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Películas que fracasaron en iniciar franquicias

31-05-2024, 9:00:00 AM Por:
Películas que fracasaron en iniciar franquicias

Algunas de estas franquicias fallidas han perdido toda oportunidad de concretarse. Otras siguen intentándolo hasta nuestros días.

El cine ha dado grandes y muy exitosas franquicias a lo largo del tiempo, cuyas historias han sido fuente de inspiración y adoración por generaciones. Pero también está la otra cara de la moneda, con proyectos de varias películas que apuntaban a lo más alto, pero que resultaron incapaces de cumplir el objetivo y fracasaron.

Te presentamos un recuento de películas que fracasaron en sus esfuerzos de iniciar franquicias cinematográficas.

Nota: La siguiente lista se encuentra en orden cronológico.

Dick Tracy (Dir. Warren Beatty, 1990)

Franquicias películas fracasaron

Considerado uno de los personajes más importantes de las tiras cómicas en los 30, Dick Tracy saltó al cine gracias a la perseverancia de Warren Beatty, quien contempló la adaptación desde 1975 hasta que finalmente pudo producirla, dirigirla y protagonizarla.

Su naturaleza pulp le valió opiniones encontradas de la crítica, pero no evitó la buena recepción del público ni el aplauso generalizado ante las buenas actuaciones y caracterizaciones del ensamble integrado por Al Pacino, Madonna, Dustin Hoffman y el propio Beatty. La secuela parecía inminente, pero no pudo concretarse tras una disputa legal por los derechos con Tribune Media Service y el nulo apoyo de Disney con su cineasta/actor. Esto no ha evitado que Beatty siga soñando con una nueva misión que tentativamente volvería a ser protagonizada por él mismo.

Godzilla (Dir. Roland Emmerich, 1998)

Franquicias películas fracasaron

Godzilla es una de las franquicias más longevas del cine asiático, por lo que sólo era cuestión de tiempo para que Hollywood intentara trasladarla a su territorio. El primer gran intento llegó en 1998 de la mano de Roland Emmerich, un auténtico maestro del blockbuster tras Stargate (1994) y Día de la independencia (1996), que apoyado por una fuerte campaña promocional y un enorme secretismo alrededor de la criatura titular, parecía destinada a iniciar una exitosa trilogía que, de acuerdo con planes iniciales, llevaría a una extraña isla habitada por numerosos monstruos.

Parecía una apuesta segura, hasta que llegó el estreno y una recaudación muy por debajo de los pronósticos iniciales, seguido de una evidente falta de conexión con el público occidental atribuida a la pobreza de los personajes y la falta de personalidad del lagarto. Los planes a futuro fueron cancelados inmediatamente y tuvieron que pasar más de 15 para una nueva invasión hollywoodense a cargo del llamado Rey de los Monstruos.

Wild Wild West (Dir. Barry Sonnenfeld, 1999)

Franquicias películas fracasaron

La dupla integrada por Will Smith y Barry Sonnenfeld gozó de un gran éxito con la entrega original de Men in Black (1997), lo que le motivó a reencontrarse un par de años después con la esperanza de comenzar una nueva franquicia inspirada en el show televisivo sesentero que fusionaba elementos del western y el sci-fi.

Las altas expectativas y el carisma de su protagonista no evitaron un descalabro en crítica y taquilla que le convirtieron en uno de los peores tropiezos de finales del siglo XX, lo que terminó con cualquier interés por continuar la historia. No todo fue negativo, pues el golpe fue determinante para que Smith llevara su talento al drama con Ali (2002), que le valdría su primera nominación al Premio de la Academia y lo afianzaría entre los actores más versátiles de su tiempo.

La liga extraordinaria (Dir. Stephen Norrington, 2003)

Franquicias películas fracasaron

La liga extraordinaria fue apenas la segunda de Alan Moore en recibir tratamiento cinematográfico después de Desde el infierno (2001) y la primera con potencial para iniciar una franquicia ante la gran variedad de volúmenes que integran el impreso. Estas ambiciones se vinieron abajo cuando la complejidad de sus personajes, auténticos clásicos de la literatura británica, fue erradicada para mostrarlos como los más simples superhéroes que sólo pelean por el bien sin mayores motivaciones.

