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Cine

Maiden: Ellas contra la marea – Crítica

13-03-2020, 3:13:33 PM Por:
Maiden: Ellas contra la marea – Crítica

Para estos tiempos de sororidad y despertar social, Maiden es indispensable: se centra en mujeres imposibles de esquematizar.

Cine PREMIERE: 4
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La primera vez que Tracy Edwards se acercó al mundo profesional de las carreras de vela, tenía alrededor de 20 años; eran tantas sus ansias por participar en esta práctica, que ofreció sus servicios como la cocinera en un bote. La respuesta recibida deja la piel helada, particularmente en una época de despertar comunitario como la actual: “No contrataremos a una chica. No seremos el único equipo de carreras profesionales con una chica en el bote. Las chicas son para fornicar cuando llegas al puerto”. Tracy se tragó esas palabras. En aquella primera aventura sólo participaron cuatro mujeres, y ella fue una. Maiden: Ellas contra la marea sigue su periplo hasta convertirse en la líder de la primera tripulación plenamente femenina en la historia de la célebre competencia Whitbread Round The World Race.

Aquella primera experiencia a mediados de los ochenta fue humillante para Tracy. De ese club de Toby recibió insultos y ofensas por su condición de mujer, así que tuvo una idea: participar en la competencia de carrera de vela más importante del mundo: Whitbread Round, y hacerlo con un equipo 100 por ciento femenino. Tanto la prensa como los concursantes varones la vieron a ella y su grupo con condescendencia, como un chiste. Incluso las preguntas que les formularon los periodistas en su cobertura del evento y la historia eran distintas a las de los hombres: se centraban en envidias y conflictos interno, como si ellas sólo fueran mujeres jugando a navegar. Ante la pregunta que le hicieron a Tracy, sobre si era feminista, ella respondió que no, que simplemente deseaba tener libertad para hacer lo que le placiera.

Maiden: Ellas contra la marea narra, desde la mirilla del documental, cada obstáculo que Tracy y sus compañeras sortearon para llegar a la carrera: falta de confianza en un equipo femenino, escasez de recursos, así como burlas y aseveraciones machistas en los impresos de la época. En el caso de la protagonista, además, se sumaron sus demonios internos. En un principio pareciera como si la perspectiva del director Alex Holmes (Stop at Nothing: The Lance Armstrong Story) fuera una historia de perfil en torno a Tracy, centrada en su vida y carácter.

Aunque esta faceta se mantiene a lo largo del filme construido a partir de imágenes de archivo reales sobre la carrera, el interior del Maiden –el nombre del bote– y la infancia de Tracy, su personalidad se manifiesta a partir de sus acciones, así como lo que ella y sus excompañeras dicen a cuadro. Ellas contra la marea incluye entrevistas con las protagonistas de la hazaña con ciertos guiños –ya muy conocidos– a la historia del underdog, sí, pero por encima de todo es un microscopio social a la discriminación y misoginia lanzada contra las mujeres decididas a salirse del molde y a romper las expectativas de su sociedad y tiempo.

La construcción del documental, además, es acertada porque, pese a que vemos a las protagonistas recordar su viaje –desde los pros hasta los contras–, hay fragmentos en los que tememos por su vida y bienestar; la tensión, soledad y enojo por el tratamiento que recibieron se transmiten con honestidad, sin simulación, sin pose, pero también sin victimización. Esta historia transita por numerosos estadíos: desde la expectativa inicial, el temor, hasta la inspiración final. Tracy Edwards y la manera como Holmes retrata sus vivencias es edificante. Tal vez, en el fondo, ella siempre fue feminista.

Para estos tiempos de sororidad y despertar social, Ellas contra la marea es indispensable: se centra en mujeres imposibles de esquematizar, escapistas de narrativas armadas, a cargo del timón de su vida.

autor Mis pasiones: el periodismo, el cine, los libros, la televisión y todo contenido sobre derechos humanos. Fan declarada de los musicales.
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