La excavación (The Dig) – Crítica de la película

¿Por qué nos fascina tanto el pasado? Quizá porque es un común denominador, es algo que nos conecta a todos, sin importar nivel socioeconómico, educación, intereses o futuro: todos venimos del mismo lugar. La película La excavación (The Dig) es la historia real del que ha sido llamado el descubrimiento arqueológico más importante del siglo XX: el tesoro de Sutton Hoo.

Ralph Fiennes interpreta al excavador Basil Brown, un hombre callado y de temperamento tranquilo que ha sido contratado para descubrir lo que sea que se encuentre debajo de unas pequeñas elevaciones en el terreno de la señora Edith Pretty. Ella es interpretada con desgarradora vulnerabilidad por Carey Mulligan y es una viuda que vive en aquella casona con su pequeño hijo y sus sirvientes. Brown y Pretty provienen de lugares y estratos sociales diferentes, sin embargo, su amor por el conocimiento y por la exploración del pasado los une de inmediato.

El pasado específico de ninguno de los dos personajes es explorado con mucha profundidad, pero éste queda reflejado en el rostro de ambos (particularmente de ella, Mulligan está espectacular) en cada momento. En algún momento ella le expresa a Brown su frustración con lo fugaz de la vida: desaparecemos por completo, le dice. Él no está de acuerdo: todos somos parte de un continuo, en realidad nunca desaparecemos. El pasado extremo –la excavación que descubren en la película contiene un barco/tumba anglosajón–, el pasado de ellos y el futuro de la guerra que caerá sobre el Reino Unido dentro de unas semanas no son cosas independientes.

Así, cuando se descubre el magnífico barco, comienza una carrera contra el tiempo en la que “los expertos” intentan quitarle el control al “amateur” para proteger los artefactos y enviarlos a resguardo antes de que Inglaterra le declare la guerra a Alemania. No obstante, aún con este conflicto entre Brown, Pretty y los arqueólogos profesionales, la película inteligentemente no se desvía demasiado de su cometido principal: la preservación del pasado.

La excavación es una película mucho más entretenida de lo que uno esperaría de una cinta sobre arqueología. Es pausada por momentos (los paisajes de Sutton Hoo lucen espectaculares gracias a la fotografía de Mike Eley), pero muy emocionante en otros.

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Esto dicho, si en algún momento la película parece perder un poco su enfoque, es en la historia del matrimonio disfuncional de Peggy y Stuart Piggot (Lily James y Ben Chaplin), dos de las personas que acompañan al equipo de expertos que han llegado a la excavación. Ella está insatisfecha y encuentra en el primo de Edith (Johnny Flynn) el acompañamiento que su esposo nunca le ha dado. Aunque esta subtrama es interesante por su propia cuenta y en otra película sería una excelente historia de amor, aquí se siente un poco innecesaria.

Aún así, la película La excavación funciona y es una magnífica reflexión sobre la historia y el lugar (igualmente irrelevante y crucial) que todos ocupamos.

La excavación ya está disponible en Netflix.

J. Ivan Morales Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.