de ella: acción, un reparto de primera, buenos efectos especiales que enaltecen los poderes (y rarezas) de cada mutante y un guión que permite que la complejidad de los personajes supere a los efectos visuales.
La trama inicia con la discusión de si los mutantes son el siguiente paso evolutivo de la humanidad o si deben tratarse como criminales y una amenaza a la seguridad pública, moción que apoya el senador Robert Kelly. Por otro lado, Eric Lehnsherr (Magneto) sostiene que la humanidad es el mal de este planeta y está decidido a terminar con ella. Mientras tanto, el Profesor Charles Xavier, que posee una escuela para jóvenes mutantes, está dispuesto a evitar la guerra y a trabajar por un mundo tolerante donde mutantes y humanos convivan.
Las dudas sobre la elección de Singer como director, debidas principalmente a que no es fanático de las historietas y a su carencia de experiencia en este género, se desvanecen al ver el maravilloso resultado de las figuras de Magneto (Ian McKellen) y Charles Xavier (Patrick Stewart). Probablemente, su relación de admiración-odio/amistad-enemistad es la mejor que hemos visto en el cine en mucho tiempo. Tenemos a un héroe y a un villano que reconocen los poderes, las motivaciones y las debilidades del otro.
Además, el trabajo anterior de Singer en la adaptación cinematográfica de una novela de Stephen King, El Aprendiz (Apt Pupil, 1998), protagonizada por McKellen no sólo se demostró en la sinergia con el actor, sino en su capacidad de crear una película con un alto componente psicológico. En la película de X-Men se explora el temor a lo desconocido, el odio que genera la intolerancia y la creencia en seres superiores (y de eliminar a los más débiles). De hecho, la cinta logra que constantemente dudemos si los verdaderos antagonistas son Magneto y su equipo, o si son los mismos seres humanos.
No obstante, al haber tantos personajes, unos se desarrollan de manera formidable, mientras que otros mediocremente. Por un lado, tenemos al Profesor X, generoso, respetable e inteligente, y a Magneto, brillante y con estilo; las actuaciones tanto de Stewart como de McKellen son sólidas y fieles a los comics. También es destacable la presencia de Wolverine (Hugh Jackman), rebelde y con un pasado borroso del cual tenemos noción por medio de flashbacks y sueños perturbadores. Sin duda, Jackman hace justicia al Wolverine del universo Marvel y se convierte en un héroe valiente y poderoso,pero con características de antihéroe con su afición por la cerveza y las peleas de jaulas.
Pero, por otro lado, hubo varios mutantes que se quedaron cortos. Uno de ellos fue Cíclope (James Marsden) quien en el comic tiene un papel de liderazgo y moralidad, pero en la cinta se pierde y resulta poco memorable (en realidad es aburrido y todo el tiempo deseas que le “bajen” a la
novia). Algo parecido ocurre con Tormenta (Halle Berry) y Rogue (Anna Paquin) cuyas personalidades y actuaciones resultan bastante flojas a comparación de los poderes que poseen. No obstante, quizá lo peor de X-Men son los mutantes “malvados”: la caracterización de Dientes de Sable (Sabretooth) es bastante mala y sus peleas con Wolverine son algo ridículas y dejan esperando ver a un oponente salvaje, lo cual nunca pasa. Mismo caso el de Sapo, que poco aporta a la trama y a las secuencias de acción.
X-Men es una película entretenida y ofrece grandes posibilidades futuras de explotar a sus personajes. Entre ellos, Wolverine y Mystique, cuya sensual figura e increíble poder hacen que queramos ver mucho más de ella, ya que en esta cinta no fue del todo aprovechada. Es recomendable fijarse en los detalles de cada mutante, así como en el cameo de Stan Lee, ya que todo parece indicar que los mutantes llegaron para quedarse (además, los fans de los comics piden por ver a otros personajes como Gambito y Sunfire en la gran pantalla).