Los Increíbles 2 – Crítica
A pesar de no innovar en cuanto al guion, Los Increíbles 2 es una digna sucesora de la primera que cumple por el lado de la nostalgia y la calidad en la animación.
Los Increíbles 2 es una película de «buen corte». Es decir, es cómoda, segura, resistente… ¡como un buen traje diseñado por Edna Moda!… pero no su mejor creación.
Recordemos que, la primera cinta de la familia Parr estrenó en 2004, cuatro años antes de la película inicial de Iron Man y un año antes de la trilogía de Batman de Christopher Nolan… en una época donde la cartelera todavía no estaba llena de blockbusters de superhéroes. ¿Cómo afecta este tiempo a la trama de la animación?
De todas las secuelas y precuelas que ha hecho Disney-Pixar, Los Increíbles 2 es la película que más tiempo dista de la original: 14 años, seguida por los 13 que hubo entre Buscando a Nemo y Buscando a Dory. Sin embargo, es la única segunda parte que arranca exactamente donde terminó la primera, en este caso: con el villano Subterráneo destruyendo la ciudad. No se trata de ver cuánto han evolucionado o cambiado los personajes ni su realidad, sino de atar algunos cabos sueltos y, claro, apelar a la nostalgia. Así como Andrew Stanton, el director de Buscando a Dory, se preocupó de que la pececita azul encontrara a su familia, esta película dirigida por Brad Bird tiene dos propósitos principales. Plantea un nuevo caso de heroísmo para la familia Increíble para que, por un lado, mientras todo eso suceda, los superhéroes vuelvan a ser legales, aceptados y queridos por la sociedad. Y por el otro, que la familia conozca los poderes de Jack-Jack.
La película supera a la anterior en la parte visual y queda claro que en los últimos 14 años Pixar ha continuado mejorando la calidad y realismo de su animación. El resultado que se aprecia en esta película, especialmente en las escenas de acción, es impresionante.
Por el lado de la nostalgia, Los Increíbles 2 retoma algunas de las situaciones y personajes que ya nos entretuvieron, nos fascinaron o nos hicieron reír a carcajadas en la primera. Está la visita a Edna Moda, la dinámica familiar y cotidiana de los superhéroes, el rescate y secuencias de acción muy emocionantes en las que todos se unen y actúan en conjunto. Eso sí, en cuanto a innovación en el guion o la creatividad en la historia, no hay mucho qué decir. En pocas palabras: en la primera cinta había que rescatar a Mr. Increíble, en la segunda hay que rescatar a Elastigirl.
A todo esto se le añade un factor infalible, “seguro” y garantizado para apelar a la audiencia. Es un elemento que funciona de maravilla porque es tierno, agresivo, adorable, inteligente y que incluso logra provocar muchas más carcajadas que en la original: el bebé Jack-Jack. La mayoría de los momentos encantadores de la película recaen en este personaje y, aunque Elastigirl sea ahora quien está al frente de la acción, es Jack-Jack quien se roba la película.
Los Increíbles 2 es “resistente” a los años porque logra volver a hacer que nos preocupemos y enamoremos de la vida de la familia Parr como si no hubiera pasado el tiempo. Logra esto presentando problemáticas de la vida real como la primera cita de Violeta, Bob intentando ayudar a Dash a estudiar matemáticas… y todo lo ensalza con secuencias de acción y un score emocionante, nuevamente compuesto por Michael Giacchino.
Como plus en cuanto al doblaje, los mismos actores retoman los personajes principales de la primera, a excepción de uno: Victor Trujillo es Bob, Consuelo Duval es Helen, Darío T. Pie es Edna Moda, Martín Hernández es Frozono y Leyla Rangel es Violeta. La única voz nueva entre éstas es Oliver Díaz quien le da vida a Dash Parr.
A pesar de no innovar en cuanto al guion y la historia, Los Increíbles 2 es una digna sucesora de la primera, que cumple por el lado de la nostalgia, la diversión y la calidad en la animación que Disney-Pixar sigue superando.