Pasaje al paraíso – Crítica de la película
Pasaje al paraíso es un viaje agradable que ofrece un descanso, aunque no muchas cosas novedosas e inolvidables
Largos años pasaron antes de que Julia Roberts decidiera volver a las comedias románticas. Toma la decisión con Pasaje al paraíso, una película que comparte con George Clooney; y en la que, a diferencia de sus anteriores aportaciones al género, explora el amor desde un ángulo desconocido para el par.
Después de su graduación Lily (Kaitlyn Dever) decide tomar un merecido descanso en Bali junto con su amiga Wren (Billie Lourd). Allí conoce Gede (Maxime Bouttier) e inesperadamente encuentra el amor. Lo siguiente que saben sus padres, es que su hija está comprometida y que la boda se celebrará muy pronto en la isla paradisíaca.
Luego de años divorciados Georgia (Julia Roberts) y David ( George Clooney) por fin concuerdan en una cosa: su hija está a punto de cometer un error. Antes de permitir que ella se equivoque de la misma forma que ellos lo hicieron en el pasado, traman un plan. Acudirán a su pequeña días antes de la boda para expresar su apoyo, mientras silenciosamente harán todo lo posible para provocar su cancelación.
Pasaje al paraíso es ese tipo de película que no busca hacer descubrimientos ni otorgar grandes discursos. Su misión es reunir a dos superestrellas de Hollywood en el marco de una historia con las dosis medidas de ternura, amor y comedia. Un combo en el que se desenvuelve bastante bien y en donde los actores se lucen sin ninguna clase de complicación.
No obstante, de la película dirigida por Ol Parker (Mamma Mia! Vamos otra vez) también se pueden extraer lecturas interesantes. Especialmente porque su misión no es simplemente hablar sobre el romance, o hacer de dos padres divorciados la conformación de un bloque de comedia lleno de dimes y diretes.
En cambio Pasaje al paraíso se trata en realidad sobre echar una mirada hacia el pasado y reflexionar sobre los errores que nos definen. Aunque en el papel el guion de Daniel Pipski y Ol Parker nos habla sobre una boda que debe ser interrumpida, todo es un pretexto para mostrar que los personajes de George y David se rindieron demasiado rápido en su matrimonio y que desde entonces observan la vida desde el miedo.
Resulta adecuado que se utilice a actores como George Clooney y Julia Roberts para una historia que hable de romance, pero desde un cuadrante más específico. Aquí no se trata de encontrar el amor por primera vez; o de hallar a la persona ideal en el lugar menos inesperado. Se trata de situar a dos personajes en plena etapa de madurez, que compartieron una historia y descubren cuán niños son en realidad.
Una historia de romance observada desde la mediana edad, es justamente la razón por la que Clooney y Roberts se desenvuelven tan bien. Los gags sobre la vejez, o de las experiencias en las relaciones de pareja funcionan a la perfección. Le hablan adecuadamente al público con rostros que bien podrían hablarnos de dichas temáticas.
En ese sentido Pasaje al paraíso es una película que resulta indemne en muchas ocasiones, a pesar de los clichés y las repetidas situaciones plagadas de resoluciones previsibles. En especial porque la química entre el dúo actoral es manifiesta y efectiva.
La comedia en ocasiones es gratuita y se pretende que el espectador desternille de risa con situaciones forzadas. Pero en otros momentos también es lograda, especialmente cuando las risas devienen desde lugares sinceros y conmovedores. Es una comedia agridulce porque sus personajes observan la vida con arrepentimiento. Y por tanto es más fácil para el espectador empatizar en casi todo momento.
La cinta está plagada de imágenes para el recuerdo. Las locaciones naturales en Bali llenan de magia toda la narrativa optimista de la cinta. Además de forma modesta ofrece una lectura interesante a las relaciones interculturales. Aquí existe una boda de por medio, como el eje de toda la historia, pero nos muestra su desarrollo en una cultura diferente en donde tal ceremonia está plagada de etapas varias y diversas actividades que resultan refrescantes para la costumbre occidental.
A decir verdad la película se configura casi como un viaje de confort. Te la pasas bien, conoces distintas miradas y estás acompañado de tus amigos de confianza. Sabe marcar las casillas adecuadas que engancharán al público. Risas, romance, locaciones increíbles y un puñado de estrellas que aseguren el costo de la entrada.
Pasaje al paraíso es un viaje agradable que ofrece un descanso, aunque no muchas cosas novedosas e inolvidables. Nadie perderá su tiempo viéndola, pero tampoco obtendrá aquella recompensa que resuene de manera importante en el futuro.
Debido a la crisis sanitaria por COVID-19, en Cine PREMIERE te recomendamos revisar con las autoridades de salud las medidas sanitarias necesarias (especialmente el Lineamiento general para la mitigación y prevención de COVID-19 en espacios públicos cerrados) antes de acudir al cine a ver una película.