A esto sumemos la polémica e innecesaria inclusión de Tom Sawyer para garantizar la presencia de un elemento norteamericano en el equipo que diera validez al proyecto entre las audiencias estadounidenses. Y finalmente los altibajos en los efectos visuales en una época dominada por los excesos digitales. No tuvo problemas para duplicar su inversión, pero quedó muy lejos de las expectativas económicas iniciales.

Además hay que agregarle una serie de críticas tan negativas que presuntamente fueron el detonante para el retiro de Sean Connery. Aunque los esfuerzos de iniciar una franquicia con este proyecto se han desvanecido, desde hace unos años se habla de un reboot que trataría de concretar el sueño.

Capitán de mar y guerra: La costa más lejana del mundo (Dir. Peter Weir, 2003)

Franquicias películas fracasaron

Fox nunca manifestó abiertamente su intención de realizar una franquicia alrededor de la serie literaria escrita por Patrick O’Brien sobre las Guerras Napoleónicas abordadas desde la perspectiva del capitán Jack Aubrey y el médico Stephen Maturin.

Aun así, muchos lo dieron por sentado al recordar que en aquel entonces la historia completa consistía en una veintena de novelas. La adaptación protagonizada por Russell Crowe y Paul Bettany cosechó buenas críticas y algunas nominaciones importantes al Óscar, incluyendo Mejor película y director.

Sin embargo, su recaudación de $212 mdd resultó insuficiente para su alta inversión de $150 mdd, lo que provocó que cualquier posibilidad de una nueva aventura se desvaneciera del todo. Esto no evitó que el actor australiano fuera cuestionado hasta el cansancio sobre una posible secuela, lo que le llevó a recomendar a la audiencia vía Twitter que escribiera directamente al estudio para externar su opinión o solicitar más información.

La brújula dorada (Dir. Chris Weitz, 2007)

El éxito de El Señor de los Anillos y Harry Potter resultó en un alza de popularidad para el fantástico, lo que hizo que la celebrada adaptación de la trilogía His Dark Materials, de Philip Pullman, se tornara casi imprescindible.

El proyecto parecía tener lo necesario para una franquicia de éxito, como era el caso de una historia sólida plagada de importantes reflexiones sociopolíticas, un ensamble envidiable integrado por Nicole Kidman, Daniel Craig, Eva Green, Sam Elliott y Christopher Lee, y complementado por las voces de Ian McKellen, Kathy Bates, Ian McShane y Kristin Scott Thomas, entre otros, así como unos estupendos efectos visuales para trasladar la magia impresa al mundo real.

Todo esto resultó insuficiente ante las decisiones de la producción por realizar cambios en la trama y erradicar temas centrales como las críticas a la iglesia y el abuso de poder, lo que hizo que, para muchos, la adaptación careciera del corazón que siempre caracterizó a la obra original. Y como estocada final, la nula conexión de Dakota Blue Richards con las audiencias juveniles. Recaudó más de $370 mdd con los que duplicó su inversión inicial, pero fue incapaz de encontrar a su público, lo que impidió la continuación de la saga cinematográfica.

El último maestro del aire (Dir. M. Night Shyamalan, 2010)

Franquicias películas fracasaron

Luego de una serie de altibajos en su carrera, M. Night Shyamalan se incorporó de lleno al mundo del blockbuster con El último maestro del aire, adaptación live-action de la serie animada de Nickelodeon. El presupuesto de $150 mdd y la importante base de aficionados hacían pensar que el proyecto sería un éxito seguro, al grado que el cineasta tenía contrato para una trilogía.

La realidad fue muy distinta, pues el proyecto enfrentó duras críticas por su whitewashing y su incapacidad para capturar la esencia del material fuente. Duplicó la inversión, pero quedó lejos de las expectativas, convirtiéndose en uno de los tropezones más marcados en la trayectoria del realizador quien, a pesar de las duras críticas, siempre se ha empeñado en defender su visión al asegurar que su película tiene el aprecio de su público objetivo: los niños.

