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Cine

Menéndez: El día del Señor – Crítica

03-11-2020, 4:39:03 PM Por:
Menéndez: El día del Señor – Crítica

Menéndez: El día del Señor demuestra el talento de sus actores y director, pero falla en lo primordial: su guion y su técnica.

Cine PREMIERE: 2.5
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Menéndez: El día del Señor es una nueva propuesta de terror coproducida por México, España, Canadá y Estados Unidos, y adquirida por Netflix. Sigue la historia de Menéndez, un sacerdote retirado, en plena crisis de fe, atormentado por el pasado y sus inusuales métodos. La cinta no carece de talento, sobre todo en los últimos momentos, quizá los más difíciles. Es en lo primordial, en las bases, en donde encontramos grietas que perjudican sus mayores virtudes.

Empezando por sus aciertos, Menéndez logra ser perturbadora, sobre todo una vez que pone todo sobre la mesa en el último tercio. Aunque termina pecando de falta de sutileza, las escenas que preceden al desenlace son efectivas en su mezcla de terror corporal y gore. La cinematografía exalta la precaria situación y los cortes aumentan para acentuar el cambio de ritmo. Son, además, las mejores demostraciones del trabajo de los actores.

Sus primeros dos actos basan su tensión en la duda de si Raquel, personaje interpretado por Ximena Romo, está realmente poseída o no. Es un concepto interesante para una cinta de terror, sobre todo con un personaje moralmente ambiguo como protagonista. Es también su forma de comunicar sus temas más importantes: las dudas de juicio tras un fracaso y la incomodidad de la adolescencia. El problema es que la cinta parece demasiado ansiosa por mostrar sus cartas, así que gran parte de esa tensión se pierde relativamente pronto. La intriga que queda es gracias al trabajo de Romo y Juli Fábregas, quien interpreta a Menéndez.

La película cuenta con un reparto reducido, así que se apoya mucho en las actuaciones. Ximena Romo sorprende como la joven aparentemente poseída, un papel claramente demandante que la lleva a muchos extremos y matices. Su dupla con Juli Fábregas sostiene la película y dota cada una de sus escenas con magnetismo. Menéndez es un personaje que principalmente revela sus conflictos y demonios internos a través de su comportamiento, sus relación con la gente que lo rodea y sus pesadillas. Ambos actores hacen un gran trabajo, siempre que el guion lo permite.

Mencionamos el guion porque desafortunadamente es algo que limita el trabajo de los actores y nos saca de la experiencia de la cinta. Hay muchos diálogos superfluos o inverosímiles, que pudieron ser recortados en un mejor tratamiento de guion. Su forma de transmitir información al espectador llega a ser burda cuando se apoya en el diálogo y no en la actuación de Fábregas. El papel de Héctor Illanes es el que más sufre por estos problemas. Illanes se avienta sin reservas a un personaje con líneas inconsistentes entre sí e involuntariamente cómicas. Lo hace lo mejor que puede dadas las circunstancias.

Otro aspecto que entorpece el trabajo realizado por el director Santiago Alvarado es el movimiento de la cámara. La ejecución de sus movimientos es temerosa y accidentada, sobre todo al principio. A veces tiembla sin propósito y otras veces corrige a simple vista inexactitudes en su desplazamiento. La desaparición de los problemas en la segunda mitad podría hacernos pensar que es una decisión artística, pero no es lo suficientemente clara en caso de ser intencional. Parecen errores básicos que abaratan la forma en la que se ve la película. Tampoco ayuda una banda sonora que enfatiza cada momento hasta el cansancio, como si la puesta en escena no pudiera sola.

Hay mucho potencial en el mundo de Menéndez y hay suficientes virtudes en El día del Señor para mantenernos al pendiente de esa segunda y tercera parte. Hay talento en sus actuaciones, su temática y su terror. El trabajo más difícil está hecho, lo cual hace frustrante que la experiencia final sea mediocre. Sus defectos podrían parecer pequeños en comparación, pero su importancia es enorme por estar en los cimientos. Ojalá el fracaso no nuble el juicio de las siguientes cintas.

autor Apasionado de la animación y el cine de romance. Mi director favorito es David Fincher. Y me gusta el rap.
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