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El retorno del género slasher: la noche en que ellas volvieron a casa

10-10-2022, 7:29:39 AM Por:
El retorno del género slasher: la noche en que ellas volvieron a casa

Con los estrenos de Muerte muerte muerte y Halloween: La noche final, es momento de explorar y revalorar la evolución del género slasher.

El estreno de Muerte muerte muerte (Bodies Bodies Bodies, 2022) es buena ocasión para recordar qué se ocultaba tras una de las modalidades más populares del género de horror: el slasher.

En Muerte muerte muerte, Bee (Maria Bakalova) llega con su novia Sophie (Amandla Stenberg) a una reunión de amigos en la remota mansión familiar de David (Pete Davidson), amigo de Sophie de toda la vida. Los convidados llevan provisiones para varios días, y es que se trata de lo que llaman una “fiesta del huracán”. Pero, a diferencia de Bee, los amigos de Sophie son un montón de veinteañeros adinerados pedantes. Y cuando luego de beber, drogarse y bailar, alguien propone jugar un juego donde uno de los asistentes deberá “cazar” a los otros mientras ellos intentan adivinar quién es “el asesino”, la fiesta habrá de terminar entre recriminaciones, sorpresas y puñaladas traperas… de las de a de veras.

Dirigida por la actriz y cineasta holandesa Halina Reijn, en su debut en el cine de habla inglesa, Muerte muerte muerte es una más en una serie de cintas que parecerían continuar la tradición del género slasher clásico: es un neo-slasher. El término refiere a filmes producidos en la década de los 2000 y en adelante que proponen alguna innovación a la fórmula definida en los años 70 y 80 y que, del found footage al home invasion y con títulos como Behind the Mask: The Rise of Leslie Vernon, The Strangers, The Final Girls o la reciente X prueban que sigue la mata dando.

Muerte muerte muerte es una película del género slasher.
Muerte muerte muerte (2022)

Al igual que Está detrás de ti hace unos años, Muerte muerte muerte resulta novedosa, pero sin escapar nunca a las convenciones del género slasher. Y es que, con más de doscientos títulos producidos tan sólo en los ochenta, el slasher es uno de los subgéneros más populares del cine de terror. A finales de la década, sin embargo, los pocos slashers que aún se producían eran secuelas, o títulos para el mercado del directo a video y, luego de aquel primer ciclo, el estilo acabaría por degenerar en una serie interminable de secuelas e imitaciones. Para cuando Scary Movie se pitorreaba de Scream y Sé que lo que hicieron el verano pasado, parecía que no quedaba ya más por agregar.

Pero, al igual que Jason, Ghostface o Michael Myers, el género slasher nunca se fue del todo.

Tras las pistas del asesino

De manera por demás irónica, los detractores del género slasher no tuvieron nunca dificultades para, si no definirlo, por lo menos identificarlo. En el típico slasher, un demente enmascarado –y armado con un cuchillo, machete o cualquier otro objeto punzocortante– se dedica a acechar y dar cuenta de un grupo de jóvenes atractivos de maneras “creativas”. Para Adam Rockoff, autor de Going to Pieces: The Rise and Fall of the Slasher Film 1978-1986, sin embargo, lo cierto es que el slasher no es fácil de definir: se trata de un género “duro, problemático y ferozmente individualista”. Al igual que los asesinos mismos.

Así, prevalece la idea –errónea, por demás– de que el asesino es siempre el “Coco”: un ente sobrenatural que porta una maltrecha máscara de hockey y empuña un machete oxidado. Sin embargo, el asesino en la mayoría de las películas es una persona común y corriente (como la Sra. Voorhees en la primera Viernes 13 de 1980) y que ha sufrido alguna humillación o abuso; o la muerte de un ser querido, o algún tipo de injusticia por la que busca venganza. Si Leatherface, o Ghostface en Scream parecen inmortales, es sólo porque la taquilla así se los demanda.

