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Cine

Macho

03-11-2016, 7:16:43 PM Por:
Macho

Comedia que enfatiza la diversidad sexual pero que no logra despegarse de los clichés sobre el tema.

Cine PREMIERE: 3
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Una comedia que se circunscribe dentro de lo que se considera hoy como «cine comercial mexicano» podría parecer un lugar arriesgado para exponer las preocupaciones sobre diversidad e identidad sexual y promover la tolerancia. O tal vez ese es justo el propósito: quitarle el estigma y darle ligereza a una arista social que con el paso del tiempo ha gozado de mayor comprensión y mejor representación. Ésta, precisamente, es la misión de Macho, cinta que gira alrededor de Evaristo Jiménez (Miguel Rodarte), un diseñador de modas homosexual quien, de hecho, es heterosexual y adicto a las mujeres. Sin embargo, para mantener su exitosa carrera y expandirse a nivel internacional, tiene que seguir pretendiendo que es gay. 

Así es, la comedia aborda el estereotipo del “gay de clóset, a la inversa. Con esta premisa –que recuerda invariablemente a las aventuras del personaje de Mauricio Garcés en Modisto de señoras, el director Antonio Serrano (Sexo, pudor y lágrimas) introduce el largometraje escrito por Sabina Berman (Gloria). Sin embargo, la trama de la cinta no radica en las peripecias que Evaristo sufre por ocultar su verdadera naturaleza. Esto es tan sólo el conflicto inicial, que desata el verdadero: la búsqueda de la identidad. ¿Y si en verdad Evaristo es gay? ¿O es bisexual? ¿O tal vez no es nada?

Es de esta manera que el arco narrativo da un par de giros de 180º a lo largo del argumento, al introducir a los personajes de Renato López y Aislinn Derbez. El peso del filme lo lleva el camaleónico Miguel Rodarte en el papel estelar, quien una vez más prueba que nada es un reto cuando de transformarse se trata. Las participaciones especiales abundan en la cinta, entre las que destaca la participación de Ana de la Reguera. Ella se interpreta a sí misma…o, más bien, a una versión satirizada de lo que se supone debería de ser: una femme fatale que ningún hombre rechazaría, a menos que estés tan confundido como Evaristo.

La película se promociona como una manifestación a favor de la diversidad, y lo logra en este sentido. Sin embargo, sus personajes no triunfan del todo en alejarse del todo de aquello que la cinta precisamente critica: los estereotipos y las etiquetas. Vemos un desfile de clichés caricaturizados: el homosexual afeminado, el diseñador diva, el novio macho sobreprotector, la asistente neurótica, la supermodelo promiscua, etc. Y aunque los protagonistas logran (a veces) deshacerse de sus etiquetas, lo hacen de una manera apresurada y sin mucho sustento. El resto de los personajes no corren con la misma suerte.

La producción visual de la cinta es algo que cabe resaltar, pues entreteje imágenes estilizadas del mundo de la alta costura y el arte. Aunque llamarla una comedia es lo acertado, la cinta tiene una vena dramática que en ocasiones opaca la comedia. Esto podría sorprender a la audiencia, que se ha programado para ver una comedia y soltar carcajadas de principio a fin.  Al final, no resulta en una sorpresa desagradable, ya que la temática sin duda se siente como una –muy bienvenida –propuesta al género. Pero, también nos queda a deber, y nos recuerda que todavía queda camino por recorrer para retratar este tema de manera tridimensional, humana y realista.

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