Entrevista Oliver Stone por Snowden
Platicamos con Oliver Stone, director de Snowden, sobre la polémica, la inseguridad y la importancia de hacer esta película.
Oliver Stone siempre se ha sentido atraído a historias controversiales que resuenan con el espíritu de la época, así que no es una sorpresa que explorar el viaje del exiliado denunciante Edward Snowden le llamara la atención. Aun así, el director ganador del Oscar no estaba seguro de que quería hacer una película al respecto, porque se trata de una “situación viva”. Para nuestra buena suerte, al final no se pudo resistir porque, se ame o no el filme, se aplauda o se deteste lo que hizo Snowden, es una historia importante para nuestros tiempos.
¿Crees que el gobierno estadounidense aún está espiando?
Sí. Creo que ha habido cambios modestos pero como dice Snowden, “es como cambiar las cortinas de un cuarto”. Obama ha tenido un buen juego, pero no, no creo que la situación haya cambiado fundamentalmente. En esencia ellos (el gobierno) asumen que tienen el derecho de espiar, lo cual es ilegal. A menos que seas un target razonable, a menos que haya fuentes razonables que te acusen; de lo contrario está pésimo.
¿Qué fue lo primero que le preguntaste a Edward Snowden cuando lo conociste?
Nos conocimos en enero de 2014 y yo diría que él estaba nervioso y cansado. Lo vi en dos ocasiones más en los siguientes meses para cerrar el trato de seguir adelante. En otras palabras, en ese enero de 2014 no sabía si quería hacer una película de ficción basada en un personaje que no se llamaría Snowden y es por eso que compramos el otro libro ruso, que es un punto de vista inteligente y ficticio de todo el asunto. Después también compramos el libro de Luke Harding, que creo que anda por aquí aunque no lo has visto y espero que tengas las edición revisada del libro de Harding, porque como fue una historia de último momento, en la primera edición Luke no contó con todos los datos correctos y en la segunda ya fueron verídicos de acuerdo con Snowden. Fue hasta después de que nos vimos en tres ocasiones, cada una en un viaje diferente, que decidimos continuar con la versión realista de su historia de vida. No recuerdo qué fue lo primero que le pregunté. No nos conocíamos y él estaba cansado. Había dicho algo interesante en la Comic-Con, donde estuvo vía satélite. Dijo que yo me di cuenta de que era inevitable hacer un filme sobre esta historia y no podía detenerlo. Él lo sabía, era lo suficientemente inteligente para saberlo, supongo que sólo esperaba que fuera una película decente y no una estafa televisiva como suelen hacer.
Quienes son denunciantes constantemente son considerados soplones o traidores, ¿pero qué se debe hacer si obtienes información de que tu compañía o gobierno está haciendo algo mal?
Es una posición muy difícil y creo que es una pregunta muy compleja. De eso se trata la denuncia. Proteger a estas personas es muy importante, hay protección para los denunciantes pero no aplican para Snowden porque él era un contratista y porque el Acta sobre espionaje (Espionage Act) con la que se le imputó es un acta muy específica avalada por el Congreso durante la Primera Guerra Mundial y su objetivo era castigar el sabotaje. Creo que Nixon la usó con Daniel Ellsburg, pero puedo equivocarme. El punto es que el señor Obama, a diferencia de cualquier otro presidente, ha magnificado su uso y ha habido ocho casos diferentes sobre el Acta de espionaje. Generalmente, cuando la gente comete sabotaje, huye, se va a otro país para protegerse y se aleja de la prensa, se mantienen silenciados. Snowden tuvo que ir a Rusia porque no había ningún otro lugar que lo protegería. Fue muy claro que cuando el avión del presidente de Ecuador fue obligado a aterrizar sobre Austria, que Estados Unidos estaba controlando todas las aerolíneas del mundo excepto sobre Rusia. Es una historia muy extraña, pero estamos viendo la verdadera naturaleza del poder. Estados Unidos controla la geografía del mundo excepto en Rusia e Irán y yo supongo que China. Pero China no se esforzó para protegerlo.
