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Cine

La maldición renace – Crítica

14-02-2020, 3:38:20 PM Por:
La maldición renace – Crítica

La maldición renace intenta emular los horrores de la cinta original pero termina traicionando las bases de toda la franquicia.

Cine PREMIERE: 2
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El cine de terror ha vivido un resurgimiento importante en los últimos años, lo que ha provocado el regreso de algunas franquicias que parecían acabadas desde hace tiempo. Tal es el caso de La maldición, reinvención americana de Ju-on que parecía haber llegado a su fin con su tercera entrega estrenada en 2009, pero que ahora busca una nueva oportunidad con La maldición renace.

Lejos de un reboot como se anunció originalmente, se trata de un spinoff velado que nos reintroduce por unos breves instantes a la residencia original para explorar la nueva venganza de Kayako Saeki, esta vez contra una mujer cuyo retorno a los Estados Unidos implica una exportación de la condena, su asentamiento en una casa americana y la maldición de todo aquel que entre en ella. El hallazgo de la más reciente víctima detona la curiosidad de Muldoon (Andrea Riseborough), una detective novata que intentará resolver las conexiones, ignorante que esto le hará arriesgar su vida y peor aún, la de su propio hijo.

La mayor virtud de esta nueva entrega es su capacidad para crear suspenso, lograda con una narrativa no lineal –una técnica empleada por la cinta original– que busca profundizar en las respectivas tragedias de las familias afectadas y una estupenda fotografía que se caracteriza por la creación de perturbadoras ilusiones ópticas a partir de imágenes que deambulan entre lo cotidiano y lo extraordinario. Todo esto apoyado por el buen trabajo de su experimentado elenco integrado por Andrea Riseborough, John Cho, Lin Shaye, Jacki Weaver y Demián Bichir, entre otros.

Esta buena labor se pierde porque su escritor y productor Nicolas Pesce (The Eyes of My Mother) cae en excesos innecesarios con un primer acto demasiado largo, lo que provoca que el interés generado en los primeros minutos se convierta en auténtico tedio con una trama que por momentos no parece conducir a ningún lado. Esto desemboca en el reciclaje de muchos elementos vistos en entregas anteriores, homenajes tan evidentes que más bien parecen calcas deslucidas, el uso recurrente de jump scares, lo cual crea una cinta genérica que invariablemente sucumbe ante todos los clichés del género. Una consecuencia directa de que las tenues variantes en la premisa no ofrezcan bases lo suficientemente sólidas para justificar una nueva historia.

La edición atraviesa por un problema similar, pues el exceso de saltos temporales hacia la segunda mitad y la falta de diferenciaciones visuales entorpece el ritmo, la inmersión en la historia, así como la conexión con los personajes.

Más debatible aún es que la maldición que da título a la película surge de un suceso que no solo es excluido de la pantalla, sino que ni siquiera es explicado. Esta decisión afecta la comprensión de todos aquellos que no están familiarizados con el espectro de Kayako, pero también a los eternos aficionados que atestiguan una apropiación cultural extrema del mito yūrei, lo que implica fantasmas completamente occidentales y muy alejados de las escalofriantes apariciones asiáticas. En otras palabras, una auténtica traición a los cimientos de la historia que lo inició todo.

La maldición renace The Grudge

La maldición renace no es más que un pobre esfuerzo por retomar una historia extinta hace tiempo y un proyecto innecesario para un género que actualmente goza de propuestas mucho más interesantes. Quizá la paz que tanto anhelan Kayako y sus numerosas víctimas no se encuentre en nuevas entregas, sino en dejar que su franquicia descanse para siempre de una vez por todas.

autor Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.
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