Espíritus oscuros: El salto al terror de Scott Cooper, director de Hostiles
El director conversó con Cine PREMIERE sobre su más reciente filme, el cual produce Guillermo del Toro.
El quincuagenario cineasta Scott Cooper adora caminar sobre la cuerda floja. Al menos, en sentido figurado. No hay nada cercano a una zona de confort cada que ocupa la silla de dirección. En el transcurso de una década, desde su debut en 2009 con Crazy Heart, o Loco corazón, todas las películas de Cooper han pertenecido a géneros parcial o completamente distintos. Y ciertamente este aventurado realizador posee absoluta disposición para que sus futuros proyectos también le exijan adentrarse en terrenos inexplorados. Por lo pronto, esta semana llega a salas comerciales su primer largometraje dentro de las convenciones del terror: una cinta titulada Antlers, o Espíritus oscuros.
Versa sobre una profesora de escuela en un sombrío pueblo de Oregón, Estados Unidos, quien sospecha que uno de sus estudiantes (un niño taciturno de 12 años) arrastra serios problemas desde casa. Pronto ella descubre —con ayuda de su hermano, el alguacil— que los secretos del muchacho podrían ser mucho más grandes y devastadores, al punto de perjudicar a toda una comunidad de por sí en decadencia. En algún lugar, hay un ser de monstruosa cornamenta que saborea el momento de quedar en libertad: una criatura diabólica que devora la humanidad…
Espíritus oscuros tendrá finalmente su estreno teatral posterior a los retrasos que propició la crisis sanitaria. Presume como productor al tapatío ganador del Óscar, Guillermo del Toro, claramente uno de los máximos representantes del cine fantástico en la actualidad. Como dato curioso, fue el mexicano quien propuso a Scott Cooper hacer su primerísima película de terror, tras sentir que sus filmes previos —Hostiles, Black Mass y Out of the Furnace— ya jugaban con elementos del género. Por otro lado, el camaleónico director reconoce que la constante en su obra es el comentario social. A fin de cuentas, su interés es hablar sobre «los miedos y ansiedades que estamos experimentando aquí en Estados Unidos».
Esto y más nos contó Scott Cooper en entrevista exclusiva con Cine PREMIERE.
CP: Espíritus oscuros se basa en un cuento de terror de Nick Antosca titulado The Quiet Boy. ¿Cómo descubriste ese material primigenio y qué fue lo que más te cautivó?
Llegó a mí a través del incomparable Guillermo del Toro, quien me buscó y me dijo: “Scott, tus últimas tres películas han sido películas de terror y nadie lo sabe, ¿considerarías alguna vez dirigir una película de terror?” y dije que sí. Porque amo las películas de terror. Mis primeros y más entrañables recuerdos fueron ir a una sala de cine a una edad demasiado temprana para ver películas que no debería ver. Eran películas de terror. Y Guillermo me presentó el maravilloso cuento de Nick Antosca, The Quiet Boy. Ellos ya tenían un guión existente. Y me encantaba la idea de este joven que carga con demasiada responsabilidad a una edad temprana. Dije: “Sí, me encantaría explorar esto más a fondo”. Entonces me fui y comencé a escribir la película que ves ahora.
CP: A diferencia de The Quiet Boy, la historia de Espíritus oscuros tiene lugar en Oregón, pone énfasis en el abuso infantil y es mucho más específica acerca de la naturaleza del monstruo, siendo éste la criatura mitológica wendigo. ¿Cómo fue que tú y tus coguionistas decidieron tomar aquellas desviaciones pequeñas pero significativas?
En realidad no escribí con ellos [Nick Antosca y Henry Chaisson]. Generalmente yo escribo todas mis películas. Así que tomé el cuento y lo que ellos habían hecho [en el guion primigenio] y situé la historia en la costa de Oregón, porque esa es una región que realmente quería explorar. Pensé que albergaba un misterio sombrío, pero además pensé que podía sentirse como un rincón olvidado de Estados Unidos. Quería un lugar donde el sol no brillara mucho, que fuera un poco brumoso y lluvioso. [También escogí esa región] porque me preocupan mucho los problemas de los nativos americanos.
En mi película Hostiles: Violencia americana y ahora en Espíritus oscuros, disfruté mucho la oportunidad de tomar el folclore indígena y el wendigo. Investigué mucho con la profesora Grace Dillon, quien es la máxima autoridad en wendigo en América del Norte. Y luego tejí eso en una historia con comentarios sociales sobre el trauma y el abuso generacional, y la profanación de nuestros recursos naturales. Todo ese tipo de cosas. Ese tipo de miedos y ansiedades que estamos experimentando aquí en Estados Unidos. Por lo tanto [Espíritus oscuros] se diferencia bastante del cuento y del guión original existente, pero era una historia que me apasionaba contar.
CP: ¿Qué me puedes decir sobre tu experiencia de trabajar con Guillermo del Toro? ¿Y cuáles dirías que fueron sus mayores contribuciones a la historia y al aspecto visual de Espíritus oscuros?