Es atemorizante…
Mucho y ése es el punto que estoy tratando de plantear, que es un mundo con un solo gobierno, pues nadie va en contra de Estados Unidos. Yo soy mitad europeo y cuando crecía, la Europa que conocí en los 50 y 60 era mucho más independiente de Estados Unidos. Suecia pudo haberle ayudado como un miembro de la resistencia de Vietnam. Francia le hubiera ayudado. Alemania… la gente definitivamente está del lado de Snowden, es el gobierno el que ha puesto dificultades. Éste es un tiempo fracturado y atemorizante. Y yo, como el viejo que soy, tengo miedo.
Puede que te llames a ti mismo un “viejo” con bastante conocimiento. ¿Puedes hablar de las cosas que te sorprendieron cuando te adentraste en este proyecto? ¿Qué descubriste que fue más perturbador?
Bueno, yo no quería involucrarme con este proyecto. Ya había hecho cosas bastante controversiales y estaba trabajando en una película sobre Martin Luther King que no se hizo. Conozco el precio que se paga si tomas una postura crítica hacia Estados Unidos. Realmente se paga un precio y no puedes hacer ese tipo de cintas. Si estuvieras al principio de los 70, tal vez recuerdes que durante la Guerra de Vietnam hubo un periodo de desilusión y Estados Unidos estaba haciendo diferentes películas críticas hacia nuestra sociedad y cada vez hemos visto menos de eso. Perdón, me desvié. Todos sospechamos que esto se estaba llevando a cabo porque, si lees los periódicos de 2004, James Rison de The New York Times trató de revelar la historia antes de la reelección de Bush y ésta era sobre el espionaje masivo del gobierno. El tema fue sepultado por el Times porque Bush le habló al publicista. Ése no es el tipo de periodismo que habrías visto en los Papeles del Pentágono (Pentagon Papers) en 1972. Desde el 9/11 hubo un cambio completo en la prensa y el patriotismo que evocaba. Los medios se han convertido en portavoces del gobierno. Pocas veces revisan estas historias con una contra-narrativa. Rison lo hizo y pagó el precio. También fue demandado por el Departamento de Justicia y su historia es muy fea. Finalmente, ésta salió a la luz en 2005 y fue la mejor revelación que dio a conocer, porque después de la elección Rison presionó y sacó un libro. Era sobre el espionaje masivo, yo lo creí al igual que mucha gente, pero él no tenía pruebas suficientes y entonces Snowden hizo lo que ya sabemos y eso cambió las reglas del juego. Ya no se puede mentir sobre el tema, estamos haciendo más de lo que se sospechó. Entonces, ¿qué aprendí? Primero que nada, que fue horrible. Lo peor es la guerra cibernética y hablo de todo el concepto que salió sobre Stuxnet y el virus que pusimos en el sistema iraní. Fue una estupidez, una gran estupidez. Ha creado un mundo que no se molesta y en el que no hay sentido del gobierno, de soberanía, de frontera y es un error mundial en el que todo el mundo practica la guerra en un nuevo nivel de sofisticación. Da miedo.
Además de entretener, ¿cuando haces estas películas también piensas en educar a una nueva generación?
Siento que mi vida se ha dado en las películas, el crecimiento de mi conciencia y lo que he dicho me ha costado bastante entre mis colegas e incluso mis amigos de la prensa. Siento que ése es mi trayecto. Son cosas importantes. La guerra de Vietnam, JFK y Nixon, esto es una revelación para mí y al mismo tiempo es lo que voy a hacer. Ciertamente las revelaciones de Snowden pueden estar mal y tal vez nos engañó, pero si eso es verdad, entonces me equivoqué en mi vocación. Sólo con esto puedo continuar con mi propio sentido de la verdad. Eso es lo que pongo en mis películas. No sólo son para los jóvenes, eso es sólo una parte, pero en realidad es para la gente que está aquí y ahora, aunque no creo que sea en un sentido de protesta. Creo que hay una tremenda pasividad sobre eso y lo que podemos hacer, es ese tipo de sentimiento.