Intensa-Mente – Crítica
Inside Out es otra joya de los estudios Pixar, capaz de cautivar tanto a niños como a adultos.
Al salir de la proyección de IntensaMente (Inside Out) –una función de prensa extraña con muchos niños de invitados– fue fascinante y enternecedor escuchar a los pequeños de 6, 7 y 8 años de edad discutiendo lo que la cinta había significado para ellos, mientras que sus papas se limpiaban las lágrimas. Pero no fueron los únicos conmovidos por esta historia alucinante: su premiere en Cannes 2015 recibió el aplauso más sonoro de todo el festival, el primero de este estilo que se le da a una película animada.
En su trayectoria evolutiva de 20 años, Pixar nos ha regalado una y otra vez gemas fílmicas provocadoras de reflexiones, que han explorado tópicos sociológicos relevantes de formas imaginativas, de modo que un niño pueda comprenderlas. Entre ellas se encuentran la trilogía de Toy Story, Wall-E, Up, Ratatoullie y Los increíbles, entre otras. Sin embargo, con esta última entrega, el director Peter Docter (Monsters, Inc.) eleva la vara espectacularmente, llevándonos al interior de la mente de una niña de once años y, de paso, inspirando a los jóvenes espectadores para que piensen sobre lo que sus memorias significan.
La heroína en cuestión es Riley, una alegre niña de Minnesota que ama al hockey, a sus amigos cercanos y a sus padres… al menos hasta que un cúmulo de cambios se le vienen encima: una mudanza a San Francisco, a una nueva casa y –lo peor de todo– a una nueva escuela. Todo ello debido al cambio de trabajo de su padre.
Su mente es vista como un complejo tapiz de emociones y recuerdos, mezclados con todas las dolencias típicas de una adolescente normal. Sin embargo, el guión la concibe aquí como un cuarto de control, en donde se hospedan cinco sentimientos “principales” con un código de color específico: Alegría (muy parecida a un hada amarilla); la azulada Tristeza; el siempre nervioso –y morado– Miedo; la escéptica y verdosa Desagrado; y, finalmente, el rojo y encendido Enojo. Ellos, en su mejor versión, guían las reacciones de la protagonista; en su peor, compiten por el dominio absoluto. La despampanante Alegría (con voz en ingles de Amy Poehler) maneja a los otros sentimientos con gracia, tratando de controlar los estados de ánimos de Riley, al mismo tiempo que administra sus memorias. Sin embargo, es en este lidiar con los recuerdos que las cosas se empiezan a salir de control.
Tal como los mejores trabajos de Pixar, Inside Out está destinada principalmente a niños, pero encuentra un camino original para capturar los corazones y las mentes del espectador adulto. Al querer volver a Minnesota, Riley empieza a adueñarse y a atesorar los recuerdos de su pasado y de esa persona que solía ser cuando era más joven. ¿Qué adulto es incapaz de identificarse con eso?