Él es un productor increíblemente generoso. Como director, sabe exactamente por lo que estoy pasando en todo momento. Desde que comencé a escribir el guión, hasta la creación del wendigo, [del Toro] fue increíblemente importante para esa creación y también para cuando estábamos editando la película. No habría hecho esta película de terror en particular si no fuera por Guillermo, porque él no tiene igual cuando se trata de crear monstruos y criaturas. Debido a que esto se centra en el wendigo y lo filmamos de forma práctica, no hay nadie mejor que me ayude a diseñarlo, a entender cómo se puede mover, cómo se puede fotografiar. Pero también [al trabajar con] un cineasta que igualmente posee una visión muy poderosa, y que es guionista y director, él sabe cuándo dar consejos y cuándo no.
CP: Debido a la pandemia, muchas películas han sido excluidas de la ventana teatral de exhibición o han tenido un estreno simultáneo en cines y en streaming. Ese no es el caso de Espíritus oscuros, la cual logra llegar exclusivamente a salas de cine después de año y medio de retraso. ¿Cómo te sientes de finalmente poder presentarla al mundo y sólo en pantalla grande?
Estoy eufórico. Creo que el terror se experimenta mejor en comunidad. O cualquier género. Ciertamente el terror cuando estás rodeado de 200 o 300 extraños en una habitación a oscuras, y estás enfrentando esos miedos y ansiedades que preferirías no enfrentar. [Además] filmé esto con una cámara de gran formato que se experimenta mejor en un cine. [Vemos a] un niño pequeño en el encuadre con grandes problemas.
También diré que estoy muy agradecido con Disney, propietario de Searchlight. Cuando Alan Horne y Alan Bergman [cabecillas de The Walt Disney Studios] me llamaron después de que quedó claro que la pandemia se prolongaría por algún tiempo, ellos me dijeron: “Scott, nos encanta esta película. La apoyamos y realmente pensamos que debería mostrarse sólo en cines. Esperamos poder superar esto”. Y efectivamente, lo hemos hecho. No todos los teatros del mundo están abiertos, ciertamente no en Los Ángeles donde vivo, pero hay suficientes para que la gente pueda buscarla. Y sé que la gente también la verá en casa. No sé si [Espíritus oscuros] tendrá la misma fuerza que tiene en un cine. Pero mientras la gente la vea, es por eso que la hice. Simplemente preferiría que la vieran en una pantalla grande.
CP: Como director, tú estás muy lejos de ser encasillado dentro de un género específico. Desde tu ópera prima Loco corazón hasta Espíritus oscuros, has explorado el drama musical, el drama criminal, el biopic, el western y ahora el terror. Cuando estás en busca de nuevos proyectos, ¿efectivamente das preferencia a aquellos géneros que te resultan desconocidos? ¿O ha sido una coincidencia hasta ahora?
Eso es parte de mi proceso. Tampoco me gusta repetirme nunca. Creo que uno de los grandes peligros es realizar un trabajo seguro. Me gusta estar en un espacio incómodo cada vez que dirijo una película. Mantenerlo realmente emocionante, para mí es estar en una cuerda floja. Así es siempre al explorar diferentes géneros, pero lo hago de una manera muy aterrizada y humanista. Me encantaría contar una historia de guerra, me encantaría contar una de film noir, me encantaría hacer una comedia. U otro musical. Loco corazón tenía música, por supuesto… Así que todavía hay muchas cosas que explorar si tengo la oportunidad.
CP: En otra entrevista mencionabas que parte del subtexto de Espíritus oscuros gira alrededor de lo que se siente ser un estadounidense hoy en día. Pero en tu trabajo previo, ciertamente ya abordabas cuestiones específicas acerca de la población en Estados Unidos, de diferentes regiones o incluso de distintas épocas, para contar historias sobre intolerancia, abuso y criminalidad. ¿Cómo describirás aquellas preocupaciones personales que de alguna manera definen y quizá engloban toda tu filmografía?
La intolerancia, seguro. También el arrepentimiento o los personajes que a veces se enfrentan a una especie de ajuste de cuentas. En mis películas —algunas de ellas, tres de ellas— hay hermanos. Casey Affleck y Christian Bale en La ley del más fuerte. O Johnny Depp y Benedict Cumberbatch en Pacto criminal. O Keri Russell y Jesse Plemons, aquí [en Espíritus oscuros]. Hermanos y su compleja relación. Pero lo más importante es que si me veo a mí mismo en mi trabajo, otros se verán a sí mismos y quiero que la gente puede identificarse con mis películas.
Quiero que se proyecten en México, Brasil, Japón, Inglaterra, Francia… Y que la gente se vea a sí misma en mi trabajo, porque todos estamos lidiando con miedos, ansiedades, amor, risa, dolor y miseria. Y eso es lo que es la experiencia humana. Quiero contar una historia humana muy veraz cada vez que dirijo una película y no me gusta estar limitado por el género. Sólo trato de no repetirme, a pesar de que hay comentarios sociales a lo largo de mi trabajo. Creo que no hay mayor alegría que poder hacer películas con personas increíblemente colaborativas que apoyan tu visión y te permiten contar historias que llegan y conmueven a la gente.
Espíritus oscuros llega a salas mexicanas este jueves 28 de octubre. Su reparto lo componen Keri Russell, Jesse Plemons y el joven debutante Jeremy T. Thomas.