Linterna Verde (Dir. Martin Campbell, 2011)

Linterna Verde

Las adaptaciones de DC gozaron de un enorme éxito con la trilogía gótica de Christopher Nolan, pero batallaron para encontrar el camino de otros personajes. Tal fue el caso de Linterna Verde, héroe espacial cuyo ambicioso plan consistía en el lanzamiento de tres franquicias: la individual centrada en Hal Jordan, el equipo primario con Green Lantern Corps. y el crossover definitivo con Justice League.

Ninguna pudo concretarse con una cinta que exageró en el uso de efectos visuales y que abusó de la comicidad de Ryan Reynolds para un guerrero impreso de tintes mucho más dramáticos. Los casi $220 mdd de taquilla apenas cubrieron los gastos de producción de $200 mdd y obligaron a una reestructuración total de Warner y DC Comics, que optaron por reiniciar el rumbo con El hombre de acero (2013) como punto de partida. No todo fue negativo, pues el fracaso del proyecto ha sido fuente de algunas de las mejores burlas de Deadpool (2016), una franquicia mucho más adecuada para la irreverente naturaleza de Reynolds.

John Carter: Entre dos mundos (Dir. Andrew Stanton, 2012)

John Carter película

Luego de un exitosísimo paso por Pixar, Andrew Stanton saltó al mundo del live-action con un proyecto de alto riesgo como John Carter: Entre dos mundos. Su rescate de un personaje clásico, aunque demasiado añejo; su elenco encabezado por los no muy populares Taylor Kitsch y Lynn Collins, quienes además venían de compartir créditos en la polémica X-Men Orígenes: Wolverine (2009); y su altísimo costo acumulado de $350 mdd entre producción y publicidad resultaron en una mezcla que parecía condenada al desastre y en uno de los mayores descalabros en toda la historia del celuloide a pesar de su recaudación superior a los $280 mdd.

La combinación destrozó cualquier intento de festejar el centenario del personaje impreso en la novela A Princess of Mars (1912) y los planes por comenzar una franquicia cinematográfica con bases en la ópera espacial. No es el único tropezón en la reciente historia de Disney, recordando que El príncipe de Persia (2010), El llanero solitario (2013) o Tomorrowland (2015) enfrentaron destinos similares. Se dice que este triple fracaso fue clave para que el ratón cambiara su modelo de negocios, inclinándose por apuestas más seguras como los remakes live-action de sus clásicos animados, el MCU o Star Wars.

El juego de Ender (Dir. Gavin Hood, 2013)

Franquicias películas fracasaron

Integrado por 16 novelas, 13 historias cortas y casi 50 comics, el llamado Enderverse se ubica entre las sagas literarias más populares y laureadas de la ciencia ficción. Con estos antecedentes, el cine parecía un salto natural para continuar la expansión, un proyecto que combinaría los jóvenes talentos de Asa Butterfield, Hailee Steinfeld y Abigail Breslin con la experiencia de Harrison Ford, Viola Davis y Ben Kingsley.

Los esfuerzos fracasaron porque Gavin Hood nunca descifró cómo emular las reflexiones de la novela original, lo que a su vez le impidió construir un proyecto suficientemente atractivo para los aficionados y el público general. Esta mala combinación desembocó en una tibia crítica, una taquilla de $125 mdd que apenas recaudó la inversión inicial de $110 mdd y en la suspensión de la franquicia cinematográfica.

Dark Universe

Universal Monsters no sólo es una de las franquicias más añejas del cine, sino también una de las más importantes: sus cintas integraron el primer universo compartido del cine, sirvieron como semillero de leyendas como Boris Karloff, Bela Lugosi y Lon Chaney Jr., mientras que sus historias abordaron algunos de los peores miedos en algunas de las épocas más críticas de la humanidad. El estudio confiaba en rescatar su legado a casi cien años de distancia, aprovechando los horrores reales que han caracterizado las dos primeras décadas del siglo XX y apoyándose de un grupo de talentosos actores como Tom Cruise, Johnny Depp y Javier Bardem.

A pesar del potencial, el proyecto nunca pudo concretarse del todo ante la indecisión de los creativos responsables que convirtieron el reboot de La momia (2017) en una cinta que priorizó la acción muy por encima del terror y que nunca definieron concretamente la posición de Drácula: La historia jamás contada (2014) en la trama central. Fue así como el prometedor Dark Universe se estancó con apenas una película y media, y culminó con la transición definitiva de los viejos monstruos a Blumhouse.

