Hombres de Negro: Internacional – Crítica

Han pasado más de 20 años del estreno de Hombres de Negro, una cinta –producida por Steven Spielberg– que ya se ha convertido en un clásico del género de ciencia ficción y aventuras. La película además catapultó a Will Smith al estrellato, aun cuando un año antes el actor había estelarizado Día de la Independencia. Men in Black presentó la típica fórmula de pareja-dispareja, pero con la química espectacular que logaron Smith y Tommy Lee Jones. ¡Hasta tuvo una canción que ganó el Grammy a Mejor solo de rap!

Posteriormente las dos secuelas no estuvieron particularmente a la altura, a pesar de que reunían a sus protagonistas en más aventuras para defender la Tierra. Hombres de Negro: Internacional lamentablemente pertenece a este segundo grupo y, además, ya no tiene a sus protagonistas originales. La nueva película optó por sostener la trama y la acción sobre los hombros de nuevos actores integrantes (pero viejos conocidos para muchos): Chris Hemsworth y Tessa Thompson.

El dúo sigue demostrando que la química con la que los conocimos en Thor Ragnarok no fue gratuita o se debía a un sólido guion. Por mérito propio, ellos pueden seguir entregando bromas con un gran timing y sin sentirse forzados uno con otro. Emma Thompson, por su parte, es el único miembro que regresa de la película pasada y ofrece una actuación a la altura de lo que le podemos esperar, mientras que Liam Neeson está en modo automático y no tiene mucho rango de experimentación.

Hay un momento en Hombres de Negro (1997) en el que Tommy Lee Jones le habla al agente Jay sobre la amenaza que están por enfrentar: “Siempre hay un crucero de batalla Arquiliano o un rayo de la muerte Coriliano o una plaga intergaláctica que está por arrasar con toda la vida en este miserable y pequeño planeta». Eso es básicamente lo que ha presentado la franquicia de Men in Black en cada una de sus cintas. Y ése es el problema en el que recayeron las secuelas: no hay un avance en la historia más allá de pequeños detalles. Quizá la tercera cinta haya profundizado medianamente en el pasado del agente Jay, pero siempre, y como decía el agente K, siempre lo principal será la amenaza que está por destruir al planeta y nada más.

La trama no cambia y es extremadamente similar sin ninguna propuesta: Tessa Thompson (antes Will Smith) es la nueva agente que le ayuda a Chris Hemsworth (Tommy Lee Jones) a descifrar el misterio que encierra un aparato (antes el cinturón de Orión) que le dejó un importante diplomático (antes un miembro de la familia real Arquiliana) y que quiere una raza alienígena (antes el alien llamado Edgar) para dominar el mundo.

Utiliza el mismo encanto que caracteriza la serie: muchas armas de distintos tamaños, muchos aliens entre nosotros, y pequeños seres diminutos con un humor muy particular. En este último apartado es donde sobresale el personaje de Pawny, y a quien el actor y escritor Kumail Nanjiani le prestó su voz.

Es de extrañar ver el trabajo del director F. Gary Gray en las secuencias de acción, tomando en cuenta que ha estado detrás de películas como La estafa maestra (The Italian Job) o incluso Rápidos y Furiosos 8. Aquí en Hombres de Negro Internacional las secuencias de acción se perciben genéricas, sin alguna propuesta en particular y con el a veces excesivo uso del CGI.

Con ya dos reboots/secuelas en su filmografía, ambas con Sony Pictures, Chris Hemsworth se sigue abriendo paso en Hollywood para demostrar que puede ser más que el dios del trueno. A su personaje en Cazafantasmas (2016) le falta mucha inteligencia, pero se las ingenió para sacar los mejores chistes de aquella cinta. Sin embargo, en Men in Black International ya no abusa de ese recurso de burlarse de sí mismo, entregando un personaje con exceso de confianza pero que no es precisamente el gran agente que el mundo espera.

Al final, Hombres de negro Internacional es una película de verano, que entretiene y cuenta con una buena dosis de humor, pero que no aporta mucho a la mitología del título. Desafortunadamente, Men in Black es una franquicia en la que parece que los productores se echan a sí mismos el neuralizador cada vez que terminan una entrega y a la siguiente hacen la misma historia… una y otra vez.

Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.