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Cine

Mamá y papá – Crítica

01-06-2018, 8:01:05 PM Por:
Mamá y papá – Crítica

Nicolas Cage y Selma Blair se sienten desperdiciados en una cinta que tiene muy buenas ideas, pero que no sabe cómo plasmarlas y desarrollarlas en la pantalla grande.

Cine PREMIERE: 2.5
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El director Brian Taylor tiene un increíble concepto con Mamá y papá, película de terror que remite a las cintas de serie B que eran sumamente entretenidas en la década de los 80. Es sorprendente que, en la misma historia, Taylor haya sacado de Nicolas Cage una de sus mejores actuaciones en la última década y, al mismo tiempo, le haya recordado al público lo infravalorada que es Selma Blair en la industria del cine. Sin embargo, hay algo que falta en toda la empresa y que se hace muy evidente a la mitad del filme: la parte visual nunca logra igualar a los demás elementos en juego.

En Mamá y papá, Brent (Cage) y Kendall Ryan (Blair) son un matrimonio que está teniendo problemas para comunicarse con sus hijos Josh (Zackary Arthur) y Carly (Anne Winters). Mientras Josh demanda todo el tiempo la atención de su papá –quien a su vez parece un volcán de emociones a punto de explotar–, Carly sólo desea que su mamá se aleje de sus asuntos tanto como sea posible. Por razones que no conocemos, una misteriosa condición cambia la dinámica de ésta y otras familias cuando los padres se vuelven locos y anhelan matar de inmediato a todos sus hijos. En la escuela, Carly es la primera en notar este trastorno y hace todo lo posible por ayudar a su hermano pequeño antes de que sea demasiado tarde.

No es exagerado pensar en Mamá y papá en la misma línea de una película de zombies. Su construcción narrativa es la misma: existe una enfermedad que comienza a esparcirse, hay algunos personajes que tratan de entender qué es lo que está ocurriendo y, conforme avanza la historia, el único objetivo que existe para ellos es sobrevivir. El primer acto de Mamá y papá de hecho apunta a esta dirección con escenas que muestran la histeria colectiva que se genera ante la aparición de los primeros síntomas del misterioso trastorno y con toda la violencia que tiene lugar en pantalla conforme los padres comienzan a atacar a sus hijos.

La verdad incómoda de la premisa de Mamá y papá afirma que los padres también pueden llegar a sentir una ira irracional hacia sus hijos. El director Brian Taylor, inteligentemente, llevó a los extremos esta idea y como resultado obtuvo una película de terror con una gran dosis de humor negro. No obstante, incluso cuando el espectáculo principal es ver a Cage y Blair actuar como locos, Carly –la adolescente que nunca nos ha dado razones para interesarnos por su supervivencia– es el personaje principal y, por lo tanto, el personaje a través del cual la audiencia vive esta experiencia.

El hecho de que tengamos que ver la historia a través de los ojos de Carly afecta a la película, ya que la originalidad de la premisa se va diluyendo conforme avanza el filme. Visualmente, la película se encierra en la casa de los Ryan por el resto de su duración (en un sótano para ser específicos) y, narrativamente, la historia se conforma con mostrarnos cómo Carly y su hermano tratan de sobrevivir a sus padres.

La película trata de recuperar esa chispa que vislumbramos al inicio con un giro inesperado en el tercer acto y aunque éste es chistoso por cómo interviene en la batalla entre los adultos y sus hijos, de nuevo el enfoque se centra en personajes que acabamos de conocer y de los cuales no tenemos ninguna información.

El gran problema de Mamá y papá es que no logra mantener el impulso y la energía que tiene al inicio; el filme va de desmesurado a contenido cuando debería ser al revés. La escena donde Carly se da cuenta de que algo malo está ocurriendo presenta un caos excesivo e incontrolable, pero la historia va en dirección opuesta hasta terminar en algo tan calculado y limitado que incluso la película no sabe cómo solucionar: el final, intentando ser sorpresivo, es abrupto de una forma muy torpe. Para fortuna del proyecto, Nicolas Cage vende mejor la idea de la cinta que su propia historia.

autor Soy fan de los slasher y me gustaría vivir en una película de terror. De grande quiero ser como Sidney Prescott. Algún día escribiré un best seller. Me gustan los libros, las series y obviamente, el cine.
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