FICM 2022: En Ruido, Natalia Beristáin usa la (no) ficción para mostrar el dolor de las mujeres
A través de la historia ficticia de una madre que busca a su hija desaparecida, la cineasta mexicana narra una realidad compuesta por miles de historias de búsqueda, de violencia, pero también de sororidad.
Tras explorar la violencia feminicida en su corto documental Nosotras, la cineasta mexicana Natalia Beristáin supo que no se podía hablar de la realidad de las mujeres sin abordar todo el panorama de violencias entramadas que las atraviesan: desaparición forzada, impunidad, indiferencia social, violencia de género, trata de personas, abuso de la fuerza. Sin embargo, aquello que suele escapar a las imágenes documentales –un panorama completo, que no revictimice ni exprima el dolor de los protagonistas–, lo encontró en la ficción. Ruido, su más reciente película y una de las más esperadas del año, recurre a la historia ficticia de una madre que busca a su hija desaparecida, para transitar por los muchos pliegues que esconde la violencia real en México.
«Creo en el infinito poder de la ficción, porque me permitía hilar muchas historias que fui conociendo, leyendo, viendo, historias de búsqueda», explica la cineasta, quien presentó la cinta en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). «Fue una decisión clara no querer hacer un documental, sino hilvanar mucho de muchas en una».
Aún así, resulta difícil catalogar a Ruido únicamente como una ficción, que transita solo por los terrenos de la verosimilitud, y se agota en ella misma. La película es protagonizada por la madre de Natalia, la actriz Julieta Egurrola, quien interpreta a Julia, una artista plástica cuya hija desapareció hace nueve meses durante un viaje con sus amigas. Ella pone rostro y cuerpo a las miles de historias particulares que han quedado atrapadas en los mecanismos de la impunidad y la violencia.Pronto cae en cuenta de la incompetencia e indiferencia de las autoridades, por lo que decide emprender su propia búsqueda con ayuda de Abril, una periodista valiente y decidida (Teresa Ruiz).
En el viaje de este personaje «ficticio», en realidad no hay nada ficticio. La odisea de Julia es una inmersión a un contexto violento que opera como monstruo de mil cabezas, pero también la conduce a la certeza de que no está sola: Julia descubrirá en su viaje una comunidad muy real de mujeres, unida por la rabia y el dolor; de abrazos que se dan en carne viva y resistencias que provienen del amor. Durante el proceso, la cineasta se acercó a colectivos como Buscándote con amor y Voz con dignidad para sumar las voces de quienes viven estas historias en su realidad. Representantes de estas agrupaciones estuvieron presentes en la proyección de la película en el FICM, con pequeñas pancartas de sus familiares desaparecidos. «¿Por qué los buscamos? ¡Porque los amamos!», gritaron frente a los asistentes.
«La sororidad, el decirnos que no estamos solas, terminó siendo el eje o el listón que cierra para mí la película», comenta Natalia. » y en medio de encontrar cómo cerraba, también entendí que esta película no podía estar terminada si no buscábamos sumar las voces, los rostros, las historias, desde su propio ser, de algunas personas que viven esto fuera de la ficción. Si bien, estas escenas estaban escritas, muy pronto entendí que no íbamos a hacer casting, que no íbamos a buscar una actriz o actor para narrar esas situaciones. Empezamos a hacer acercamientos con distintas colectivas del país. Era traerlas a ellas, para que contaran sus historias en un híbrido raro de ficción y documental, que luego ya me cuesta trabajo encasillar así».
Ruido fue producida por Woo Films para Netflix y se estrenará en la plataforma el próximo 11 de enero de 2023.. El guion fue coescrito junto con Alo Valenzuela (El comediante) y el periodista Diego Enrique Osorno (Vaquero del mediodía), cineasta y reportero, quien además aportó su amplia experiencia en campo. «Diego también se convirtió en un vehículo muy importante para bordar el personaje de Abril», comentó la cineasta.
De acuerdo con Natalia, Ruido es el proyecto más difícil que ha hecho hasta ahora, uno que se alimentó, sobre todo, de lo aprendido en Nosotras, y del músculo que ha adquirido en los últimos años, en los que ha participado en la dirección de series de TV. «La televisión es como un gimnasio del oficio. Y también me permitió trabajar con equipos distintos».
Ruido fue seleccionada para competir en la sección de Largometraje Mexicano de Ficción del FICM, tras su paso por la 70 edición del Festival de San Sebastian, en donde fue galardonada dentro de la competencia de Horizontes Latinos con el Premio Cooperación Española.
«Me siento muy orgullosa de Ruido. Es la película que quería hacer, y no siempre pasa eso», comparte la cineasta, cuya película anterior, Los adioses, ganó el Premio del Público en el FICM 2017.