Oppenheimer: ¿Por qué Christopher Nolan no mostró los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki?
Todo es cuestión de perspectiva.
Aunque se aborde la vida y trayectoria del padre de la bomba atómica, la película Oppenheimer, de Christopher Nolan, realmente no muestra a cámara los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
En la cinta biográfica conocemos al físico J. Robert Oppenheimer (Cillian Murphy) desde sus años de estudiante en la Universidad de Cambridge hasta convertirse en un “héroe” para la sociedad estadounidense, debido a su liderazgo en el Proyecto Manhattan, el cual vio nacer las primeras bombas atómicas a mediados de la década de los 40.
La película aborda también los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, en los que la brújula moral de Oppenheimer lo lleva a oponerse públicamente al continuo desarrollo de armamento nuclear, en parte por la culpa y el horror que los ataques a Japón sembraron en él. No obstante, nunca muestra la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, una omisión que directores como Spike Lee y otros han criticado.
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Esa decisión creativa, sin embargo, fue intencional. Christopher Nolan decidió por mantenerse 100% fiel a la perspectiva de su protagonista. De ahí que nunca fuera su intención recrear la catástrofe en Hiroshima y Nagasaki, sino que Oppenheimer hablara de ese evento del mismo modo en que el personaje titular escuchó de él en primer lugar. Es decir, por medio de un simple aviso radiofónico.
Así explicó su razonamiento el cineasta británico en una extensa entrevista con Variety:
“La película presenta la experiencia de Oppenheimer de forma subjetiva”, comentó Nolan. “Siempre fue mi intención mantenerme rígidamente en eso. Oppenheimer se enteró del bombardeo al mismo tiempo que el resto del mundo. Quería mostrar a alguien que está empezando a tener una idea más clara de las consecuencias no deseadas de sus acciones. Se trataba tanto de lo que no muestro como de lo que muestro”.
Por otro lado, algo que sí hay en Oppenheimer es un mar de alusiones a aquella devastadora bomba atómica —desde el destello que emitió al detonar hasta los espeluznantes efectos de su fuerza destructiva— que emanan más bien de la imaginación del científico, nuevamente en sintonía con la decisión de Christopher Nolan de respetar la subjetividad del protagonista. “No es un documental, sino una interpretación. Ese es mi trabajo”, recalcó el director durante una proyección en Nueva York en julio pasado. “Creo que es cine narrativo dramático”.
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Para Nolan, era mucho más importante provocar una conversación que en brindar una solución. Oppenheimer se preocupó cada vez más por la proliferación nuclear. Incluso abogó por la creación de un organismo internacional para controlar la producción de material radiactivo. Aunque él jamás criticó públicamente la decisión de lanzar las bombas en primer lugar. ¿Qué piensa Nolan sobre esta discusión?
“Mi investigación y mi compromiso con esta historia me dicen que cualquiera que afirme una respuesta simple niega muchos de los hechos”, agregó el cineasta a Variety. “Obviamente, sería mucho mejor para el mundo si no hubiera sucedido. Pero gran parte de la actitud hacia el bombardeo depende de la situación del individuo que responde a la pregunta. Cuando hablas con personas cuyos familiares estaban peleando en el Pacífico, obtienes una respuesta. Cuando miras el impacto devastador en Hiroshima y Nagasaki, obtienes otra. La película es un intento honesto de expresar mis sentimientos al respecto”.
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Antonio G. Spíndola Tengo muy mala memoria. Por solidaridad con mis recuerdos, opto por perderme también. De preferencia, en una sala de cine.
