Entrevista con James McAvoy por Fragmentado
El actor nos revela cómo conoció a M. Night Shyamalan y cómo fue interpretar en pantalla a nueve personalidades distintas.
No hay artista que no sufra altibajos y, después de más de 20 años de carrera –que iniciaron en 1992 con su ópera prima Praying with Anger– el caso de M. Night Shyamalan no es la excepción. Tras haber sorprendido al mundo con su tercer largometraje, El sexto sentido (1999), el director de ascendencia india ha pasado la última década bajo el exigente escrutinio de público y crítica por igual, debido a las altas expectativas que sus primeros trabajos impusieron. Desde su película anterior (Los huéspedes, 2015) todo indica que está de regreso en el terreno que lo convirtió en uno de los favoritos a inicios del siglo XXI; sin embargo, la bienvenida final promete dársela Fragmentado, su cinta nueva estelarizada porJames McAvoy. El thriller tiene a un protagonista atemorizante: un psicópata con múltiples personalidades que decide secuestrar a tres jovencitas. Y como la mejor forma de conocer el método de trabajo de un director es a través de los ojos de sus actores, platicamos con McAvoy sobre el proceso de colaboración creativa.
Night nos contó que quería trabajar contigo desde tiempo atrás. Que se conocieron en una fiesta y que te abordó tomándote del brazo y expresando su interés por dirigirte algún día…
¿Te contó? ¿Te dijo que yo estaba muy borracho? (ríe)
No dijo eso…
Bueno, pues ya lo dije yo… Estábamos en una fiesta muy alocada en San Diego.
¿Cómo fue ese momento? ¿Qué recuerdas de esa fiesta y ese acercamiento?
Recuerdo que lo vi y pensé: “Dios mío, es M. Night Shyamalan y yo estoy borrachísimo”. Luego me agarró el brazo y dije: “¡Mierda! ¿Ahora qué hago?”. Me comentó que le gustaba mi cabello. Pero yo estaba rapado porque estaba filmando X-Men. En realidad eso fue todo. Platicamos un poco y creí que no pasaría de ahí. Después me llamó y yo estaba sorprendido. Me mandó el guion, lo leí y de inmediato le dije que sí. Fue muy fácil.
Pero no es un personaje fácil. ¡Tiene veintitantas personalidades! ¿Cómo decidieron en cuáles se enfocarían? ¿Tuviste algo que ver en esa decisión?
No, para nada. Eso fue totalmente decisión de Night. Desde el primer día fue muy específico respecto a cuáles serían las personalidades que exploraríamos. Estaba todo en el guion. De las 23 personalidades vemos nueve, según recuerdo, aunque a mí me hubiera gustado ver más de Barry, de Orwell y de Jade. Creo que tendré que hacer una obra de teatro para lograrlo.
Cuando le dije que te entrevistaría, mi madre me dijo que pareces un buen chico…
(Ríe) ¿Eso dijo?
Pero este personaje es todo lo contrario. Recuerda al de Repugnante, por el tema de las personalidades múltiples y la oscuridad. ¿Cómo exploras esa oscuridad, tomando en cuenta que aparentas ser ese chico bueno?
Es un poco de todo. Viene de mi experiencia personal, de gente que conozco y algunas cosas que me invento en el camino. Siempre me ha resultado interesante averiguar por qué la gente toma las decisiones que toma, ya sean para bien o para mal. Creo que es parte de la fascinante profesión del actor. A eso he dedicado mi carrera. Es sencillo deducir por qué un personaje toma las decisiones correctas, pero es más divertido buscar el “por qué” de personajes como éste. Aquí tengo al menos nueve personas con las que puedo hacer este ejercicio de exploración. Es un reto difícil, pero creo que todos tenemos la habilidad de tomar las decisiones erróneas. La labor es averiguar qué debería ocurrir para que eso suceda.
Y de todos los personajes, ¿cuál crees que tiene más de tus propias experiencias?
Muy pocos se parecen a mí. Creo que el más cercano sería Barry [el diseñador] por su capacidad de ser expresivo y extravagante. Yo no soy tan extravagante, ni estoy tan en contacto con mi lado femenino, sin embargo soy alguien que disfruta expresarse.
Hablando de esa extravagancia, ¿qué tan importante fue no caer en la caricatura? ¿Cómo se estableció ese termómetro entre tú y Night?
Era importante, aunque también queríamos que fuera una película entretenida. No nos interesaba que se tratara de un personaje con este desorden y las dificultades que debe atravesar. Eso sería muy deprimente. Y aunque en la vida real puede serlo, también estoy seguro que la gente con personalidad múltiple sabe pasarla bien de vez en cuando. Por eso hay momentos en los que sí nos volamos la barda. Tenía que tratarse de una interpretación más vibrante que oscura.
Has trabajado con grande directores: Joe Wright, Bryan Singer, Robert Redford, Danny Boyle. La lista es tremenda. ¿Qué obtuviste de haber trabajado con Shyamalan y que puedas usar en el futuro?
Su claridad, sin duda. Es alguien que sabe muy bien qué quiere de los actores. Era muy claro respecto a lo que quería obtener de mí. No había ambigüedad en sus instrucciones. Eso es poco común y muy útil. Era simple y eso se agradece.
¿Te dejó improvisar? Porque te notas muy natural…
No improvisé mucho, la verdad. Hay algunas cosas que vienen de mí, pero todo estaba en el guion y fuimos muy fieles a eso. Es un director muy firme en trasladar sus ideas del papel a la pantalla y eso fue algo que quise respetar mucho. Aunque no lo creas, hay pocos directores que trabajan con esa seguridad. Es inspirador trabajar con alguien que tiene esa seguridad respecto a lo que escribió.
¿Hubo algún personaje más difícil de interpretar que los demás? ¿o que haya costado trabajo dejar atrás?
Quizá lo más difícil fue convertirme en “La Bestia’”. No quería que fuera sólo un loco sin sentido. Pero fueron varios los que se complicaron. Una vez que descubrí las características que definían a cada uno se tornó en algo más sencillo. Eso también ayudó a que entendiera por qué cada uno era necesario dentro de esta historia. Fue difícil dejar atrás a Barry, porque ya te conté que es con el que más me identifico. Es el que mejor me cae. Es el más normal y con el único que creo podría llevarme bien en la vida real. Además es el más humorístico. Si hay una característica que disfruto de esta película es precisamente que nunca deja de lado el sentido del humor.
También has sido parte de franquicias de superhéroes, grandes éxitos comerciales…
Son las nuevas mitologías. Los superhéroes son como los dioses de los que se hablaba en las antiguas leyendas. Son alegorías de nuestros deseos, nuestros miedos y nuestras incapacidades. Creo que ahí es donde la gente engancha con ellos. La fantasía siempre será una forma de significar la realidad y eso es algo increíble.
¿Qué hay de otros proyectos futuros, como X-Men o Se busca? Leí que Timur Bekmambetov planea una secuela de ésta última, aunque Mark Millar no está interesado…
De X-Men no sé nada aún. Por mí sería formidable repetir. Me encanta esa saga. Pero no estoy para nada al tanto de lo que viene en ella. Lo que sí es seguro es que, si me invitan, lo haría una y otra vez. En cuanto a Se busca, parece que tú estás más enterado que yo. Hace un tiempo que no hablo con Timur y la verdad es que ya pasó mucho tiempo. Yo no tenía ni 30 años cuando la hicimos y ahora ya estoy cerca de los 40. Creo que mi personaje ya sería más un adorno que otra cosa. A ver qué pasa, aunque la verdad lo dudo mucho.