McQueen – Crítica

McQueen es un documental que explora la vida de Alexander McQueen, uno de los diseñadores de moda más influyentes y con una vida muy compleja. La cinta, dirigida por Peter Ettedgui e Ian Bonhôte, hace un gran trabajo en dar pinceladas de la vida completa de McQueen, profundizando cuando es necesario y con un poco de estilo en el camino.

La selección de los hechos a retratar es excelente. Trata sus orígenes lo suficiente, permitiendo que lleguemos con relativa rapidez a la cumbre de su carrera y creatividad, pero dándonos un buen contexto para poder apreciar las etapas posteriores. Conforme va avanzando, nos detenemos cada vez menos en sucesos particulares, pero siempre con justificación. El ritmo va anclado a la psicología de McQueen. Cuando su carrera se vuelve vertiginosa, el documental hace lo mismo; cuando necesita tomarse un respiro, Ettedgui y Bonhôte lo reflejan también.

El pecado de McQueen es que su sujeto de estudio tiene una estética tan marcada que el acercamiento visual del documental se siente demasiado convencional. Sigue una estructura y una narrativa audiovisual muy parecida a la de cualquier otro documental contemporáneo, todo montado con relativa simpleza. Es efectivo, pero también un poco tradicional. Con una personalidad tan reconocible al centro, se antojaba más experimentación en su narrativa.

Los destellos de estilo en el documental provienen principalmente de la banda sonora de Michael Nyman. Elegante, dominante y con claros matices de oscuridad, captura a la perfección la esencia de Alexander McQueen. La repetición y los acordes menores le dan mucha personalidad y dramatismo a varias escenas. Hace mucho del trabajo pesado para que el documental transmita por medio de su realización la estética de este ícono.

El documental tiene cinco pequeñas animaciones de cráneos decorados, cada una representando una etapa en la vida de McQueen. Es un buen ejemplo del problema de esta película. Es el único elemento visual que juega con la estética del diseñador, pero su uso es demasiado superficial, quedándose como intertítulos y como relleno cuando no tienen imágenes para algo que está diciendo la voz en off. McQueen hace un excelente trabajo en transmitir la psicología del diseñador, pero se queda corta en jugar con su estilo. Es oscura y compleja, pero sólo la música se siente tan majestuosa como el trabajo de Alexander.

Sebastián Valencia Apasionado de la animación y el cine de romance. Mi director favorito es David Fincher. Y me gusta el rap.