El ascenso de Júpiter (Lana & Lilly Wachowski, 2015)

El ascenso de Júpiter inició su desarrollo en 2009, cuando el presidente de Warner, Jeff Robinov, sugirió a las Wachowski que iniciaran una franquicia original. El objetivo era obvio: intentar replicar los resultados de Matrix (1999), iniciada una década atrás. El proyecto dejó de lado el cyberpunk al centrarse de lleno en la ópera espacial para relatar la historia de una joven aparentemente ordinaria que se descubre heredera de la realeza intergaláctica.

Se dice que la primera advertencia de su fracaso llegó cuando el estudio cambió su estreno de julio 2014 a febrero 2015 ante los pobres resultados de screenings y la necesidad de terminar los efectos visuales. Las modificaciones fueron insuficientes para salvar al filme de un pobre desempeño en crítica y taquilla, atribuido a la fragilidad de la historia, la sobrecarga digital y la exagerada actuación de Eddie Redmayne que le llevó a ganar el Razzie sólo un año después de su Óscar por La teoría del todo (2014).

Estos resultados impidieron la continuación de la franquicia y aunque en los últimos años ha habido rumores de una posible secuela como consecuencia de una importante oleada de visionados vía streaming, la prioridad de The Matrix 4 parece haber terminado con cualquier posibilidad.

Fantastic Four (Dir. Josh Trank, 2015)

Director Fantastic Four crítica

Luego de un paso irregular de Fantastic Four a cargo de Tim Story, 20th Century Fox optó por un reboot para dar mayor madurez al equipo en un subgénero que se tornaba cada vez más complejo y ambicioso. El estudio encomendó la misión realizadora a Josh Trank, cuya Poder sin límites (2012) aprovechó el concepto de los superhéroes para explorar la complejidad humana, convirtiéndose así en una de las mejores óperas primas de los últimos años y en una de las mejores exponentes de estas películas.

El proyecto era tan ambicioso que incluso pretendía conectar al cuarteto con X-Men, pero los planes se vinieron abajo con una producción tormentosa y plagada de acusaciones desde todas direcciones, lo que resultó en una adaptación fallida que quedó muy lejos de dar todo su potencial y que quedó relegada entre las más infames adaptaciones de comics de todos los tiempos.

Ghostbusters (Dir. Paul Feig, 2016)

Franquicias películas fracasaron

Luego de varios esfuerzos fallidos para concretar la tercera entrega cinematográfica –Dan Aykroyd siempre ha dicho que el videojuego de 2009 debe ser considerado la tercera parte–, Columbia optó por un reboot centrado en un equipo completamente femenino comandado por Paul Feig desde la dirección.

El filme no fue brillante y quedó lejos del encanto original, pero sí tenía el potencial necesario para iniciar una nueva franquicia sustentada en el carisma de Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Kate McKinnon y Leslie Jones. Su principal problema fue la incapacidad para enganchar a un público que la condenó desde un principio sin darle siquiera la oportunidad de demostrar su valía, seguido de su forzada complacencia con un exceso de cameos y referencias que le impidieron encontrar una identidad verdaderamente propia. El intento fracasó y el estudio optó por un retorno a las bases con Afterlife.

Warcraft: El primer encuentro de dos mundos (Dir. Duncan Jones, 2018)

Warcraft: El primer encuentro de dos mundos

El éxito de Duncan Jones con En la luna (2009) y 8 minutos antes de morir (2011) le llevó de lleno al mundo del blockbuster con Warcraft, adaptación de la franquicia homónima de videojuegos que pretendía expandir su legado a la pantalla grande.

Al igual que muchas otras adaptaciones de este tipo, batalló al momento de capturar la historia original con un espectáculo visual en todos los sentidos, pero dotado de una narrativa básica y carente de cualquier tipo de profundidad. Aunque recaudó cerca de $440 mdd para superar con amplitud los $160 de inversión, todo apunta a que Legendary Pictures la consideró una cifra insuficiente para intentar levantar una franquicia. Al respecto, el propio Jones ha asegurado que las posibilidades de continuar la historia no son las más elevadas.

autor Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.
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