Game of Thrones «The Long Night»
Game of Thrones abordó la batalla contra los Caminantes con enorme destreza, lo que resultó en uno de los mejores episodios de la serie.
ADVERTENCIA: Esta crítica contiene spoilers
Game of Thrones nos ha dado algunas de las mejores batallas en toda la historia de la televisión y no había razón para suponer que “The Long Night” sería la excepción. Como garantía adicional teníamos la dirección de Miguel Sapochnik, quien estuviera al frente de los inolvidables “Hardhome” y “Battle of the Bastards”. Las expectativas no sólo se cumplieron, sino que se superaron por la espectacularidad visual, pero más importante aún, por la elaborada construcción del enfrentamiento.
El episodio tuvo prácticamente todo lo que siempre hemos disfrutado de esta historia, empezando por el enorme dramatismo ante su premisa básica: Valar Morghulis. Los personajes que llegaron hasta este punto demostraron una gran capacidad de supervivencia a lo largo de siete temporadas, pero ni siquiera esto les preparó para un adversario tan mortífero como el Rey de la Noche. Por ello, mientras “A Knight of the Seven Kingdoms” exploró las reflexiones de estos guerreros rumbo a la batalla, “The Long Night” capturó sus verdaderas emociones ante lo que parecía una muerte segura, lo que resultó en las más diversas muestras de humanidad vistas en un mismo capítulo.
Jon Snow, Jorah Mormont y Brienne de Tarth volvieron a demostrar su valor; Jaime Lannister y Theon Greyjoy cumplieron sus promesas y alcanzaron la redención definitiva; Tyrion Lannister se mostraba desesperado por apoyar; Daenerys Targeryen y Sansa Stark demostraron su coraje a pesar de su inoperancia en el campo de batalla. Más curioso fue que algunas de las reacciones más memorables no llegaron de los grandes héroes, sino de secundarios como Lyanna Mormont que dio batalla hasta el último respiro; Samwell Tarly que peleaba desconsolado ante la adversidad; y Sandor Clegane que superó su pavor al fuego para ayudar a Arya Stark. Al final, no son las batallas, sino esta construcción la que ha permitido que Game of Thrones sea el fenómeno que todos conocemos.
El episodio también nos recordó que, más allá del realismo histórico y la fantasía, la Canción de hielo y fuego creada por George RR Martin también deambula por el terror. Desde la primera temporada, los gélidos muertos vivientes protagonizaron secuencias de auténtica pesadilla que alcanzaron su punto máximo con “Hardhome”. Ahora “The Long Night” elevó la batuta con una atinada combinación de la brutalidad zombie y el viejo cine gótico que convirtió Invernalia en un castillo habitado por feroces monstruos que deambulan por los estrechos pasillos en busca de sus víctimas. Mención aparte para la secuencia de las criptas, cuyos gritos desesperados fueron más que suficiente para convertirla en el momento más escalofriante de toda la saga.
Esta exploración del miedo no estaría completa sin una bruja como Melisandre, cuya reincorporación previa a la batalla nos hizo pensar que sus poderes serían determinantes para contener la amenaza. Ayudó en el campo, pero su verdadera aportación fue cumplir la promesa que hizo a la joven loba desde la segunda temporada y recordarle la principal enseñanza de su maestro Syrio Forel. La hechicera no pudo tener un mejor cierre, al desprenderse de la alhaja mágica introducida en “The Red Woman” que le daba juventud y así consolidarse como uno de los personajes más fascinantes de la historia.
A pesar de las adversidades, la política tampoco quedó ausente, con Tyrion Lannister y Sansa Stark rememorando su matrimonio en las criptas de Invernalia, algo que no fue bien visto por la siempre leal Missandei. Un crudo recordatorio de que una vez concluida esta alianza, el duelo por el Trono de Hierro será más intenso que nunca.
Finalmente, la aniquilación del Rey de la Noche a manos de Arya Stark, que refrendó la gran capacidad de sorpresa que siempre ha caracterizado a esta serie. La lógica apuntaba a que la victoria sería lograda por Jon, Daenerys o incluso Bran Stark. Sin embargo, la elección de la loba selló su eterno deambular entre el mundo real y el mágico, y la consolidó como la más poderosa aliada en la carrera por el Trono de Hierro. La pregunta es, ¿qué bando tomará? La lógica apunta a Sansa, pero no descartemos a Jon o incluso a Gendry. La única certeza es que ahora más que nunca, tiene todo para ir por la cabeza de Cersei Lannister y así tachar el último nombre de su sangrienta lista.
“The Long Night” no sólo es el mejor episodio en lo que va de la octava temporada, es uno de los mejores en toda la historia de la serie. Y pensar que lo mejor apenas está por venir.
Los 5 mejores momentos
Lyanna Mormont
La abanderada de Invernalia nos conquistó desde su primera aparición y ahora se despide en medio de la grandeza. No sólo participó activamente en la batalla, sino que su valor fue determinante para acabar con la amenaza de un gigante congelado.
La cripta
Aunque el despertar de la cripta era relativamente predecible, la producción sorprendió al desentenderse de los muertos para centrarse en la reconciliación de Sansa Stark y Tyrion Lannister. Un cambio de alianzas en este punto de la historia podría ser definitivo.
Theon Greyjoy
Luego de contribuir a la caída de Invernalia, Theon Greyjoy alcanzó la anhelada redención con una heroica defensa de Bran Stark. Enfrentó incontables Caminantes casi en solitario y sólo el Rey de la Noche pudo con él.
Melisandre
Tras una larga ausencia, la mujer roja regresó para revertir el rumbo de la batalla, no sólo con su magia, sino con sus visiones que convirtieron a Arya Stark en la gran elegida para alcanzar la victoria humana.
La derrota de la larga noche
En un episodio plagado de emociones, Arya Stark se llevó la noche con su heroica derrota del Rey de la Noche. Es así como la joven loba se consolida como el personaje más mortífero de todo Westeros y la más importante aliada en la carrera final por el Trono de Hierro. Más importante aún, refrenda el poder femenino que siempre ha caracterizado esta historia.