Viernes 13 es una película del género slasher.
Viernes 13 (1980)

Si hay una constante que se mantendría sin cambios a lo largo de todo el ciclo, por otro lado, es la consistencia de las armas elegidas por el asesino en turno. Estas van del ya mencionado cuchillo cebollero a navajas, machetes, hachas y hasta flechas. Por no hablar de herramientas motorizadas como motosierras, o el taladro del título en The Driller Killer. Y es cierto que, a menudo, la película comienza con un prólogo, que tiene lugar años antes de los eventos en la cinta y en el aniversario de la tragedia y, a menudo, en una festividad –como sucede en Black Christmas y Silent Night, Deadly Night, April Fool’s Day o, por supuesto, en Halloween–.

Sin embargo, uno de sus motivos más reconocibles es la de la heroína, “gritando en abyecto terror”, como apunta Rockoff. Los ojos bien abiertos por el miedo, mientras el asesino se acerca: la damisela en apuros posmoderna, la final girl. Muchos de los mejores ejemplares del género seguían las pautas que Carol Clover apunta en su libro Men, Women, and Chainsaws: la de una figura virginal pero masculinizada, una marimacha de apariencia y nombre andrógino. Ella, a diferencia de sus amigos, se abstiene del sexo, el alcohol y las drogas… y es la que vive para contar la historia, luego de hacer frente al asesino con un arma decididamente fálica.

En el género slasher, ¿las chicas sólo quieren divertirse?

Sin embargo, la noción de que en un slasher –y como se enuncia en Scream, la cinta que vino a resucitar el género ya en los 90– tener sexo es una sentencia de muerte es, quizás, el mayor de los malentendidos. “No fue mi intención poner fin a la Revolución Sexual”, confesaba John Carpenter años después del estreno de Halloween. Si, en ella, Laurie es la única sobreviviente, es porque es la única que no está distraída teniendo sexo y puede darse cuenta de que hay un asesino suelto. De igual manera para Reijn, si los personajes en Muerte muerte muerte se detuvieran un momento y tan sólo miraran a su alrededor y no al celular, la película terminaría.

Halloween es una película del género slasher.
Halloween (1978)

La cinta es también una sátira a la Gen Z, a la “cultura de la cancelación” y la corrección política. Los críticos de cine Gene Siskel y Roger Ebert dijeron alguna vez que los slashers eran no sólo “sórdidos” y “explotativos” sino, específicamente, misóginos. Con pocas excepciones, el género del asesino slasher resultaba ambiguo. Incluso cuando –en el estilo de las películas gialli que los precedieron– la identidad del asesino en turno permanecía oculta hasta la escena final, era claro que se trataba de un hombre. Y muchos de los primeros slashers incluían a una asesina, como –¡spoiler alert!– Happy Birthday to Me, Sleepaway Camp o, de nuevo, Viernes 13.

Películas como Muerte muerte muerte o Sissy (2022) de Hannah Barlow y Kane Senes, ofrecen así algo que podría parecer novedoso: mujeres que matan. Sin embargo, lo cierto es que, lejos de ser “damiselas en apuros”, las protagonistas del cine de horror han aprendido a defenderse, subvirtiendo los tropos y reinventando a la final girl para una nueva generación. En su reciente visita a México, Jamie Lee Curtis –que en Halloween: La noche final interpreta por ¿última? vez a Laurie Strode, final girl por excelencia– lo dijo muy claro: “Las mujeres han estado luchando desde el principio de los tiempos”. Y remató: “Creo que cada mujer en esta sala es una final girl”.

Y es que, de una u otra forma, las chicas fueron siempre las de temer.

autor Periodista y cineasta, es colaborador de Cine PREMIERE desde el año 2002, conductor de Horroris Causa en UAM Radio 94.1 FM y miembro del equipo de Mórbido: Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror. Actualmente imparte las materias de Narrativa, Guionismo y Géneros Cinematográficos en SAE Institute Mexico, así como talleres de guion para cortometraje.
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